Asturias Liberal > Asturias > Cuarenta años de socialismo en Asturias


Los nubarrones que se ciernen sobre la economía asturiana, son cada día más negros, y lo serán mucho
más, hasta convertirse en un auténtico huracán, porque la gobernanza económica está en manos suicidas, es decir, en manos de socialistas y comunistas, que llevan a la nave de la economía asturiana a toda máquina contra el acantilado, convirtiéndose en el hermano pobre y tonto de la España autonómica. Hermano pobre en cuanto a la actividad económica, y además hermano tonto en cuanto a la financiación autonómica recibida.

El socialismo reinante en los últimos cuarenta años en Asturias ha llevado a cabo una política económica de desertización industrial de nuestra tierra, sustituyendo a lo que un día fuera el boyante sector industrial asturiano, por el uso, y el abuso, de las prejubilaciones, que trajeron pan para los trabajadores prejubilados, y hambre para sus hijos, y cuyas nefastas consecuencias económicas y demográficas padecemos en toda intensidad a día de hoy.

Pero no contentos con esto, en tándem de socialistas y comunistas asturianos, han utilizado y abusado, de un componente ideológico trasnochado en la actualidad, e imparable, globalización económica, como ha sido el uso torticero de la mísera potestad tributaria autonómica que les otorga el actual reino de taifas autonómicas.

Por supuesto, no han utilizado esta mísera capacidad legislativa tributaria para incentivar y promover el
asentamiento de nuevas empresas en Asturias, ni mucho menos. Han hecho y piensan seguir haciendo,
justamente todo lo contrario de lo que necesita Asturias para revitalizar su decaído tejido empresarial, es decir piensan seguir ahuyentando al talento, a los inversores y a cualquier conato de iniciativa emprendedora, obligando, además, a muchos paisanos emprendedores, y empresarios, a largarse de Asturias, amén de disuadir a potenciales inversores de asentarse aquí en nuestro paraíso natural.

Piensan seguir ahondando en el desastre económico que supone la utilización ideológica de los tributos de potestad autonómica, tales como el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el Impuesto sobre el Patrimonio, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, el mal llamado impuesto del céntimo sanitario, etc., provocando un desincentivo brutal para no invertir en Asturias.

Hay que recordar al Sr. Barbón que también incrementan los impuestos en diferido, es decir, incrementar el endeudamiento público asturiano, que no deja de ser impuestos a pagar en el futuro cuando llegue
el vencimiento de los créditos extraordinarios obtenidos.

Sr. Barbón, antes de endeudar más a los asturianos primero corte de raíz el gasto público clientelar, como por ejemplo, redistribuyendo todas las partidas presupuestarias destinadas a subvenciones y a convenios de colaboración con chiringuitos y facilitar liquidez al tejido productivo asturiano.

El socialismo, con sus mentiras, el comunismo con sus banderas, el PP con sus promesas falsas, Foro con sus problemas internos y Vox con sus intereses económicos y abandono a la militancia, dejan una pésima
gobernabilidad. Los partidos políticos que en la actualidad nos representan en la Junta General del
Principado, han hecho, y piensan seguir haciendo, justamente todo lo contrario de lo que necesita Asturias para revitalizar du decaído tejido empresarial, es decir, piensan seguir ahuyentando al talento, a los inversores y a cualquier conato de iniciativa emprendedora, obligando además, a muchos paisanos emprendedores, y empresarios, a largarse de Asturias.

La sociedad asturiana necesita más que nunca, un impulso importante de todos sus ciudadanos, para crear una sociedad mejor y poder dejar una herencia digna a nuestros sucesores, y de manera especial, ahora que hay Fondos Europeos, y tenemos que estar muy atentos para que no ocurra como pasó con los Fondos Mineros, que las ayudas recibidas no estuvieron bien orientadas a la creación de empleo, y sí para un derroche y beneficios para algunos, como en el caso del expresidente del SOMA-UGT, Sr. Villa.

Asturias necesita firmeza en las ideas, pero moderación en las formas; necesita integrar y no excluir; necesita cabezas que piensen y que no embistan y personas que sumen y aporten, y eso es lo que VALORES ofrece a los ciudadanos.