Boye representa, más que ningún otro actor, la anomalía de este proceso: quien fue condenado por actuar contra España, hoy legisla —de facto— para desarticularla
El Gran Circo: Sánchez, Junts y el payaso involuntario en cinco números
Puigdemont, convertido en disparatado titiritero , consolida su peso en la política nacional mientras Sánchez, cual equilibrista, esquiva las críticas con pasos calculados, aunque a costa de un desgaste al que sólo él es ajeno