Corría el año 2009 cuando la recesión económica ya afectaba notablemente en España. En las reuniones de amigos (cenas, comidas, tertulias…), cada vez que alguien se atrevía a lamentar “¡qué mal está todo!”, un provocador respondía “la culpa es vuestra, ¿para qué votasteis a Zapatero?”. De vez en cuando alguna incauta (porque siempre eran mujeres) reconocía su voto afligida y apenada: “ya… si lo sé no le voto, yo no pensé que fuera a ser así… pero por tradición…”. Confieso que lo que solía empezar como una broma a veces se convertía en discusión y a punto estuvo de provocar un par de divorcios cuando los maridos –que normalmente escoraban a la derecha- se enteraban de que sus inocentes mujeres habían votado a Zapatero.

Todos recordaremos estas palabras en la campaña electoral de 2008:

Supongo que estaremos de acuerdo en que Zapatero llegó al poder en 2004 gracias a unos atentados en vísperas que perjudicaron seriamente la intención de voto hacia el Partido Popular, y seguramente engañó y defraudó las esperanzas de algunos que depositaron en él su confianza, pero para las elecciones de 2008 ya todos sabíamos quién era el personaje y lo que daba de sí. Una medida estrella de 400€ de deducción temporal en el IRPF compró muchos votos, y gran parte de los medios de comunicación hizo el resto para enmascarar o minusvalorar la crisis financiera de 2008 y lo que se le venía encima a España.

Podríamos decir que los gobiernos de Rajoy que vinieron después también engañaron a millones de votantes por prometer cosas que luego no cumpliría, por no gobernar atendiendo a la voluntad de su electorado y a los valores que supuestamente defendía, o por tener complejos a la hora de gobernar con una mayoría absoluta.

El Pedro Sánchez que llegó en 2019 ya sabíamos cómo era, cómo llegó a tomar el control de su partido; la “limpieza étnica” que había hecho en su propio partido era la versión 2.0 (corregida y aumentada) de la llevada a cabo en su momento por Zapatero, relegando y expulsando de las primeras filas a aquellos que tuvieran un discurso distinto o diferente al del líder. En Asturias lo sabemos bien desde que nos dejó el partido en manos de personas de reconocida solvencia y capacidad, de brillantes trayectorias profesionales como eran y como son LES ADRIANES (Adrián Barbón y Adriana Lastra).

Hace unos meses, desde esta misma trinchera, reflexionábamos sobre la necesidad de “votar bien”:

Por qué es tan importante votar (y votar bien) en los comicios generales del 23J

Dados los resultados de aquellos comicios y la situación actual, cada vez que alguien se rasga las vestiduras sobre las maniobras de Sánchez dan ganas de espetarle a la cara “la culpa es tuya, ¿para qué votaste a Sánchez?” o “no te quejes, haber votado bien”: recordemos que en julio de este mismo año 7.821.718 españoles le dieron el voto a Pedro Sánchez, pero 8.160.837 se lo dieron a Alberto Núñez Feijoo, quien no dudaba en proclamar que intentaría pactar antes con Pedro Sánchez que con Santiago Abascal.

Así como cada uno es muy libre de hacer lo que quiera y votar a quien le parezca mejor, de la misma manera tiene que ser responsable para asumir el resultado de sus decisiones. Ser adulto no sólo significa tener derecho a votar, sino ser responsable y consecuente con tus actos.

Ahora tenemos a los medios afines al PSOE justificando lo injustificable, blanqueando asesinos y delincuentes o justificando un golpe de Estado con tal de que gobierne el amado líder; y tenemos a los medios afines al PP diciendo aquello de “nunca pensamos que iba a llegar tan lejos”, rasgándose las vestiduras porque los españoles salen a la calle a protestar ante las sedes del PSOE por el golpe asestado al estado, a la democracia y a la Constitución de 1978.

De ellos es gran parte de la culpa de lo que está pasando, unos por defender y blanquear a este PSOE y los otros por defender entre complejos al PP apelando al voto útil y poniendo el foco en VOX como el enemigo de España y la fuente de todos los males.

No podemos olvidar a todos aquellos “socialistas, pero de los buenos”, que criticaban a Sánchez y sus maneras con la boca pequeña, pero reconocían que votarían al PSOE y siguen siendo votantes y afiliados: ser consecuente con tu conciencia es romper el carnet de tu club o de tu partido cuando la corrupción y la necrosis se ha apoderado de él, cuando la deriva de ese partido no representa tus propios valores.

Recordemos que muchos de los históricos militantes socialistas participaron en mítines pidiendo el voto para Pedro Sánchez, así que tienen su cuota –no pequeña- de responsabilidad. Al propio Nicolás Redondo Terreros (aparentemente tan cabal y respetable) lo ha expulsado el PSOE hace tan sólo unas semanas, ¿es de recibo mantener el carnet del PSOE desde la llegada de Pedro Sánchez?, ¿no le dieron motivos suficientes para abandonar esa militancia que tuvieron que expulsarlo?: cualquier militante que mantenga el carnet sabiendo lo que se sabe de este PSOE y sus dirigentes es tan criticable y tan vituperable como Pedro Sánchez y su equipo.

Pero la mayor de las responsabilidades es de los votantes, tenemos lo que votáis, unos por tradición familiar, otros por intereses personales (lo que sea por mantener esas subvenciones/ayudas/paguitas/puestos públicos a dedo) otros con tal de que no gobernara la derecha y otros en aras a un voto útil que se ha revelado inútil: ¿qué ha pasado en el PP de Asturias? ¿los mejores perfiles que pueden presentar como candidatos nacionales son talentos de gran proyección como Mercedes Fernández o Teresa Mallada, entre otros?, ¿y la estrategia a nivel nacional?…

A ver qué pasa ahora, pero sólo espero que las consecuencias de nuestro voto caigan sobre nosotros, yo estoy tranquilo: después del esperpento político con los socios que ha elegido Sánchez (lo mejorcito de cada casa) que facilitará una investidura, el país debe seguir funcionando, y con la deuda que tiene España y su situación económica un rescate no es descabellado, con control por parte de Europa y medidas de austeridad que nos van a hacer sufrir, que nos van a disminuir drásticamente el estado de bienestar que tenemos; nos merecemos tener que emigrar a trabajar fuera, que se eliminen la mayor parte ayudas y/o subvenciones, que bajen las pensiones a la mitad, que despidan al 50% de empleados públicos y que nuestra actividad y economía reflejen la gestión que hemos elegido: TENEMOS LO QUE VOTÁIS

El ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Más nos valdría recordar nuestros estudios, aunque supongo que a partir de la LOGSE esto ya no entraría en el temario, y el romancero de hace nada más y nada menos que 10 siglos:

Guarte, guarte, rey don Sancho               

no digas que no te aviso                             

que de dentro de Zamora                           

un alevoso ha salido:                    

llámase Bellido Dolfos,                

hijo de Dolfos Bellido,                   

cuatro traiciones ha hecho,                       

y con ésta serán cinco;                 

si gran traidor fue el padre,                       

mayor traidor es el hijo.               

Gritos dan en el real:                     

que a don Sancho han mal herido:                          

muerto le ha Bellido Dolfos,                      

gran traición ha cometido.                         

Desque le tuviera muerto,                         

metióse por un postigo;               

por las calles de Zamora                             

va dando voces y gritos:                              

-Tiempo era, doña Urraca,                         

de cumplir lo prometido.