
La palabra “chiringuito” tiene su origen en Cuba, en las plantaciones de azúcar, donde los trabajadores en los descansos le echaban agua al café. Al “chorrito» resultante lo bautizaron como «chiringo». En los tendejones donde descansaban a tomar su «chiringo» lo bautizaron con el nombre de «chiringuito». En las playas y romerías españolas lo usamos habitualmente para denominar a los quioscos desmontables.
De aquí la palabra “chiringuito” pasó a denominar eufemísticamente a las empresas o asociaciones donde su organización, su funcionamiento y sus resultados económicos carecen de trascendencia, porque solo interesa discrecionalidad para incorporar amigos, gracias a la confianza y al “dedo” del político que manda.
Antes de que nadie me lo recuerde, EM&E es una empresa familiar nacida en 1989, como pequeño taller de mecanizado en Coslada (Madrid) dedicado a la fabricación de piezas para terceros, colaborando con empresas del sector de Defensa como subcontratada. En 2010-2011, la nueva generación transformó el modelo, incorporando ingeniería de diseño propia, para diseñar, desarrollar y fabricar productos completos en el ámbito de la Defensa. La década siguiente confirmó el acierto de esta estrategia: de ser un modesto taller pasar a fabricante que ofrece sistemas llave en mano, para desarrollar estaciones de armas controladas a distancia, sistemas electro-ópticos avanzados, kits de guiado de munición, soluciones anti-dron, robótica aplicada, y software de control, gracia a sus capacidades propias en estabilización, óptica, control de fuego y electrónica.
Hasta aquí, este proceso es digno de ser elogiado como un modelo de empresa admirable; que nadie se equivoque.
Todo cambia en EM&E desde su participación en el consorcio TESS DEFENCE, S.A. creado para ejecutar el mayor contrato terrestre del Ejército español en las últimas décadas.
TESS DEFENCE está integrado por cuatro socios industriales españoles: INDRA, SANTA BÁRBARA SISTEMAS (filial de GENERAL DYNAMICS EUROPEAN LAND SYSTEMS), SAPA OPERACIONES Y EM&E.
El Ministerio de Defensa les adjudicó en 2020 la fabricación de 348 Blindados 8×8 por unos 2.000 millones de euros, en el que cada empresa aporta sus capacidades: SANTA BÁRBARA SISTEMAS ensambla vehículos y chasis, INDRA integra sistemas electrónicos, SAPA provee el motor y EM&E solo suministra las torres y estaciones de armamento remoto y sistemas electroópticos ……. pero ambiciona hacerse con todo.
En 2024 INDRA anunció la adquisición de una participación adicional para controlar el 51% del capital y asumir el control del consorcio TESS. Así, INDRA pasó a liderar plenamente TESS DEFENCE. El objetivo de INDRA es hacer de TESS el buque insignia de futuros programas de Defensa (como el carro de combate europeo MGCS).
Simultáneamente, aumenta el interés de EM&E como socio tecnológico. En 2023, adquirió un 8% de las acciones de INDRA, y en 2024 compró otro 6% del capital, alcanzando una participación del 14,3% de Indra. Con ello, EM&E reforzó su posición como socio industrial de referencia en INDRA, sólo por detrás de la SEPI que posee el 28 %.
Tras la salida política de Marc Murtra de la presidencia de INDRA y su nombramiento “político y digital” para presidir TELEFÓNICA, la designación de quien ahora ocupa su lugar, (ex-Presidente de EM&E), se interpreta claramente como un movimiento auspiciado por el Gobierno sanchista para afianzar su control en la compañía tecnológica, como sucede en otros ámbitos de los poderes del Estado, cuya lista alargaría en exceso este artículo.
La operación fue descrita en prensa económica como el “asalto” de la empresa familiar EM&E al núcleo de poder de INDRA de la mano del Gobierno y de la SEPI.
Y así comienzan los pasos para montar otro “chiringuito” en el área de la industria de Defensa.
El nuevo presidente de INDRA en su comparecencia el pasado 13 de marzo en el Congreso de los Diputados, detalló su plan “militar” para INDRA y no se recató para afirmar que en su “mirilla” está SANTA BÁRBARA SISTEMAS y se ha lanzado a anunciar sus propósitos de adquirirla, sin consultar siquiera con sus legítimos propietarios, quienes desde la privatización formalizada en 2001 es la empresa norteamericana GENERAL DYNAMICS LAND SYSTEMS (GDELS). En Trubia y en Madrid la noticia les llegó a directivos y trabajadores de GDELS por la prensa y, estupefactos con los modos, cogieron un cabreo imaginable y anunciaron de modo fulminante que no tenían plan alguno de vender la Empresa.
Los modos del presidente de INDRA (28% SEPI, dirigida por gente de confianza del Gobierno, y 14,3% propiedad de EMEI, propiedad del presidente de EM&E y de su hermano) confirman que EM&E actúa con el beneplácito de actual Gobierno de España que, a través de SEPI, apoyó la entrada de la familia propietaria de EM&E en INDRA como parte de una estrategia de manejo de la industria nacional de Defensa por medio de una “palanca” de confianza.
A partir de este punto, aconsejo a los lectores releer el insuperable artículo de Joaquín Santiago en Asturias Liberal del pasado 14 de abril de 2025:
que finaliza con la rotunda conclusión “el monopolio como disfraz de modernización”, a la que solo me queda añadir “…. y como montaje de un nuevo chiringuito”.
En Asturias ya tenemos:
- -el “chiringuito” de basuras (COGERSA),
- -el “chiringuito” del agua (CADASA),
- -el “chiringuito” de la vivienda (VIPASA),
- -el “chiringuito” de la cultureta (RECREA),
- -el “chiringuito” de la sanidad (GISPASA),
entre otros….
O sea, tenemos mucha experiencia en “chiringuitos” y mirando a Trubia todo apunta a un nuevo “chiringuito” de la Defensa, al observar los movimientos de la empresa semipública INDRA -tras la que se esconde EM&E- para adueñarse, sí o sí, de SANTA BÁRBARA SISTEMAS, sin tener ni instalaciones adecuadas ni personal capacitado, atraída exclusivamente por el olor de las inversiones anunciadas en España y en la UE en materia de Defensa. En Trubia y en el Principado entero, avisados estamos los asturianos.
E indefensos ante un Gobierno autonómico que, como es habitual, no defiende los intereses de sus paisanos por puro “servilismo político”, mientras “la heroica pseudo-oposición dormía la siesta”, parafraseando a Clarín.

Francisco Álvarez-Cascos Fernández (Madrid, 1 de octubre de 1947), político e Ingeniero de Caminos español.
Residió en Gijón y actualmente en Madrid.
Tuvo un papel destacado en el Partido Popular del que fue Secretario Genearal desde 1989 hasta 2000.
En el gobierno de Aznar fue vicepresidente primero del Gobierno de España entre 1996 y 2000. En ese tiempo fue también ministro de Presidencia. De 2000 a 2004 ocupó la cartera del ministerio de Fomento.
En 2004 dejó la política activa y por haber sido rechazada su candidatura a la Presidencia del Principado, en 2011 abandonó el Partido Popular y fundó una escisión del mismo en Asturias: Foro Asturias de Ciudadanos (FAC). Gracias a este partido logró ser elegido presidente del Principado de Asturias, si bien el pacto PP-PSOE bloqueó su Gobierno y rechazó su proyecto de PGPA y decidió convocar elecciones y perdió la presidencia del Principado en 2012. Fue presidente de Foro hasta su renuncia en 2015 y continuó como militante hasta su baja voluntaria en 2019, tras el giro dado por Carmen Moriyón, incompatible con los principios y valores del partido que se fundó en 2011.