Asturias Liberal > Aportaciones > Gestión o congestión del tiempo
Cuando terminamos empapizados con nuestro propio caos…

Hoy hablaré de un tema muy en boga y que nos toca a todos en algún momento de nuestra vida: La Gestión del Tiempo.

Filosofía de Madrid y el margen invisible del reloj

Algunas anécdotas empresariales de vida:

Hace unos años había quedado con un colega profesional, tal que un día a las 11:00 de la mañana, en una reunión en las oficinas de un cliente en Madrid.

Presto a acudir a la cita, me levanté a las 6:00, tomé el avión Asturias-Madrid, posteriormente un taxi, desayuné cerca del lugar acordado y, a las 10:30, llamé al madrileño con el que había quedado citado.

¡Oh, sorpresa! Mi colega -residente en Madrid- estaba aún en la cama y me dijo: “López, tú no entiendes la filosofía de Madrid. Si quedas a las 11:00, tienes un buen margen para llegar entre las 11:00 y las 12:00 argumentando que hay mucho tráfico”.

No lo entendí…

Azorados con los niños al colegio

Muy pocas veces en mi vida (por desgracia) pude llevar a mis hijos al colegio a las 9:00h.

Un cuarto de hora antes allí, todos los peques más o menos en la fila hablando de sus cosas, a las 9:00 la sirena y para dentro de las aulas.

Regresando con mi mujer y por el camino, había docenas de madres (y cada vez más padres) que iban arrastrando a sus hijos y que, obviamente, llegaban con un considerable retraso.

Le dije a mi mujer que pobres madres e hijos ya que les había “pillado el toro”.

Me contestó: “José, no te equivoques, esas madres siempre llegan azoradas y tarde”.

No lo entendí…

Clases, másteres y la pedagogía del chiste

He impartido varias clases en distintos cursos/másteres, tanto a personas ocupadas como a desempleadas. De forma sistemática, fueren ocupadas o desempleadas, siempre hubo alguna que llegaba tarde. Además, casi todos los días. Siempre y sin excepción, yo les indicaba que estaba para dar clase, estuvieran o no, pero que realmente era una falta de educación para los presentes.

De forma socarrona siempre indicaba a los “tardones” que les tocaba, o pagar un café a cada uno o contar un chiste donde nos riéramos todos.

No lo entendían…

Candidatos impuntuales y excusas que no cuelan

He hecho muchas entrevistas en mi vida y en muchas de ellas el candidato llegaba tarde argumentando que le había costado encontrar el sitio.

Mi respuesta: “si te convoco con al menos un día de antelación lo lógico es que ese mismo día hubieras acudido a encontrar el lugar de encuentro y el día de la cita hubieras llegado mucho antes, tomado un café y acudido a la cita cinco minutos antes de la hora convenida”.

No lo entendieron

¿Tardanza estructural o simple arrogancia?
  • -¿La tardanza es algo habitual e intrínseco de tu vida, incluso desde nuestra tierna infancia?
  • -¿Es nuestra forma de vida desde que nos levantamos?
  • -¿Tenemos algo muy importante que hacer y siempre antes de una cita o, simplemente, somos personas “mucho más importantes” que el resto?
La urgencia fingida: el teatro de las ofertas “a full”

De igual forma…Seguramente te habrá pasado alguna vez que alguien te haya pedido una oferta con extrema urgencia, se la hayas entregado en tiempo y forma y cuando reclamaste su veredicto te haya contestado “discúlpame, pero no he podido ponerme con ella pues estoy a full”.

Promesas que se disuelven en el tiempo

Y ahí habrás escuchado de ese alguien un “te digo algo mañana, te contesto el lunes sin falta, resolvemos eso esta semana a más tardar”.

Y posiblemente ese mañana, esa semana, ese próximo lunes, ese espacio atemporal, se haya extendido sine die hasta que fuiste tú quién volvió a retomar la conversación. Y así, en repetidas ocasiones hasta que tiraste la toalla, lo dejaste por imposible o, simplemente, lo guardaste en el baúl de los recuerdos…

La relatividad mal entendida: Einstein no tiene la culpa

Yéndonos hasta el “infinito y más allá, Albert Einstein afirmó que el tiempo es relativo. Eso era por su teoría de la relatividad, el cosmos y el espacio recóndito.

Pero nosotros nos movemos siguiendo husos horarios, el cosmos está muy lejos y el espacio recóndito bastante más allá de donde alcanza nuestra vista, así que la relatividad de nuestro tiempo no debería existir…

Germánicos en método, flexibles en espíritu

Seamos germánicos (que no cuadriculados) en organización y perseverantes en nuestras metas, aunque sólo sea para cerrar una tarea inacabada y pasar a la siguiente.

La habilidad transversal que casi nadie cultiva

Y es que la mayoría de las veces carecemos de habilidades directivas tales como Liderazgo, Gestión de Proyectos y de Equipos, Dirección de Reuniones, etc. pero, sobremanera, de otra que debería ser transversal a cualquier función como es LA GESTIÓN DEL TIEMPO.

¿Urgente o importante? Saber distinguir es vital

Y en ella, resulta esencial saber discernir lo importante de lo urgente y en una mayor derivada, lo muy urgente de lo muy importante…

Como colofón, resulta sorprendente que casi todas las personas confunden lo urgente con lo importante. Y ya nada que decir cuando todo lleva delante el adverbio “muy (p.e. muy urgente)”…

La avalancha de lo pendiente: caos, bola y frustración

Toda esta amalgama de confusiones nos lleva a ser improductivos, abrumados y a sentirnos empapizados por todo aquello que hemos procrastinado y que nos “hace bola”…

Al final, esa mala gestión termina convirtiéndose en congestión y afecta, en mayor o menor medida, a nuestra vida cotidiana y, en lugar de fluir, terminamos deambulando, sin rumbo claro y entre un sinvivir de decisión erróneas y extemporáneas…

Procrastinación, sí… pero a veces es simple desidia

Eso ya no es procrastinación sino más bien

  • -dejadez,
  • -pasotismo,
  • -indolencia,
  • -soberbia,
  • -dejadez de funciones
  • -o, simplemente, que no tienes palabra.
Tu tiempo no vale más que el de los demás

Pero bueno, igual es que estás mucho más liado que el resto del mundo-mundial y tu tiempo es oro, pero el del resto de los humanos es relativo y debe ser servil contigo porque eres… extremadamente importante.

Conclusión: orden, discernimiento y una pizca de humildad

Así que, la próxima vez que te sientas empapizado por la avalancha de tareas, recuerda hacer una pausa y discriminar entre lo urgente y lo importante.

¡Tu tiempo y sobre todo tu paz mental -y la de tu entorno- te estarán eternamente agradecidos!


ENLACES RELACIONADOS:

1. La escasez de tiempo es uno de los grandes problemas de la sociedad actual

https://www.elle.com/es/living/trabajo-finanzas/a62816130/como-gestionar-bien-el-tiempo/

2. Esclavos del tiempo: por qué la agenda nos atenaza en el trabajo

https://elpais.com/economia/negocios/2025-03-26/esclavos-del-tiempo-por-que-la-agenda-nos-domina.html

3.Cómo dejar de ser esclavo del tiempo

https://www.expansion.com/expansion-empleo/desarrollo-de-carrera/2025/02/07/67a600ed468aeb547f8b4586.html

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