Asturias Liberal > España > El desmantelamiento de la derecha política española

La derecha española ha desaparecido en el Parlamento. Desde los años 60 la izquierda “ocupa” las escuelas, la universidad, las editoriales, los medios de comunicación y la industria del ocio. Coloniza el pasado y re-escribe la historia. Fija los límites de lo respetable, define lo que es aceptable y lo que no, censura al discrepante y condena al desidente, en un ejercicio descarnado de terrorismo intelectual. Su dominio del lenguaje obliga al adversario, en el terreno semántico, a jugar en el campo contrario y a la defensiva. Su hegemonía espiritual, asegurada mediante una operación de lavado masivo de cerebro, inocula en las conciencias su mercancía ideológica y fomenta hábitos de autocensura entre los ciudadanos.

Pero ¿cómo ha respondido la derecha a tales desafios? Las derechas, se han refugiado, en un temperamento economicista y reduccionista, lo que parece responder a un pacto tácito, en virtud del cual a cambio del mantenimiento esencial del “status quo” social y económico, se abandona en manos de la izquierda el dominio sobre lo espiritual. Cuando puntualmente la derecha decide movilizarse en defensa de algún valor, de algún principio, le hace regalo a la izquierda del papel de oponente rentable, de fantoche reaccionario, intolerante y/o homófobo, que la izquierda tanto precisa para revestir con algún oropel de rebeldía y transgresión su “lucha” ya ganada de antemano.

¿Por qué los católicos no pintamos nada en política con la inexistencia de católicos en el Parlamento Español? Los católicos españoles, en general, estamos igual que los apóstoles tras ser crucificado Cristo, muertos de miedo, encerrados en nuestras casas, sin levantar la voz, en definitiva, sin pasión ni libertad para ofrecer nada nuevo que regenere la vida pública. A lo sumo, solo quejas amargas, es decir, pérdida de la iniciativa y repliegue interno.

El combate político no se puede ganar sin antes haber conquistado la cultura.

Por ello, las izquierdas- y nosotros añadiríamos que con el sumiso concurso del “centro reformista” antes llamado derecha- aunque desalojadas del Gobierno, se han mantenido en el poder, pues han ido cumpliendo su hoja de ruta (aborto, matrimonio homosexual, ideología de género…..) teniendo la certeza de que los políticos tanto del PP como de VOX, tan pendientes ellos de los estudios demoscópicos, no revocarían ni una sola ley de las llamadas “sociales”.

En definitiva, las derechas del PP Y VOX renunciaron a la mayor parte de su capital ideológico, ante el desconcierto de al menos una parte decreciente de su tradicional electorado.

La nueva realidad sociopolítica se imponía rápidamente y en gran medida unánime:

  • una sociedad tecnificada; atomizada e individualista;
  • controlada por los mecanismos del consumismo y el ocio adolescente extendido a todas las franjas de edad;
  • con nuevos sectores sociales precarizados en sus opciones; desmantelados desde la escuela y el poder público los valores de autoridad, esfuerzo, jerarquía y herencia;
  • en crisis demográfica camuflada con una sustitución poblacional multicultural.

Muchos ciudadanos se preguntarán para los próximo comicios a qué partido votar, quienes son de derecha pata-negra o derecha descafeinada y cuál es la posición de estas formaciones respecto a la batalla de las ideas (soberanía nacional, valores, familia, vida, impuestos, etc.etc.).