Asturias Liberal > Aportaciones > En Defensa de la Verdad > Asturias será una isla ferroviaria en cinco años: los ingenieros alertan y Álvarez-Cascos lo advirtió con tiempo

Hay textos que no son artículos: son advertencias.

El que acaban de firmar en La Nueva España Ignacio García-Arango Cienfuegos Jovellanos, Avelino Acero Díaz, Vicente Luque Cabal y José Antonio Sáenz de Santamaría es uno de ellos.

Un texto lúcido, urgente, casi con tono de diagnóstico clínico, que no viene a especular ni a opinar: viene a decirnos que el corazón logístico de Asturias puede dejar de latir si no se opera a tiempo. Porque el problema no es solo el retraso del ancho europeo.

Es la condena a una irrelevancia ferroviaria crónica, justo cuando el resto de Europa —y buena parte de España— avanza hacia una interoperabilidad que permite a las mercancías salir de un puerto en Galicia y llegar a Rotterdam sin cambiar de vía. Asturias, si nadie lo impide, quedará fuera de esa red. No por causas naturales. Por desidia política, por ignorancia estratégica, por complicidades ocultas o simples complejos.

Los autores del artículo no se andan con eufemismos: alertan de que Asturias podría entrar en ese 32% de trazados que no serán operativos en 2030, porque el tramo León-Gijón aún depende del vetusto ancho ibérico y de una infraestructura ferroviaria que no permite superar los 60 kilómetros por hora en buena parte del recorrido. ¿Qué futuro logístico puede construirse sobre ese lastre?

Las advertencias de un peligro

Y entonces uno recuerda —o debe recordar— que Francisco Álvarez-Cascos ya lo dijo todo esto, y mucho antes.

-En 1999, en La Granda, cuando muchos aún estaban celebrando el AVE como fetiche electoral, Cascos ya advertía de la importancia de integrar Asturias en los grandes corredores paneuropeos.

-En 2011, en la Feria Internacional de Muestras, volvió a denunciar el abandono de los grandes proyectos logísticos por parte de los gobiernos regionales, la falta de ambición, la dejadez estructural.

-Y en su discurso del 28 de octubre de 2019 en Oviedo, Cascos ya hablaba del riesgo de que la Variante de Pajares se convirtiera en una promesa hueca si no se acompañaba del cambio de ancho y de una planificación estratégica para mercancías. No era una denuncia oportunista. Era un mapa de ruta. O mejor dicho: de las rutas que Asturias podría perder.

Nadie puede decir que no fue advertido. Los documentos están ahí. Los discursos también. Y ahora llegan los ingenieros —los técnicos, no los tertulianos— a decir lo mismo con otras palabras: Asturias corre el riesgo de convertirse en una isla ferroviaria, conectada solo con sí misma.

Ni el Puerto de Gijón, ni Avilés, ni Asturias podrán competir en igualdad si sus contenedores necesitan detenerse en León para cambiar de ejes, como si estuviéramos en el siglo XIX.

La culpa no es solo de Madrid

Es fácil culpar al Ministerio. Y tiene su parte. Pero en este asunto, la responsabilidad más grave pesa sobre los sucesivos gobiernos socialistas del Principado, que han mirado hacia otro lado durante décadas. Tuvieron tiempo. Tuvieron recursos. Tuvieron informes. No hicieron nada.

  • -Se podría haber presionado,
  • -Se podría haber condicionado el voto asturiano en el Congreso a esta infraestructura básica,
  • -Se podrían haber movilizado alianzas con otras comunidades afectadas por la lentitud del Corredor Atlántico.

Nada de eso ocurrió. En lugar de una política ferroviaria, Asturias ha tenido un carrusel de consejeros que no sabían ni siquiera que el ancho europeo no es un detalle técnico, sino un pasaporte económico.

La ausencia de voz, de visión y de presión ha sido clamorosa. Como si el progreso pasara de largo y nadie se diera cuenta.

Lo que está en juego

Esto no va de trenes. Va de economía, de industria, de empleo, de puertos, de logística, de atracción de empresas.

Va de si Asturias será un nudo del mapa o un apéndice olvidado. Los autores del artículo lo dicen claro: sin el ancho europeo, no hay movilidad competitiva de mercancías. Y sin eso, no hay estrategia industrial que aguante.

Álvarez-Cascos lo predijo, lo explicó, lo defendió, y hoy su nombre aparece casi como una nota al pie en el discurso oficial. Lo que es injusto para la historia, pero también revelador para el presente: cuando se ignoran las advertencias, la realidad se cobra la factura completa.

Queda poco tiempo. El plazo para presentar ante Bruselas los planes de migración vence en julio de 2026. Luego vendrán los presupuestos, las obras —o no— y las consecuencias.

Asturias aún puede corregir el rumbo. Pero para eso hace falta lo que ha faltado hasta ahora: claridad, coraje y convicción.

Como aquellos discursos que algunos sí dieron. Y que otros prefirieron no escuchar.


ENLACE Y DOCUMENTOS RELACIONADOS:

Artículo de La Nueva España – Ingenieros asturianos sobre el riesgo ferroviarioTítulo: Asturias, ¿una futura isla ferroviaria?

En este artículo, los ingenieros Ignacio García‑Arango Cienfuegos Jovellanos, Avelino Acero Díaz, José Antonio Sáenz de Santamaría y Vicente Luque Cabal advierten que el tramo León–Gijón corre el riesgo de quedar aislado del Corredor Atlántico europeo si no se instala el ancho estándar UIC antes de 2030. Señalan además que el 32 % de las líneas del corredor no estará migrado a esa fecha, lo que deja a Asturias en una posición de aislamiento logístico grave .

https://www.lne.es/opinion/2025/07/06/asturias-futura-isla-ferroviaria-119405072.html

Documentos de Álvarez‑Cascos sobre infraestructuras en Asturias:

1. Inauguración de los Cursos de La Granda (20 julio 1999) – “Infraestructuras, territorio y vertebración: Asturias en el mapa del futuro

En este discurso inaugural de los Cursos de La Granda, Francisco Álvarez-Cascos, entonces vicepresidente del Gobierno y ministro de Fomento, ofrece una panorámica estratégica sobre el papel de las infraestructuras en la cohesión territorial. Subraya la urgencia de conectar Asturias con los grandes ejes peninsulares y europeos, anticipando la necesidad de integrarse en los corredores logísticos del futuro. La intervención contiene una visión de largo alcance sobre el sistema ferroviario, las autovías del norte y el papel del transporte como motor de desarrollo.

2. Inauguración de la Feria de Muestras de Asturias – FIDMA (5 agosto 2011)

En un acto solemne, Álvarez‑Cascos expone su visión estratégica para el Principado: la Variante de Pajares y el soterramiento de la estación gijonesa como piezas clave para la modernización logística. Denuncia la reversión al ancho ibérico, la limita competitividad portuaria y reclama un modelo ferroviario plenamente europeo.

Clausura de los Cursos de La Granda (26 agosto 2011) – “La hora de las reformas: voluntad política frente a la resignación” En la clausura de los Cursos de La Granda de 2011, ya como presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos lanza un discurso de marcado tono reformista. Denuncia la parálisis política en España, el agotamiento del modelo económico y la falta de coraje institucional para afrontar cambios estructurales. Entre estos cambios necesarios advierte del problema de las infraestructuras ferroviarias y el ancho de vía (páginas 17 y 18)

3. Discurso en Oviedo (28 octubre 2019) – “El futuro de las infraestructuras ferroviarias en Asturias

En su intervención en Oviedo, Francisco Álvarez‑Cascos lamenta que la variante de Pajares se haya concebido sin el ancho europeo, advierte de la amenaza que supone para el tráfico de mercancías y reclama la integración urgente de Asturias en el Corredor Atlántico mediante una red homogénea en ancho UIC.

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