
PanHispanitas 12 reivindica la cultura hispanoamericana como un legado vivo: diálogo, memoria compartida y futuro común.
Oviedo acoge este mes de octubre el programa PanHispanitas 12, impulsado por dos organizadores: el Consulado Honorario de la República del Paraguay y la asociación Sociedad Civil Oviedo 21 (SCO21). La iniciativa reafirma los lazos que unen a España con los países de habla hispana y pone en valor una identidad histórica compartida que trasciende fronteras.
El papel de SCO21 y su presidencia
La labor de SCO21 —y, en particular, el liderazgo sereno y eficaz de su presidente, José Antonio A. Riesgo— ha sido decisiva para convertir a Oviedo en un foro activo de cooperación cultural iberoamericana. Bajo su impulso, la entidad ha pasado de ser un espacio local de debate a una plataforma que teje redes internacionales sin perder su raíz asturiana, promoviendo una divulgación abierta, rigurosa y plural.
Construir sin estridencias, reunir sin imponer y celebrar lo que nos une: la marca de Sociedad Civil Oviedo 21.
Un programa con acentos complementarios
Con el lema “Días de encuentro: la cultura en la comunidad hispanoamericana”, el programa (del 3 al 17 de octubre) combina artes, letras y gastronomía. Entre los hitos, destacan una exposición colectiva de pintura hispanoamericana; el Festival Internacional de Arpa del Principado de Asturias —con artistas de Paraguay y Asturias—; y conferencias dedicadas a la Hispanidad, a cargo de Juan García Sentandreu e Iván Vélez Cipriano. Una agenda medida —no exhaustiva— que ilustra la ambición y el equilibrio del encuentro.
Objetivo nuclear: fortalecer la cohesión de la comunidad hispanoamericana y estimular el intercambio entre creadores y públicos.
Asturias como anfitriona del encuentro
Con vocación atlántica y tradición humanista, Asturias se ofrece como anfitriona natural de un diálogo que integra acentos, tradiciones y miradas. PanHispanitas 12 no es solo una agenda de actos, sino una declaración de intenciones: poner en valor la cultura de los países hispánicos como terreno fértil de entendimiento, memoria y proyección común.
Cuando la cultura se toma en serio, el encuentro entre pueblos no solo es posible: es luminosamente necesario.