De Trubia a la Carisa. Santa Bárbara e Indra o lo que ya funciona frente a lo que quieren inventarse

Fotografía de portada: Antonio Bueno, presidente de General Dynamics European Land Systems, durante su intervención en la fábrica de armas de Trubia. E. C.
Índice de epígrafes:
1. El valor de lo que ya existe: Santa Bárbara
2. El despojo del Tallerón
3. El oportunismo de los aplausos:Paniceres y Canteli
4. El PP como copia de la política industrial de Sánchez
5. Una propuesta sensata: federar lo que ya existe
El valor de lo que ya existe
Santa Bárbara Sistemas, desde sus plantas de Trubia y Alcalá de Guadaíra, representa uno de los casos más notablemente admirables de la industria española. Donde antes hubo ruina y dinosaurios fabriles cargados de subsidios, hoy hay eficiencia, blindados funcionales, contratos con aliados y una red de pymes tecnológicas colaboradoras. El trayecto no ha sido sencillo.
La privatización de 2001 fue cuestionada por los de siempre, pero imprescindible para todos. General Dynamics no vino a desfilar con banderas; vino a trabajar, a invertir, a sanear. Y lo hizo. Sin ruido. Sin pancartas. Sin ruedas de prensa con sonrisas de cartón.
Gracias a esa operación, España no solo mantuvo una capacidad estratégica de producción de sistemas de defensa terrestre, sino que la perfeccionó.
Hoy, GDELS-Santa Bárbara no necesita anunciar corredores ni firmar convenios solemnes para justificar su existencia. Produce. Entrega. Exporta. Genera empleo industrial real. Es decir: cumple. Mientras tanto, desde los despachos donde se cocina la geopolítica de la propaganda, se insiste en levantar castillos nuevos donde ya hay fortalezas en funcionamiento.
El despojo del Tallerón
Por eso, la venta del Tallerón de Duro Felguera a Indra —con la bendición del Gobierno y el guiño de SEPI— no es solo una operación mercantil. Es un acto simbólico: desmantelar una joya asturiana de la calderería pesada para alimentar el engranaje de un chiringuito tecnológico de poder, bendecido desde Moncloa.
Indra no viene a reforzar el tejido industrial: viene a sustituirlo. A ocuparlo. A borrarlo, si es necesario, con tal de presentar como “estratégico” un conglomerado que solo en parte lo es. Y con una ejecución que, vista la experiencia, se parece más a un plan de dominación administrativa que a una política industrial con pies en el suelo.
La contradicción es flagrante: cuando Asturias ya tiene en Trubia una industria solvente, integrada en redes internacionales de producción de defensa terrestre,
- -¿Por qué desguazar activos industriales valiosos para duplicar funciones que ya se cumplen?
- -¿Por qué imponer desde arriba una solución cuando la realidad de abajo —silenciosa, productiva— pide solo acompañamiento, no sustitución?
El oportunismo de los aplausos

Aquí es donde uno se encuentra con el desfile habitual de cargos públicos que aplauden sin hacerse demasiadas preguntas. Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, parece encantado con cada firma, con cada convenio, con cada palabra rimbombante que se pronuncia en nombre del «progreso». Se ha convertido, con una disciplina digna de mejor causa, en animador oficial de la estrategia Indra-Vía Carisa, que se disfraza de novedad mientras barre con lo ya construido.
Su entusiasmo —que bien podría estar más ligado a las sinergias institucionales que al análisis económico— se suma al del alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, que camina satisfecho al lado de la miopía que su partido exhibe sobre la industria de defensa (sobre la industria en general) y sin pestañear ante lo que se pierde por el camino.
Pero lo que ambos apoyan no es progreso; es su sustituto. No es reconstrucción; es una reescritura interesada del mapa industrial asturiano.
Ni Paniceres ni Canteli parecen hacerse la pregunta más básica: si ya tenemos producción, si ya tenemos know-how, si ya tenemos contratos con aliados… ¿qué estamos ganando exactamente con esto?
El PP como copia de la política industrial de Sánchez
Y aquí conviene detenerse un momento más. Porque mientras el PSOE de Sánchez ejecuta con determinación su estrategia de recentralización tecnológica en torno a Indra y los Escribano, lo llamativo es el seguidismo acrítico del Partido Popular. En lugar de ofrecer una alternativa liberal, descentralizadora, basada en las empresas que ya funcionan y no en los conglomerados que quieren inventarse, el PP asiente. En silencio. En Asturias, en León, en Valladolid o en Jaén, los populares repiten los mismos gestos, las mismas frases, el mismo libreto. Como si temiesen contradecir un plan que no escribieron, pero al que se suman sin leer la letra pequeña.
Ese mimetismo con la política industrial de Moncloa no solo debilita al propio PP como alternativa nacional, sino que condena a las regiones a una especie de servidumbre industrial, donde se renuncia a lo propio para agradar al amo tecnológico del momento.
Una propuesta sensata: federar lo que ya existe

Frente a esta lógica vertical, hace falta una respuesta horizontal. No una nueva «alianza» con nombre romano y foto oficial, sino un consorcio técnico y territorial de empresas reales, con presencia contrastada en defensa, tecnología dual y metalmecánica. Un entramado que reúna lo que ya está en funcionamiento: Santa Bárbara Sistemas, empresas auxiliares de Trubia y Sevilla, proveedores de electromecánica, firmas punteras de Castilla y León, y startups de Extremadura que sí pueden sumar valor.
No para inventarse un corredor. Sino para fortalecer uno que ya existe. No para engordar la cuenta de resultados de Indra, sino para tejer músculo industrial que no se pliegue a los vaivenes del poder. Un sistema donde la palabra «sinergia» no sea un eslogan hueco, sino una práctica verificable.
Asturias (España toda) no necesita más humo. Necesita reconocimiento, inversión y libertad para que lo que ya funciona lo haga mejor. Si el camino es por la Vía Carisa, que no sea por la vía de la obediencia, sino por la de la inteligencia.
ENLACES RELACIONADOS:
1. LNE – “La alianza de industria de Defensa ‘Vía Carisa’ gana fuerza con Castilla y León”
La Nueva España informa sobre la reciente incorporación de Castilla y León a la alianza Vía Carisa, fortaleciendo el corredor de defensa junto con Asturias, Extremadura y Jaén. Destaca la firma del convenio en Valladolid y el impulso estratégico que supone para el sector de la industria militar en la Ruta de la Plata.
https://www.lne.es/asturias/2025/06/28/alianza-industria-defensa-via-carisa-119146137.html
2. Asturias Hub Defensa – “General Dynamics Santa Bárbara Sistemas”
Perfil de GDELS‑Santa Bárbara Sistemas, que emplea a más de 700 profesionales en cuatro centros dedicados a defensa. Resalta su capacidad tecnológica en movilidad, protección, integración de sistemas y logística, consolidándose como referente europeo en I+D y producción de sistemas terrestres.
https://www.asturiashubdefensa.com/en/socios/1general-dynamics-santa-barbara-sistemas/
3. Asturias Liberal – “El corredor de la Carisa y la Industria de Defensa: Cronología de una usurpación anunciada”
Artículo crítico que denuncia cómo la alianza Vía Carisa pretende “inventar lo ya inventado”, ignorando el corredor real que ya existe (Trubia, Alcalá, León, Zamora, Córdoba) y alertando del riesgo de monopolización por parte de Indra y su círculo frente a la industria consolidada.

Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED