La senda Espinosa

Estoy seguro de que cada vez que ciertos políticos tenían que atravesar esa senda, les resultaba bastante molesta, dura y complicada. Parece ser que ya se han podado las espinas, pero presiento que va a ser mucho menos transitada.

Los sofistas griegos, además de varias disciplinas, física, medicina , leyes etc, le daban mucha importancia a los modales: la suavidad y entonación de la palabra, gestos, énfasis y la retórica en sus argumentos.

En la actualidad, todo eso sigue en vigor y entra dentro de lo que se conoce como “marketing”, imprescindible para ser deseado en los ámbitos sociales y escalar peldaños hacia la cumbre del poder.

Entre los presupuestos que manejan los partidos, deberían destinar una generosa parte a esta disciplina, contratando a los mas y mejores expertos, sofistas o directores, que se ocupen de todos los mínimos detalles a la hora programar y ensayar cualquier debate público.

La serenidad, la amabilidad, el encanto y la gesticulación, tiene que ser moderada y modulada según ciertos criterios estudiados y adaptado al personaje. Lo expuesto, puede resultar un tanto deleznable, porque se encamina a engatusar o embobar a la audiencia, pero es lo que hay…

El programa de VOX, contenía muchos apartados que la sociedad reclamaba con urgencia: la erradicación definitiva del fenómeno ocupa. Disminución de contingente político en toda la nación. Una inmigración bien regulada. Seguridad en las calles. Una justicia ágil y contundente…

Entonces ¿Qué ocurrió para que todos esos deseos sociales no se transformaran en votos al grupo?Abascal, su líder, maneja unos formas excesivamente militarizadas (aunque se libró de hacer el servicio militar). Su imagen subido al caballo, minimizaba al Cid Campeador. Asistiendo a sus mítines, pasabas angustia temiendo que de un momento a otro, dijera “ ¡¡a las armas compañeros”!!

Su segundo de abordo, Espinosa de los Monteros, tenía formas menos agresivas, pero un verbo excesivamente contundente, engreído y radical. Certero en el contenido, no lo discuto, pero tan vehemente en su exposición, que apetecía no darle la razón.

Otra persona que formó parte importante en el partido fue la Sra. Olona. Creo no equivocarme si digo que no le era simpática ni a sus compañeros. Si todo esto lo completamos con algunas propuestas poco acertadas y algunos otros miembros diciendo majaderías, que no fueron oportunamente censuradas, hicieron que se retrajeran un buen número de simpatizantes que deseaban castigar como fuera, la deriva casi grotesca, del partido gobernante.

Ganar las elecciones en esta legislatura, era manifiestamente fácil. No había que ganarlas, sencillamente las perdía el partido gobernante. Me explico: Si en una carrera voy el segundo a diez metros del primero y antes de llegar a la meta, el tiene la mala suerte de retorcerse un pie, yo entro el primero y gano la carrera, pero es bastante mas justo decir, que el campeón la perdió.

Pues en esta legislatura, el caso viene a ser parecido. Se han hecho tantas barbaridades, tantos contrasentidos e incongruencias, que no solo se retorcieron el pie, es que lo enmarañaron todo de modo indecible. Por tanto, no había que hacer demasiados alardes para entrar el primero en las urnas.

Presentar moderadamente lo que es necesario y urgente legislar y modificar en este país, pero no imponerlo con modales agresivos y totalitarios, es sencillamente, evitar que te manden a la porra, como sucedió.

Es muy posible que una frase tan poco afortunada como “la calle es mía” impidió que un gran político como era el Sr. Fraga Iribarne ocupara su añorada presidencia del gobierno.

Gracias Sr. Espinosa, por su dedicación la política de mi patria. Le deseo mucha suerte en todo lo que desee emprender.