Llevo toda la vida de portero, primero como amateur desde mi tierna infancia y luego como ”casi” tertuliano en disputas balompédicas jugando con barrigones y viejunos de análogo estado físico, cabeza alta y moral sublime.

Analizando retrospectivamente por qué empecé bajo palos se me ocurre que haya sido porque todos mis amigos/compañeros querían ser delanteros-pichichis o, lo más seguro, porque mis paupérrimas dotes en el control del balón quizá me llevaron a calzar los guantes y ostentar puestos de retaguardia menos visibles.

Pegarse patadas a uno mismo cual si tuvieras calzadas dos botas del pie izquierdo creo que no se considera ser un buen futbolista.

Pero en esa posición tan atrasada y de mayor y más amplia visión, sobre todo he aprendido dos cosas fundamentales: la primera es que no se concibe el ostracismo ni los errores en el portero ya que a diferencia del jugador de campo cuasi inadvertido durante el encuentro y que al meter un gol se convierte en héroe, el error de un portero tras una magistral actuación, le confiere el cartel de vil villano y la segunda, tan importante incluso más que la primera, es que se debe aprender a caer muchas veces y en ocasiones de forma consecutiva.

Esencial y primordial mejorar la postura en la caída y a levantarse más rápido que la ocasión anterior ya que, puede haber algún rebote

…como la situación de cualquier autónomo y/o empresario…

También he aprendido que dentro de la organización del encuentro se debe poner en la barrera e incluso en los corners al lado del poste a aquellos menos ágiles, menos veloces o menos fuertes, pero que por imperativo legal o social deben permanecer en el césped.

Qué duda cabe que en esas posiciones es donde la inmovilidad o el estorbo se hacen útiles….

…como muchas funciones en muchas compañías.

Y tú, aún a sabiendas de que puede no gustarte el fútbol -incluso lo odies- pero consciente de que conoces las posiciones y funciones de los 11 jugadores y sólo con el ánimo de generar debate, ¿En qué puesto del campo te definirías?

Postdata: el rol de observador y crítico lo dejamos para los millones de personas en el mundo (yo incluido) que parecemos ser seleccionadores de la elástica nacional (todos tenemos un entrenador/seleccionador en nuestro fuero interno pero solo uno llega a ostentar dicho cargo).