
Foto de portada, gentileza de El Comercio.
Si el cambio climático es el telón de fondo, los incendios forestales en Asturias son la escena principal. Y la escena se apaga con prevención y gestión, no con titulares.
Presentar un “gran pacto” contra el cambio climático de un Pedro Sánchez en plena y patética huida hacia la nada, como coartada ante los incendios es un truco de prestidigitación política: si realmente se puede combatir, la batalla es a muy largo plazo y no sirve para apagar el fuego de mañana; si no se puede, peor, porque se convierte en excusa para la inacción; y si no es cierto en los términos proclamados, peor todavía: una tapadera para eludir responsabilidades inmediatas. Resultado: retórica a la atmósfera, monte a las llamas.
El acierto rural: cuidados que sí previenen
Como este viral vídeo cuenta en román paladino, en brañas y valles no hablan de cumbres, hablan de hacer. Lo que piden ganaderos y campesinos es sensato, contrastado y forma parte del ADN de este territorio:
— Desbroce invernal selectivo (no a matarrasa): reduce combustible fino sin resecar el suelo ni castigar la biodiversidad.
— Quema prescrita bien diseñada: ventanas meteorológicas seguras, equipos cualificados, objetivos claros (renovar pastos, crear fajas de parada).
— Pastoreo extensivo dirigido: auténticos “bomberos con patas” que contienen el matorral; contratos silvopastorales con cargas y rotaciones.
— Fajas auxiliares y accesos en la interfaz urbano-forestal: alrededor de pueblos, granjas e infraestructuras para que el primer ataque no llegue tarde.
La prevención cotidiana no es una ocurrencia: es oficio, calendario y conocimiento local acumulado.
Lo rural reclama autorizaciones ágiles, criterios claros y apoyo técnico, no una selva de trámites. Y tiene razón: la prevención se hace con botas y calendario, no con liturgias comunicativas.
Lo que ordena la ley… y lo que no se ha hecho
Algo que olvidan tanto Feijóo como Sánchez, Queipo y Barbón es lo ya se previó hace ya 22 años. Pero lo que Aznar hizo, ya se sabe, el Alzheimer de los políticos de ambos partidos reprogramados a peor con la era Zapatero, se olvida.
La Ley 43/2003 de Montes —reformada en 2015— ya trazó el mapa operativo: planificación forestal preventiva; gestión del combustible (desbroces selectivos, quemas prescritas, pastoreo); fajas de seguridad; restricciones en épocas de riesgo; y prohibición de cambiar el uso del suelo forestal durante 30 años tras un incendio. El papel era nítido; la práctica, borrosa.
Luego llegó la letra autonómica: en Asturias, la Ley 2/2017 suprimió los acotamientos post-incendio al pastoreo (salvo excepciones), justo la medida disuasoria que el ecologismo reivindica para evitar que el fuego sea atajo a pasto “gratis”.
— Quien defiende el monte desde la ecología lo hace desde su bucle egocéntrico cuando exige selectividad, ventanas ecológicas, suelo vivo y frondosas autóctonas.
— Quien lo trabaja cada día tiene razón cuando denuncia trabas absurdas para mantener fajas, pistas, desbroces y quemas que llevan un siglo funcionando.
— La administración traza en el papel —INFOPA, planes, protocolos—, frases aparentes que la burocracia que ella misma prevé la convierte en humo de incendio.
Teníamos el manual, pero no lo seguimos: demasiados cortafuegos en el BOE, pocos en el monte.
Conclusión: menos humo, más oficio
Menos pactos de niebla y más botas en el barro. Asturias necesita un combo inmediato y verificable: actualizar planificación forestal; inventariar qué fajas sirven y cuáles no; desbroce selectivo (no “limpieza” a ciegas); quemas prescritas con protocolo fino; pastoreo dirigido con contratos; ventana única de permisos; métricas claras (conatos, humedad del combustible, erosión del suelo, fauna indicadora). Y, sí: reinstaurar acotamientos post-incendio calibrados (2–5 años, con excepciones motivadas) para que el delito no rente.
El clima es un telón teatral; lo que se quema hoy es la gestión. El humo sube, las excusas también; el fuego, si no haces lo que toca, se queda.
Dejar de confundir bosque con jardín y propaganda con prevención: ahí empieza el cortafuegos que de verdad funciona.l.
Y que la Guardia Civil encarcele al «cambio climático» como pepetrador intelectual de los incendios.
- Ley 43/2003, de Montes (BOE) — Texto consolidado de la ley básica forestal española: planificación, prevención de incendios, fajas de seguridad, gestión del combustible y régimen sancionador.
- Ley 21/2015, reforma de la Ley de Montes — Modifica aspectos clave de la prevención y la gestión post-incendio; deja a las CCAA decidir sobre acotamientos al pastoreo.
- Ley 2/2017 del Principado de Asturias — Reforma autonómica que suprime los acotamientos post-incendio salvo supuestos tasados; punto de fricción con el ecologismo.
- INFOPA Asturias — Plan de Incendios Forestales del Principado: épocas de peligro, medios de extinción y medidas de prevención cada campaña.
- Incendios forestales — MITECO — Marco estatal de prevención y defensa: normativa, planes, estadísticas y guías técnicas.
- Quema prescrita — MITECO — Criterios técnicos y exigencias de seguridad para el uso del fuego con fines preventivos.
- IPCC — Informes científicos sobre cambio climático que contextualizan los riesgos y la adaptación, sin sustituir la prevención local inmediata.
- Coordinadora Ecoloxista d’Asturies — Comunicados y denuncias sobre desbroces, quemas y gestión forestal desde la óptica de la biodiversidad.
- COAG Asturias — Posicionamientos y demandas del sector agrario y ganadero sobre autorizaciones, desbroces, quema cultural y accesos.
«`0

Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED