Asturias Liberal > Asturias > El juicio de Foro Asturias contra Francisco Álvarez-Cascos: visto para sentencia

Son varias las jornadas que se han celebrado de un juicio que para un espectador más o menos alejado de las disputas internas y las miserias personales de Foro no deja de ser la cacería contra una persona de unos cuantos personajes víctimas del Nombre-del-Padre lacaniano que no han hecho otra cosa que evadirse de la realidad y vivir en un mundo en el que, desafortunadamente, sin él no son nada.

El juicio se ha convertido en un pornográfico acto de exposición de la intimidad de una persona basándose en la idea de que eso de pagarle todo a Álvarez-Cascos, por orden de él mismo, ha llevado a un partido a la nada en la que vive y de la que poco queda salvo el reducto de Gijón y un diputado que está ahí por los méritos de la presidenta de Foro, Carmen Moriyón, y su inexplicable éxito local.

Sobre los gastos personales

Han aparecido tickets de eventos, facturas de actos, recibos de gastos compartidos con sus hijos. Todo lo que hacía Álvarez-Cascos está en los documentos que tiene Foro. Alguien que desea robar o lucrarse a costa de los demás no deja un camino de recibos amarillos con el que trazar toda su vida.

Son conocidos los apuntes socialistas en carpetillas, libretas o papeles de gastos relacionados con crustáceos, mancebías o alcaloides; en este caso, como indicó Pelayo Roces, no había nada de eso y todos los que conocen a Álvarez-Cascos coinciden en lo mismo: estaba permanentemente trabajando, ya fuera en Asturias o en Madrid.

La de Pelayo Roces fue una intervención interesante por ser una de las personas centrales en la gestación de Foro Asturias. Lo más relevante que declaró fue el acuerdo de todos los promotores de “Pedimos la palabra” para que Álvarez-Cascos volviera a Asturias pero manteniendo su nivel de vida y su contacto con la familia. Un acuerdo del que participaron y por tanto avalaron eso que hoy gritan “Yo acuso” y pretenden enviar al acusado a la Guyana Francesa.

Sobre la sede de Madrid

Lo mollar dentro de los importes manejados en la demanda es el pago por el alquiler de una sede de Foro en Madrid que los acusadores afirman nunca existió. Tal acusación ha quedado desvirtuada con las declaraciones de la que fue primera secretaria general de Foro, Teresa Alonso, que afirmó haber rubricado el contrato de alquiler de unas oficinas (las de Castellana), y de personas como el diputado nacional Isidro Martínez Oblanca que indicó en el juicio la utilidad de una sede que se utilizaba para almacenar documentación y celebrar reuniones.

Frente a esto, la parte acusadora presentó a varios testigos que o bien decían no saber nada o que lo sabían pero nunca habían estado allí y alguno de ellos, como Enrique Álvarez Sostres, declarando con cierto resquemor. No podemos olvidar lo más cómico del asunto: Enrique Lanza es parte acusadora y niega la existencia de esa sede y por otro lado Pelayo Roces apuntaba que Lanza utilizaba habitualmente las plazas de garaje de esa sede para ver a su familia en Madrid o ir al fútbol en el Santiago Bernabéu.

Sobre la culpabilidad

Será el presidente del tribunal de la Sección Tercera quien decida sobre el asunto pero quizá podemos avanzar algunas cuestiones:

Todas las personas que formaron Foro Asturias antes y después de su creación estuvieron de acuerdo en que Álvarez-Cascos fuera el presidente y todos vivieron cómodamente bajo las directrices de una persona que lo organizaba y coordinaba todo. Esa crítica porque Foro era un partido “presidencialista” carece de valor porque precisamente era Álvarez-Cascos quien daba sentido al partido. Quien creyera que los asturianos iban a votar a los candidatos autonómicos y municipales sin la imagen de Álvarez-Cascos detrás es hacerse trampas al solitario.

Álvarez-Cascos desarrollaba una exitosa carrera profesional que se vería truncada con su retorno a Asturias así que nadie puso objeciones a que se le abonaran todos los gastos en que incurriera. Ni las comisiones promotoras o directivas, ni el Tribunal de Cuentas, jamás nadie puso objeciones porque era el mejor fichaje que se podía hacer y tenía un precio. Además, a los corifeos que ahora le acusan les venía muy bien esa cercanía con el líder para hacer y deshacer o, mejor dicho, para destrozar el partido allí donde se atribuyeron poderes con lo que suplir las carencias que sufrían.

El presidente del partido trabajaba constantemente y son muchos los caídos tras haber colaborado con él. Su exigencia y compromiso lo trasladaba a sus colaboradores y unos no eran capaces de asumir esa intensidad, otros simplemente no se sentían tan identificados con el proyecto como para dejar de lado su vida. Por tanto, que pasara gastos en días y horas diversas era de lo más normal y así se asumió en el entorno del partido.

La miseria de la acusación llega a mostrar como dispendios la cortesía del entonces presidente con sus colaboradores. Quienes carecen de educación no lo pueden comprender porque la miseria lo ciega todo. Nadie se va a enriquecer por recibir unos zapatos, una camisa o una bufanda. Fueron muchos los que ayudaron a Foro Asturias de manera desinteresada y contar con el recuerdo de Álvarez-Cascos y del partido en fechas señaladas como la Navidad satisfacía con creces el esfuerzo realizado.

Muchas de las decisiones de Álvarez-Cascos, cómo no, fueron erróneas, quizá por iniciativa personal o por atender a quien no debía. En cualquier caso, quienes pretenden asimilar posibles errores como el de la presencia en Madrid, cegado tal vez por el éxito en Asturias, con una condena por apropiación indebida o administración desleal se equivocan de manera más que interesada.

Quedan días de declaraciones de testigos en un juicio que a todas luces se hace ya demasiado largo. Al margen de lo que decida la Sala, es evidente que los demandantes pretendían hacer daño a Álvarez-Cascos y lo han conseguido. Aunque al final no resulte culpable, la pena de telediario nunca se olvida. Este país es así.