Imagen de portada: Ovidio Zapico, uno de los diputados, además de consejero, que menos conocimiento tiene de su propio departamento. Fotografía de El Comercio.
Como espectador sigo la vida parlamentaria del Congreso de los Diputados y del Parlamento asturiano…
…y realmente observo que la gran mayoría de la gente no está informada sobre lo que se dice en estas sedes, más allá de ver en algún sitio, en alguna red social seguramente, un vídeo corto de un político dando un zasca a otro, pero por supuesto en ese vídeo corto solo se ve una parte, la que beneficia al publicante, y rara vez la respuesta.
En las sesiones de control al gobierno, ya sea nacional o autonómico, lo habitual es que un parlamentario de la oposición, realiza una pregunta sobre la gestión realizada, sobre las intenciones del gobierno sobre algún punto, o sobre alguna información que a su juicio debería ser resaltada, y la gran mayoría de las veces la contestación es ninguna.
Incluso en los ayuntamientos, se debaten cosas de política nacional e internacional, totalmente fuera de su jurisdicción, lo que me parece una estafa, porque al concejal no se le paga para que esté al genocidio de no se donde, si no al bache de la calle, a la política de cercanías y al gobierno eficiente de la ciudad.
Preguntas sin respuesta y política fuera de sitio
No se responde a la pregunta, y se aprovecha el tiempo de intervención que el reglamento otorga a verter acusaciones contra el partido que gobierna en no sé donde otro sitio y hace no se qué, la señora Ayuso, Franco, fango y burros que vuelan.
¿Qué fue de la pregunta? Sin contestar.
Más triste es en el parlamento asturiano, cuando ves que el compareciente no es que no quiera, es que ni sabe contestar.
¿Cuántos empleados hay en su dirección general? 7, 8 o 9. Bueno, igual si me cuento, somos 10. Estoy seguro de que podemos encontrar ejemplo de esto en cualquier parlamento autonómico a favor y en contra de todos los partidos.
A modo de botón de muestra, en el vídeo que publica Luis Venta Cueli, del Partido Popular se ve una intervención:
https://www.facebook.com/share/v/17hVbmW5ay/
en la que los comparecientes parecen hasta desconcertados de las preguntas acerca del banco de tierras del gobierno asturiano. Se destapa el despilfarro y la ineficacia, y ponen cara de no entender nada. Se le pregunta el sueldo a un interviniente, no lo sabe, y manda a buscarlo al presupuesto. Su propio sueldo. Sangrante.
Otro ejemplo, de Javier Jové, parlamentario asturiano de Vox, acerca de la dirección general de juventud:
https://www.facebook.com/share/v/183eUsXrHH/
donde los comparecientes tratan de salirse por la tangente en las preguntas, contestan generalidades, y por fin se descubre que hay un inmenso tragadero de dinero de dudosa utilidad.
Seguramente habrá vídeos parecidos en Madrid o en Murcia contra el PP.
La explicación de que no ponga otro ejemplo del PSOE o de Sumar, que seguro que alguno me achacará, es porque yo soy asturiano, vivo en Asturias, y aquí gobierna el PSOE, por lo que es normal que sea la oposición la que pregunta.
Seguramente habrá vídeos parecidos en Madrid o en Murcia contra el PP.
El papel de los presidentes de las cámaras
Los presidentes de las cámaras, y ahora estoy pensando específicamente en el parlamento nacional, ¿no deberían impedir que una pregunta quede sin respuesta?
Se le pide explicaciones al que gobierna. ¿Por qué que el ministro deja de responder lo que se le pregunta acerca de su departamento y sin embargo suelta una diatriba sobre el cáncer de Andalucía, o el novio de Ayuso? ¿Como es que permiten que la respuesta sea siempre «manzanas traigo» ?
Casi empiezo a pensar que es todo un teatrito, una actuación de cara a la galería, que sólo gusta a los forofos de cada uno de los clanes, y que finalmente no vale para nada.
Unos ponen colorados a otros, y juntos todos se van a tomar cañas. Nada me gustaría más que equivocarme, porque si esto fuera realmente así, antes o después, la gente se acabará cayendo del guindo, se darán cuenta que en los que depositamos nuestra confianza y voto nos están tomando el pelo, y eso podría tener funestas consecuencias.
Por otro lado, y me vienen en desorden tal vez las ideas, por lo que pido disculpas al lector. Si los votantes votaran con conocimiento, informados de lo que pasa, conscientes de cómo se hacen las cosas, tuvieran un mínimo de sentido crítico, o sentido común, al menos
- •¿Seguirían votando lo mismo?
- •¿Se puede votar en conciencia a un partido que nombra, soporta y respalda a gente que dilapida el dinero de todos en bobadas e ineficiencia, a cambio de un hermoso sueldo que ni soñando obtendrían en la empresa privada?
- •¿Sólo por que , como es de “los nuestros”, se debe pretender o fingir que lo hace bien si o si?
Y nótese que no me estoy metiendo en el jardín de comentar cómo los partidos respaldan a gente que directamente ha cometido delitos, prevaricaciones, robos y desfalcos, donde pasan de “poner la mano en el fuego por…” a “el señor ese del que usted me habla…” o “ese total desconocido en sus facetas personales”.
La lógica de echar del partido a uno que delinquió siendo miembro y gracias a ello, para después decir que ese señor no tiene “nada que ver con nosotros”, aparte de ridícula y pueril, valdrá para ellos, pero para cualquier padre de familia que lucha a diario para sacar adelante a su prole, rodeado de trabas, impuesto y tasas, resulta obsceno y ofensivo. Nos toman por bobos.
Poco a poco , si vas descartando, uno porque robó, otro porque mintió, … ¿queda a quién votar?
Poco a poco , si vas descartando, uno porque robó, otro porque mintió, … ¿queda a quién votar?
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Padre de familia, contribuyente como ciudadano de Europa, España, Asturias y Avilés
No adscrito a ningún grupo político, pero crítico de todos ellos.
Me gusta mi país y creo que aún podría ser mejor.