Con esa frase, grabada en una conversación mantenida entre Leire Díez y Joaquín Parra, otro empresario imputado, el escándalo sube de nivel. No solo por la mención directa a “Pedro”, sino por el tono, por la seguridad con la que se hablaba del Fiscal General García Ortiz, al que abre así otra vía de agua, como aliado, por la familiaridad con que se ofrecían pactos judiciales
