Aviso para noveles navegantes en los siete mares de Rhye: la presente columna marmórea de opinión, podría herir su sensibilidad. De modo que ojos que no leen, corazón que no siente; y sin mayor dilación, dado que el show de esta tragicómica y dura vida ha de continuar,,para que quede constancia, pido al lector que se pudiera sentir molesto ante una transgresividad escrita, muy lejos de pretender erigirse en actualizadas tablas de Moisés, se ausente si no para ir a ver la ballena -¡válgame la Santina!, a participar, desnudos de polvo (el que somos y el que nos convertiremos) y paja (intelectual o no), en una carrera de bicicletas, tan saludable como respetuosa con el tan manido cambio climático, donde hay cabida para todos los campeones, que bajo la presión de lo políticamente correcto, entonan su particular innuendo. [Hashtag: #GodSaveTheQueen].

Es notorio que corren malos tiempos para la lírica y que tras cada ladrillo del muro, orquestado en oscuras maniobras del poder, jaula con barrotes de carbón (real como el del Castillo de Salas, mas no infinito ni tampoco infinitesimal),,para que nuestra inteligencia natural, sea reconducida (reeducada), hacia la artificiosa inteligencia artificial, [Emoji: carita con manifiesta expresión de sorpresa].

Pónganse ahora ustedes en el pellejo o en los poros capilares del alopécico Rubiales. ¿En base a qué moral está siendo condenado por millones y millones de personas, a lo ancho y largo de este nuestro planeta azul, capaces de defender a capa y espada, aunque sea la de Damocles, tanto la cuadratura del círculo, como si se terciara (orgullo patrio los tercios de Flandes) el terraplanismo?

No será seguro por la ética y menos aún la de Platón (el mismo filósofo ateniense, padre (y madre) del amor platónico, a veces daltónico e incluso ciego). Alguno debería penar su ignorancia supina, más aún si ésta es consciente,con años de caverna (la mediática no tiene culpa de tanta necedad), siendo reservado para los más perniciosos, el infierno del renacentista florentino Dante (previa cita por App y con descuento -que no se diga- por pronto pago a través de Bizum). [Hashtag: #PeroQueMeDices].

Pero ya lo cantaba la figurada joven aprendiz de bruja, Alaska, quien con su bola de cristal, nos mostrase cada renglón torcido, característico del libro de toda vida (a veces de la selva), que lejos aún de la muerte corpórea, haya perecido bajo un coma espiritual: «¿Dónde está nuestro error sin solución? ¿Fuiste tú el culpable o lo fui yo? Ni tú ni nada puede cambiarme». [Emoji: guitarra eléctrica roja].

Que dos no pelean si uno no quiere, es tan plausible como que dos no llegan a un acuerdo si uno no lo desea. Vean si no ustedes lo que está ocurriendo entre los dos principales candidatos a la presidencia del gobierno de España. Tenemos ante nosotros una encrucijada, de lo más parecido a un sudoku con cruz de navajas, a la altura de la Escalerona, donde se mezclan en perfecta armonía, salitre y sal. [Emoji: carita con la parte superior en azul, en lugar de ser toda amarilla, con gotita incluida].

Nunca se dejen por ello ustedes, si me permiten el consejo, dejarse arrastrar en aguas repletas de pirañas, voraces como lo era aquel Piraña de ‘Verano Azul’, pero a mil años luz de su bondad. De esas aguas mejor no beber, especialmente si carecen de salitre y sudor. Porque además el tiempo, si bien es relativo según Einstein, pocas cosas son tan ciertas como que aquí estamos cuatro días, y que mañana serán tres. O que Chanquete no murió abordo del Castillo de Salas {GIF: Chanquete ha muerto].