Proverbio árabe que se atribuye al fundador de Dubái (aunque eso es lo de menos en este escrito), Sheikh Rashid: el ciclo completo es:
Los tiempos difíciles crean hombres fuertes. Los hombres fuertes crean tiempos fáciles. Los tiempos fáciles crean hombres débiles. Los hombres débiles crean tiempos difíciles.
Quiere decir que las generaciones débiles (seguramente, y en términos generales, nosotros y nuestros hijos) somos el resultado de generaciones fuertes (nosotros o, sobre todo, nuestros ancestros). Así, la fortaleza, la resiliencia (palabra de moda de un tiempo a esta parte) de una generación influye en la siguiente, donde, casi con todo hecho, se tiene prácticamente a cero el nivel de batería de tolerancia y a tope el de frustración.
¡Rediosssss, esta sociedad que nos ha tocado vivir! En román paladino: nuestros padres comieron REPOLLO para que nosotros y nuestros hijos pudiéramos comer CENTOLLO, pero los hijos de nuestros hijos… menudo drama cuando tengan que volver a la verdura. Porque seguro que volverán esos tiempos “más peores” que los actuales.
Antes, la gente se enfrentaba a los desafíos con la tenacidad, persistencia y fortaleza de un aguerrido luchador; ahora, el mayor reto es decidir entre café descafeinado o aderezado con sacarina, y luego ir al gym o ver la serie de moda en Netflix (para estar al día en las conversaciones del día siguiente).
Sinceramente, nos hemos vuelto tan cómodos que hasta el sofá (incluso el chaise longue) se harta de nuestra inactividad. En el pasado, te caías, te levantabas y dabas otro paso adelante.
Ahora, los únicos mandos que aceptamos son el del televisor o el que tiene el “botón de pánico” sobre el que clicamos cada vez que no nos gusta algo.
¡Pero si hasta desconocemos lo que es un ritual de cortejo, y con solo deslizar el dedo en una pantalla podemos encontrar pareja (o al menos hacer matching, a ver si surge el amor)!
Sin embargo, contrasentidos de la sociedad moderna: aunque nos mostramos precursores de la vida cómoda y sin sobresaltos, adalides del conformismo y dribladores por naturaleza del esfuerzo, totalmente carentes de cierto umbral de tolerancia y de que nos llamen la atención en nuestro contexto diario, ¡eso sí! Nos apuntamos a CrossFit para que nos chillen y nos den caña.En fin, hemos pasado del repollo al centollo en un abrir y cerrar de ojos y nuestros herederos tendrán que ser verdaderos titanes para poder empezar a cultivar esa fortaleza que nos hará falta.
De momento, empecemos a ver tutoriales de cómo se cultiva el repollo. Y analicemos cómo se puede vivir solo degustando y compartiendo tamaña verdura…
Consultor empresarial.
Germánico en organización, perseverante en las metas, pragmático en soluciones y latino en la vida personal.
¿Y por qué no?