Asturias Liberal > Aportaciones > Venezuela: impacto futuro sobre niños y jóvenes y responsabilidades de gestión

Imagen de portada: La escasez de días de clase y de maestros, y la pobreza de sus escuelas y de sus condiciones de vida, generan una educación muy deficiente para los niños y niñas de Venezuela y auguran un importante rezago para su desempeño en la vida adulta y para el desarrollo del país. Imagen: El Ucabista


«La educación con calidad es la piedra angular del proyecto de desarrollo humano y económico de Venezuela; urge un Acuerdo Nacional con descentralización y participación de la sociedad civil organizada a nivel municipal.»

El rezago educativo en Venezuela representa una crisis profunda y multidimensional, agudizada durante el régimen de Hugo Chávez–Nicolás Maduro. Este análisis busca ofrecer una comprensión de las causas, características y consecuencias de este rezago, así como posibles vías para su superación. Es hora de un Acuerdo Nacional para que el Estado, educadores, ciudadanos, comunidades y empresarios convengan que la educación con calidad es la piedra angular del desarrollo humano y económico, incorporando la crucial descentralización de la gestión educativa y la participación de la sociedad civil a nivel local municipal.

Definición y alcance del rezago

El rezago educativo se define como el atraso escolar de los alumnos, manifestado por no haber alcanzado el nivel educativo esperado para su edad, el abandono prematuro del sistema escolar o la exclusión total del mismo. En Venezuela, sus componentes alarmantes incluyen:

  • -Estancamiento y retroceso de la cobertura: millones de niños y jóvenes fuera del sistema, afectando desproporcionadamente a los sectores vulnerables. Más de la mitad de los niños entre 3 y 5 años están al margen de la educación inicial.
  • -Déficit crítico de personal docente: emigración masiva, salarios irrisorios y condiciones laborales precarias han diezmado el cuerpo docente, con aulas sin profesores y una caída drástica en la calidad. Además, los educadores no están siendo incorporados a procesos de capacitación acordes con los avances tecnológicos actuales.
  • -Deterioro de la infraestructura escolar: edificaciones en estado lamentable, carencia de servicios básicos (agua, electricidad, internet) y vandalismo.
  • -Bajo nivel de aprendizaje: evaluaciones —aunque escasas— indican un rezago severo en lectoescritura y razonamiento matemático, comprometiendo el desarrollo cognitivo.
Rasgos del ciclo chavista–madurista

El rezago bajo este deplorable ciclo se ha caracterizado por una crisis humanitaria compleja, promoción automática, opacidad en las estadísticas oficiales y una profunda desinversión que contradice el discurso de inclusión y gratuidad.

Centralización, ideologización y falta de cuentas

La imposición del sistema educativo chavista–madurista consolidó un modelo altamente centralizado y vertical donde las decisiones se toman desde el Ministerio de Educación, con poca autonomía para regiones, municipios e instituciones. Se observan:

  • -Centralización excesiva que impide adaptar políticas a realidades locales, generando desconexión entre diseño e implementación.
  • -Ideologización y control político que priorizan la formación política sobre la excelencia académica, afectando meritocracia y profesionalización.
  • -Falta de transparencia y rendición de cuentas: escasez de información oficial confiable y ausencia de mecanismos de evaluación que impiden un diagnóstico preciso y soluciones basadas en evidencia.

«La descentralización de la gestión educativa es vital para revertir este panorama.»

Descentralizar para recuperar la calidad

La descentralización implica transferir responsabilidades y recursos a niveles estadales y municipales: mayor autonomía en administración escolar, adaptación curricular local, gestión de personal y asignación presupuestaria.

Una gestión más cercana a la comunidad puede fomentar eficiencia, pertinencia y rendición de cuentas.

Organización del proceso educativo y rol de la sociedad civil

La organización del proceso educativo ha sido gravemente afectada por la crisis sistémica y por la ausencia de una participación activa de la sociedad civil organizada a nivel municipal. Los rasgos del improvisacionismo “institucional” se evidencian en:

  • -Proceso fragmentado y deficiente: interrupciones frecuentes, falta de docentes, escasez de materiales y precariedad de servicios básicos han desarticulado la enseñanza. Las clases virtuales en pandemia no reemplazaron la presencialidad, profundizando brechas. El hecho de que un escolar reciba solo dos días de clases (horario mosaico) por semana es una señal inocultable de la catástrofe educativa.
  • -Rol limitado de la sociedad civil: la centralización ha marginado a comunidades, padres, representantes y ONG en la toma de decisiones y gestión educativa, reduciendo su participación a problemas básicos sin injerencia real en planificación pedagógica o supervisión de calidad.

No menos cierto es que la participación de la sociedad civil organizada a nivel municipal es fundamental para revitalizar el proceso educativo, implicando:

  • -Co-creación de soluciones: identificación de necesidades y diseño de respuestas contextualizadas (tutorías, gestión de recursos).
  • -Supervisión y contraloría social: fiscalizar calidad educativa, desempeño docente y ejecución de recursos, exigiendo transparencia.
  • -Movilización de recursos y voluntariado: apoyo a actividades escolares y enriquecimiento del ambiente de aprendizaje.
  • -Promoción de un clima educativo: la participación activa fortalece la cultura de aprendizaje y corresponsabilidad.

«La sociedad civil organizada es el músculo cívico que vigila, acompaña y mejora la escuela.»

Consecuencias pedagógicas y modelo instruccional

El rezago educativo, profundizado por la improvisación de reformas, la centralización y la limitada participación social, tiene consecuencias devastadoras:

  • -Pérdida de aprendizajes equivalentes a años de escolaridad: desarrollo cognitivo incompleto por falta de estimulación adecuada, que afecta pensamiento crítico y creatividad.
  • -Deserción y desafección escolar: precariedad, falta de motivación y presión del mercado laboral informal empujan a miles de jóvenes a abandonar sus estudios. Se impone relanzar las Escuelas Técnicas con docentes actualizados y equipamiento, e impulsar la capacitación para aprender a emprender.
Impactos para la vida adulta y el país

  • -Marginación cognitiva, laboral y socioeconómica: carencias de habilidades condenan a empleos precarios, perpetuando la pobreza.
  • -Deterioro de la socialización y del desarrollo personal: trayectorias escolares interrumpidas erosionan habilidades sociales y de convivencia.
  • -Daño al capital humano: el rezago masivo socava el capital humano, limitando innovación, productividad y desarrollo sostenible.
Responsabilidades compartidas
  • -Nivel central (Ministerio de Educación): establecer un marco normativo flexible que promueva la descentralización y la autonomía; garantizar recursos suficientes y transparentes; dignificar al personal docente; recuperar infraestructura y actualizar currículo basado en calidad.
  • -Gobiernos estadales y municipales: asumir rol protagónico en la gestión descentralizada (administración de escuelas, adaptación curricular, gestión de personal, mantenimiento e implementación de programas de apoyo).
  • -Instituciones educativas (Escuelas y Liceos): epicentro de la acción; implementar un proceso pedagógico de calidad, ambientes seguros y motivadores, metodologías innovadoras y comunicación fluida con familias y comunidad.
  • -Sociedad civil (ONG, Asociaciones de Padres, Consejos Educativos): clave en fiscalización, movilización y co-creación; monitorear calidad, exigir cuentas, movilizar recursos y participar en proyectos comunitarios.
  • -Familias: primer entorno educativo; apoyar el aprendizaje, fomentar hábitos de estudio y mantener comunicación con la escuela.
  • -Docentes: pilares del sistema; formación continua, excelencia pedagógica y adaptación a necesidades estudiantiles. Su dignificación y capacitación son prioritarias.
Sentido y horizonte

La educación, como proceso de aprendizaje, comporta dos aspectos esenciales: responder a los porqués y dotar a la persona de conocimientos y habilidades para desenvolverse mejor en su contexto.

Las condiciones precarias descritas son terreno fértil para un peligroso daño antropológico y la tentación de la desesperanza aprendida (“no vale la pena esforzarse, no vale la pena estudiar”, y la inserción laboral depende más de conexiones que de méritos).

Pero no: esta tragedia no es estéril; está dejando lecciones y forjando ciudadanos preparados para asumir inmensos desafíos.

«La victoria llegará. Viene una Venezuela nueva, más sana y vigorosa, fortalecida en la lucha y el dolor; una Venezuela mejor preparada que nunca para el trabajo duro y para cosechar los frutos de la libertad.»

Asturias Liberal
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