
Después de escuchar hoy en la RTPA la noticia sobre la Sentencia del Tribunal de Justicia de Asturias (TSJA) que rechaza los recursos de la Fiscalía y de FORO contra la Sentencia de la Audiencia Provincial de Oviedo y absuelve por segunda vez a Francisco Álvarez-Cascos, resulta muy necesario hacer unas reflexiones sobre el proceso y sobre las actuaciones de la señora MORIYÓN, del señor PUMARES y de sus secuaces que con saña y con odio les llevaron hasta este momento.
Cuando menos resulta muy bochornoso para ellos y les retrata como personas rencorosas y mezquinas pero que, sin duda, han logrado hacer, con la complicidad de sus bien retribuidos aliados mediáticos, un daño político y personal irreparable a Álvarez-Cascos y al patrimonio colectivo de muchos asturianos, entre los que me encuentro.
Utilizaron esa máxima filosófica de “difama que algo queda”. Esperemos que, en este caso, ese “algo queda” se difumine con información en medios de comunicación y alguno nacional que en su momento contribuyeron con sus injurias, insidias y hasta calumnias en sus titulares malintencionados y de relevancia exagerada.
Dicho todo lo anterior y, tras la alegría de la Sentencia del TSJA, deduzco conclusiones muy importantes, como derivadas de las dos Sentencias que deben de interpretarse como auténticas condenas implícitas pero rotundas.
La primera es que, en términos taurinos, esta segunda Sentencia es una ESTOCADA QUE DEJA AL BORDE DE LA “MUERTE POLÍTICA” A MORIYÓN Y A SU SUBALTERNO PUMARES.
No tienen ya ningún valor moral ni político, algo que debería meditar quien aún conserve la lucidez en el PP asturiano, que lo único que va a conseguir con ese acuerdo fotogénico que firmó Queipo recientemente con el diputado de FORO y que autocalificó como histórico -el chico es modesto- es perder votos autonómicos y nacionales en próximas elecciones si cuenta con ellos.
No son personas de fiar y los asturianos lo sabemos.
La segunda es que, si persisten en acudir como última Instancia al Tribunal Supremo, la Sentencia que les espera, siguiendo con términos taurinos, será LA PUNTILLA DEFINITIVA de MORIYÓN, de PUMARES y de SUS CÓMPLICES.
La tercera y más importante es que LA SENTENCIA DEL TSJA y LA ANTERIOR DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL dejan en evidencia que MORIYÓN, PUMARES y el resto se sus secuaces basaron su Querella contra Francisco Álvarez-Cascos en MENTIRAS, INSIDIAS e INJURIAS para lincharlo y quitárselo de en medio para manejar libremente FORO, ensuciando su trayectoria impecable y su imagen política que entregó muchos años de su vida a defender Asturias y a los asturianos.
Sus obras y sus actuaciones están a la vista de todos. Además, es muy necesario refrescarles la memoria histórica a estos personajes y realmente hay que hacer un esfuerzo porque sus voceros, los medios de comunicación antes mencionados, por razones inconfesables nunca dieron la misma relevancia a la verdad incontestable que a las mentiras que estos vomitaron en sus páginas, silenciando que MORIYÓN Y PUMARES CARGAN CON CUATRO CONDENAS FIRMES y que resumo a continuación
1. Sentencia del Tribunal de Cuentas de España que condena a MORIYÓN por apropiarse de 1.210,00 euros de fondos del grupo municipal para asuntos particulares
2. Sentencia del Tribunal de Cuentas que condena a MORIYÓN a la devolución de 35.000 euros por malversación contable, en beneficio personal.
3. Sentencia de la Audiencia Provincial de Oviedo que condena PUMARES, por incumplir sus obligaciones marcadas por la Ley de Protección de Datos.
4. Resolución de la Agencia Española de Protección de Datos que condena a FORO a pagar una indemnización de 20.000 euros.
Me pregunto ¿con qué autoridad moral se atrevieron a querellarse contra una persona que cumplió su palabra de intentar cambiar el rumbo de la decadencia de Asturias?
Si MORIYÓN y PUMARES llegaron a sus cargos fue porque estaban en la faltriquera de Francisco Alvarez-Cascos y porque se aprovecharon de su prestigio alcanzado en su etapa de Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Fomento en el gobierno de España.
Reflexiones:
● Pensemos quiénes son estos personajes como MORIYÓN y PUMARES; no eran nadie; no son nadie; no hacen nada más que fotos y se están “forrando” en los cargos que consiguieron gracias al “tirón” de quien, en su momento, confió en ellos.
● Deberíamos exigirles abandonar de inmediato la política por sus conductas reprobables material y éticamente, pidiendo perdón a Francisco Álvarez-Cascos por el daño, sobre todo personal, que le han hecho.
● Todos los asturianos que en su día les votamos debemos de gritar “Váyanse ustedes de una vez”.
Por favor, no sigan siendo rémoras ingratas y miserables de quien les hizo visibles en el tablero político en su momento. Esta gente -mejor dicho, gentuza- no representan ninguno de los principios de aquel FORO que ganó las elecciones en 2011.
Están prostituyendo el proyecto ganador de elecciones que un día quisimos construir muchos asturianos y que ellos -y personas como ellos de cuyos nombres no quiero acordarme- destruyeron, demolieron y enterraron, para defender sus intereses particulares y conseguir un sillón en el que acomodarse el mayor tiempo posible.
Admito con tristeza que no es consuelo comprobar que hoy día es la tónica general, en España y en Asturias de modo especial, que la mayoría de los políticos venden su alma al diablo del poder de las tinieblas y de la pasta que se están embolsando, pagado por todos nosotros los ciudadanos.
Por el contrario, aplaudo con tremenda alegría que de nuevo se haga justicia y que EL TSJA HAYA CONFIRMADO LA SENTENCIA ABSOLUTORIA DE FRANCISCO ÁLVAREZ-CASCOS DICTADA POR LA AUDIENCIA PROVINCIAL, CONDENATORIA DE LAS INSIDIAS DE MORIYÓN Y DE SUS SECUACES y espero que la sociedad asturiana y española sepa ponerles en su sitio.

Licenciada en Químicas
Profesora jubilada de intitutos.