En Asturias Liberal nos han tachado de pesados, y no sin razón, porque en X (antes Twitter) insistimos una y otra vez en que Adrián Barbón, en materia de financiación autonómica, dice una cosa y hace exactamente lo contrario.
Lo advertimos en 2024 con la condonación de la deuda a Cataluña, que tanto perjuicio nos causa, y lo reiteramos con la financiación singular para Cataluña, una medida que Pedro Sánchez necesita, una vez más, para mantenerse en La Moncloa.
Ante cualquier noticia en prensa o comentario sobre la financiación autonómica, ahí estamos, en X o donde haga falta, exigiendo al presidente del Principado que abandone los discursos grandilocuentes en los que proclama que nadie defiende más a Asturias que él, que velará por el respeto a la financiación autonómica y que dará la batalla en Madrid si es necesario para conseguirlo.
La cuestión clave es que Adrián Barbón nos miente, también a ti, votante socialista, que crees que el de Laviana es la mejor opción para Asturias en estos tiempos convulsos, en los que Cataluña, Madrid y Trump parecen no darnos tregua.
Adrián Barbón te miente, votante socialista, porque la financiación singular para Cataluña, ese privilegio que restará miles de millones al resto de españoles y que será especialmente perjudicial para Asturias nos dejará en una situación crítica. Este acuerdo afectará gravemente al sector público y al estado del bienestar, impactando en lo más esencial, en lo que más te importa: tu salud y el cuidado de tus mayores.
En el PSOE nacional hemos encontrado resistencias vacías frente a este atropello. Hemos visto a Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, quejarse tímidamente por el futuro acuerdo, criticando a nacionalistas y a los expatriados en Waterloo, e incluso señalando a los suyos. Adrián Barbón, en cambio, “ye más finu”, como decimos aquí. Cuando hay que hablar de algo incómodo, prefiere enviar a su portavoz, Guillermo Peláez, quien hace lo que puede, aunque sabe perfectamente que dice una cosa mientras se hará otra.
Desconocemos si Álvaro Queipo, presidente del PP asturiano, nos sigue en esta web o en redes sociales, pero celebramos leer en la prensa regional su petición a los parlamentarios asturianos del PSOE para que voten en contra del acuerdo, ofreciendo incluso que el Partido Popular cubra la multa por romper la disciplina de voto. Un brindis al sol, sí, pero es una postura que ya defendió semanas atrás y en la que debe perseverar. Es el mensaje que deben escuchar los ciudadanos..
La clave, que hemos repetido incansablemente, es esta: los diputados asturianos del PSOE en el Congreso están supeditados a las órdenes de Ferraz, de Pedro Sánchez, y votarán lo que se les ordene, no lo que beneficie al territorio que representan, no lo que sea mejor para Asturias.
Adrián Barbón falta a la verdad cuando afirma que defenderá a Asturias frente a la injusta financiación singular que favorece a Cataluña, mientras apoya que sus diputados sigan las directrices de Ferraz, de Moncloa, de Pedro Sánchez, respaldando la condonación de la deuda a Cataluña, la financiación singular o cualquier otra medida que se les imponga.
No es un invento de este medio que luchará por sobrevivir a la censura que el Gobierno pretende imponer a los medios digitales. En su afán por mentir y complacer a todos, el presidente asturiano recurre a algo que recuerda a la locución latina excusatio non petita, accusatio manifesta. Hace un tiempo reconoció que no tiene autoridad sobre los diputados autonómicos, una declaración que delata sus contradicciones.
“Mis diputados votan lo que ordena Madrid, pero los del PP también lo hacen”, parece insinuar Barbón.
Claro, presidente, pero será con los votos de los tuyos con los que hundirás un poco más esta región que estáis llevando a un nefasto punto de no retorno.
Los hechos son los hechos, independientemente de los sentimientos, deseos, esperanzas o miedos de los hombres.