Estimados señores presidentes o secretarios generales de los partidos denominadosde derechas a nivel nacional, pero también a nivel autonómico y local:

Como persona preocupada de la cosa publica me dirijo a ustedes con el ánimo de hacerles reflexionar sobre una serie de puntos que me parecen capitales en éste momento de la vida política de nuestro país.

En distintos lugares de nuestra geografía las elecciones autonómicas y locales han dado la mayoría a lo que los periodistas llaman “el bloque de la derecha”, marcando un cambio de ciclo, un cansancio generalizado hacia las políticas, y los políticos, “de progreso”, que sólo lo logran para sus propios bolsillos.

Dicho bloque son básicamente dos partidos, Vox y PP.  En unos sitios llegan a acuerdos con más facilidad que en otros, sospecho que en función de la personalidad de las personas implicadas en cada negociación, pero quiero recordarles lo siguiente, que me parece central, y que a veces se pierde de vista.

Si la mayoría de los votantes, más del 50%, ha votado a “la derecha…” ¿Con que cara van a explicarles que no han sido capaces de ponerse de acuerdo para formar gobiernos “de derechas” que comiencen a revertir el daño económico y social que el socialismo, una vez más, ha traído? ¿Con que cara le explican que van a repetir elecciones en tal o cual sitio, porque no fueron capaces de decidir quien se sentaba en tal o cual sillón, antes de ponerse de acuerdo en de qué manera iban a arreglar los temas y problemas que a los votantes sí les interesan?

Entiendo que sientan la necesidad de diferenciarse uno de otro, de tener un perfil propio para recaudar sus propios votos. Pero la propaganda, también en los partidos de la derecha, está llegando un punto en que está superando a la política, creándose eslóganes y lemas que luego los “fans” de uno y otro partido repiten como papagayos, pero vacíos de contenido real, de propuestas concretas, de políticas eficaces.

Yo no sé si en Murcia, Extremadura… etc. serán capaces de pactar algo útil, o acabarán devolviendo el gobierno a los socialistas por incapacidad de llegar a acuerdos entre partidos que supuestamente son afines en un alto porcentaje, pero si se diera el caso, señores secretarios generales, señores presidentes de partido, cesen fulminantemente a los incapaces.

Expulsen a los que priorizan su sillón por encima de los intereses de sus propios votantes. Aniquilen a los que piensan primero en sí y en sus posiciones antes que en el bien general.

Y si eso, luego, dimitan. Y que coja las riendas alguien que realmente venga a servir y a ser útil.

Basta de propaganda hueca, basta de mantener los “chiringuitos” del gobierno anterior, basta de Falcon, basta de colocar “amiguetes” inútiles, basta de una clase política sólo capaz de mirarse el ombligo, y que viene a hacer su propia fortuna, a costa del dinero de todos.

Hace falta un cambio de rumbo real y efectivo. Si no son capaces de entender eso, no serán mejores que a los que sustituyen, y por tanto inútiles y prescindibles.