Por José Manuel López

Hace tiempo me preguntaron varias personas en momentos distintos cómo veía la situación geopolítica española y mundial. Respuesta: pues sin tener conocimiento alguno de ello por mi parte, no sé si podemos estar en situación de “pre-crack” similar al del 29, “pre-Guerra Civilesca” o “pre 3ª Guerra Mundial”.

Buffff, mejor dime cómo ves la industria española y, sobre todo, la asturiana.

Mamma mía. estos días he visto un listado de empresas cerradas en mi barrio (otrora industrial) en las últimas décadas; 62 compañías. De todas maneras y a tu pregunta: La industria la veo “Entre regular y muy regular», respondí. Fundaméntalo, me indicaron.

Así, les listé de forma apresurada (pues no era el foro adecuado)

  • -Los costes energéticos,
  • -Los combustibles,
  • -La insufrible logística (que por ende encarece el movimiento humano y material, dígase sobre todo de las materias primas),
  • -Los costes salariales,
  • -La idiosincrasia sindical,
  • -Los costes financieros (personales y empresariales),
  • -Las cargas impositivas,
  • -La “burrocracia”,
  • -La moda del emprendimiento y, a su vez, la denostación de la empresa y el empresario como creador de riqueza,
  • -El auge cada vez más en boga del sector servicios y la hostelería,
  • -La minusvaloración de los oficios en contraposición del aumento cada vez mayor de titulados (reciclándose éstos actualmente hacia situaciones de menor rango académico),
  • -El relevo generacional,
  • -La expresión “Asturias Paraíso natural” que ayuda más bien poco a la implantación industrial,
  • -El conflicto Rusia-Ucrania, ahora también el Israel-Palestina, USA, Irán, China-Taiwán y un largo etcétera de factores que sumados, sí engordan y alteran el producto.

Varios de ellos me contestaron: López, tienes razón, pero te falta una muy importante: los políticos”.

Bufff, contesté yo. Eso es harina de otro costal y yo en mi faceta de consultor puedo asesorar a las empresas, puedo socializar sus problemas e incluso puedo poner mi hombro y apoyar con la empresa “Llorería, S.A.”, pero en ningún modo puedo, ni debo, hablar de política y mucho menos de intentar arreglarla.

Lo que está claro es que todos los factores anteriores están en un cesto, removámoslo e intentemos que de la mezcla, no siendo una estrella Michelín, salga un plato correcto de donde podamos comer.

El resto, se me antoja imposible.

Así que, debemos MOVERNOS y no CONMOVERNOS. Tengamos en cuenta que igual la crisis la vemos como un auténtico gigante pero analicemos en paralelo si es que la estamos viendo postrados de rodillas…

Me dijeron:López, da gusto contigo pues insuflas optimismo y esperanza”.

Será que me estoy haciendo mayor. O más rancio. O quién sabe…