Asturias Liberal > Asturias > Oda a la lectura del periódico en el bar

España seguramente sea uno de los países donde más periódicos se leen…pero también donde menos se compran.

Somos asiduos lectores de la prensa escrita, acérrimos defensores de su lectura diaria e incluso del posterior debate público en la cafetería, bar, y resto de habitáculos donde se comparten buenos momentos y experiencias, amén también de acrecentar egos y narcisismos por doquier.

Pero en todo este contubernio en pro del arreglo universal y siempre en la cafetería, existe la figura del lector-“aprendedor” de memoria del periódico.

Aquella persona que se sienta en una esquina con su café, otrora caliente y después de unas horas más frio que un carámbano e, incluso, con la cucharilla ya pegada al plato.

Aquel ser que tras incontables momentos de pasar página delante y para atrás, llega al final y se vuelca fervientemente a hacer los pasatiempos del anhelado documento.

Aquel miembro de la sociedad que seguramente no tiene incontinencia urinaria, pero tampoco ha bebido al salir de casa y seguramente sí ha hecho sus necesidades (no se le conoce a lo largo de los años ninguna ida al baño, al menos durante las horas de lectura).

Aquel lector-“aprendedor” de periódico que tras leerlo, estudiarlo, repasarlo, manosearlo, cumplimentarlo y doblarlo para un nuevo lector, vuelve a abrirlo ya que se da cuenta que se le ha olvidado mirar la programación de un canal de pago que seguramente no tiene. O las películas de la cartelera de cine al cuál tampoco irá. Pero simplemente por saber.

A éste, ése, aquel lector durante más de 10 minutos del periódico en el bar me gustaría hacerle varias propuestas:

  1. Si vas a leerlo durante más de 10 minutos y ves que hay gente esperando (se nota por las miradas asesinas e insistentes e incluso porque hay personas cual gaviotas alrededor tuyo y de otros “periodiqueros”), léelo en voz alta y así nos enteramos todos.
  2. Si encima dispones de buena voz, aceptable oratoria y locuacidad, todo ello te hará pasar de un genial (aunque anónimo) solucionador de pasatiempos a un sublime orador y contertulio. Incluso evitarás a otros llevar gafas de lectura.
  3. Puedes llegar al bar a primera hora, pedir la prensa del día anterior y hacer el autodefinido de ese día. Nadie te dirá nada pero seguramente tampoco nadie se cabreará cuando coja el periódico a media mañana y la prensa ya esté garabateada a bolígrafo.
  4. Si quieres hacer el sudoku, cópialo en una servilleta. Tampoco son demasiados “cuadrinos”.

Siguiendo estos pequeños consejos, habrá más lectores/ojeadores del periódico y por consiguiente más debate mañanero que, con todas las redes sociales, whatsapps y demás, falta hace que nos comuniquemos verbalmente un poco más en sociedad.

Y muchas veces, aunque no lo creas “estudiador del periódico”, hay gente que le agrada ojear la prensa delante de un café, leer sus titulares y eso, aunque no lo creas, no le lleva más de 2 minutos.