Asturias Liberal > Aportaciones > En Defensa de la Verdad > El Cardenal Osoro y la Basílica del Sagrado Corazón de Gijón

(Foto de portada: El Cardenal Monseñor D. Carlos Osoro, quien fue Arzobispo de la Diócesis de Oviedo entre 2002 y 2009)

Recuerdos de infancia vinculados a La Iglesiona

Los gijoneses tenemos algo de grandones cuando bautizamos con el aumentativo los lugares más grandes y queridos de nuestra villa de Gijón:

La Escalerona,

El Molinón,

El Tallerón,

El Solarón

o la Iglesiona,

con algunas excepciones como La Plazuela de San Miguel o “las princesitas” de la confitería La Playa que compiten con “los carbayones” de la confitería Camilo de Blas ovetense como golosinas.

Nuestra Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, conocida popular y cariñosamente como La Iglesiona, acaba de celebrar el día 30 de mayo su centenario, coincidiendo con la festividad de San Fernando, en una solemne ceremonia presidida por el Arzobispo de Oviedo, D. Jesús Sanz Montes, acompañado por el Vicario General de la Diócesis, D. Adolfo Mariño, y el Rector de la Basílica, D. Manuel Robles.

La noticia despertó el baúl de los recuerdos de los años 60, estrechamente vinculados a La Iglesiona de Gijón durante mi niñez y mi juventud. Allí se encontraba la parada del tranvía, que era el transporte que usábamos para acudir de ida y de vuelta al Colegio, gracias a la otra parada de Cocheras, situada, frente por frente, al edificio del Colegio del Corazón de María. El vecino soportal de la tienda Las Tres B nos servía de refugio de las lluvias y del frío cuando el tiempo lo requería.

Recuerdo también que en el tablón de avisos colgado a la entrada de La Iglesiona se publicaba la calificación moral de las películas de la Iglesia Católica, por la que se establecen matices que diferencian lo que puede o no perjudicar a una persona de determinada edad.

Esta calificación -que mis padres me pedían que consultara antes de ir al cine- era la siguiente y me recomendaban que no acudiera a ver si estaba calificada como 3R o 4:

  • 1.- Niños hasta catorce años.
  • 2.– Jóvenes, de catorce a veintiún años.
  • 3.– Mayores, de veintiún años cumplidos en adelante.
  • 3R.– Mayores; con reparos, la misma edad, pero con «sólida» formación moral.
  • 4.– Gravemente peligrosa

Para ello también visitaba La Iglesiona, aparte de acudir frecuentemente a las misas dominicales.

El encuentro con Monseñor Osoro y la propuesta inesperada

Dando un salto en el tiempo, cuarenta años después de aquellos tiempos de mocedad, volvieron a aflorar mis recuerdos de La Iglesiona.

En 2002 yo desempeñaba el cargo apasionante y exigente de Ministro de Fomento (2000-2004) ** con el que me honró de nuevo el Presidente Aznar, tras haber desempeñado los cargos de Vicepresidente 1º del Gobierno y de Ministro de la Presidencia (1996-2000).

Entre las múltiples áreas de responsabilidad se encontraba la elaboración -con la colaboración del Ministerio de Ed. y Cultura- y el cumplimento de las obligaciones de las inversiones derivadas de la Ley que regula el denominado 1% Cultural, que tanta ayuda prestaron a la conservación del rico Patrimonio Histórico de España.

Desde febrero de 2002 Asturias contaba con un nuevo Arzobispo, el cántabro Monseñor D. Carlos Osoro, anteriormente Obispo de Ourense del que me hablaron elogiosamente mis amigos gallegos y cántabros.

Nos conocimos superficialmente en los encuentros de los actos oficiales de aquel año en nuestra tierra. Pero el 25 de octubre de 2002, día de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias en el Teatro Campoamor, a la salida del acto coincidimos hombro con hombro, caminando juntos lentamente, y mantuvimos esta conversación:

Ministro, si me lo permite querría trasladarle respetuosamente una propuesta de un asunto de máxima urgencia.

Monseñor, no solo se lo permito, sino que le agradezco su confianza en la seguridad de que intentaré atenderla inmediatamente.

Ministro, se trata de La Iglesiona de Gijón que presenta problemas graves en sus cimientos, estructura y fachada que requiere una cuantiosa inversión que no podemos cubrir solo con recursos propios. Por ello acudo a proponerle que se incluyera en las ayudas del 1% Cultural de su Ministerio.

Monseñor, tenemos un problema: el 1% Cultural del Ministerio de Fomento solo podemos dedicarlo a bienes eclesiásticos que sean Catedrales o Basílicas.

Percibí que la expresión del Arzobispo reflejó su decepción. Tras meditar unos segundos, mientras seguíamos caminando juntos lentamente, se me ocurrió ofrecerle en tono de humor una vía de salida:

Monseñor, si el Arzobispado remite al Ministerio la solicitud incluyendo la ‘mentirijilla’ de calificar de Basílica la Iglesiona, le prometo que el Ministerio no investigará los rangos de las Iglesias y ‘prevaricará’ concediendo el 1% Cultural, a sabiendas que La Iglesiona no cumple el requisito legal.

Monseñor Carlos Osoro y yo nos despedimos con el mayor afecto mutuo, a la espera de su respuesta a mi “pseudo propuesta” llena de buena voluntad y algo de humor para solucionar el problema de La Iglesiona.

El milagro administrativo: de Iglesia a Basílica

Los siguientes hechos hablan por sí solos del compromiso de Monseñor D. Carlos Osoro con Gijón y nuestra Iglesiona y de su capacidad excepcional como gestor ante sus superiores en el Vaticano:

El 28 de octubre de 2003, el templo de la Iglesiona fue elevado por la Santa Sede en Roma al rango de Basílica Menor, y declarado Santuario Diocesano del Sagrado Corazón por el Arzobispo de Oviedo

Facsímil del título acreditativo del nuevo Rango de La Iglesiona

Tras informarme Monseñor D. Carlos Osoro de la buena nueva, llegada del Vaticano, que liberaba de ‘mentirijillas’ al Arzobispado de Oviedo y de ‘prevaricación’ al Ministerio de Fomento, la solicitud del 1% Cultural llegó inmediatamente y, tras instruir el expediente administrativo, en la primera reunión conjunta de los dos Ministerios (Fomento y Cultura), adoptamos el siguiente acuerdo que recoge literalmente el Acta del 18 de febrero de 2004:

Restauración de la Basílica del Sagrado Corazón “La Iglesiona” en Gijón. Restauración por un importe de 1.377.100 € y llamada La Iglesiona.

Edificada a principios del siglo XX en base a un proyecto, fechado en 1911, de un arquitecto catalán, discípulo y colaborador de Gaudí. Se trata de un edificio de una sola planta con grandes arcos parabólicos de inspiración gaudiana, que culmina en girola en torno al presbiterio.

Exteriormente, la fachada muestra un atrio, un óculo protegido por precioso trabajo de rejería, por encima del ingreso principal, así como la ventana triple de la zona superior. La fachada está rematada con una gran estatua del Sagrado Corazón de Jesús, esculpida con mármol blanco de Carrara, visible prácticamente desde todos los puntos de la ciudad.

La actuación proyecta la consolidación de la estructura, sellado de grietas, nivelación de pavimentos y limpieza de fachadas.”

La restauración de La Iglesiona pudo llevarse a cabo felizmente con la ayuda del Estado por importe de 1.377.100 €, para que la Iglesiona se enfrente y supere a su segundo Centenario que ahora inicia.

(Ver documento):

Con el motivo del I Centenario de La Iglesiona, deseo recordar hoy al Cardenal, Monseñor D. Carlos Osoro, a quien los gijoneses le debemos una enorme gratitud por sus desvelos, que son de justicia recordar y reiterar en esta efeméride.

Me honra proclamarlo públicamente como prueba fehaciente del valor de la palabra. Gracias Monseñor D. Carlos Osoro

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