Miriam, Miriam, permite que te llame así por tu juvenil palmito y por tu estilo tan desenfadado.
Sin duda eres una mujer inteligente y además de diputada en el Congreso español eres portavoz de Junts, el minúsculo partido catalán que está poniendo en jaque el devenir de España con sus peticiones exorbitantes y continuadas.
No entiendo cómo dejaste tu agradable municipio de residencia en el interior del Maresme catalán en donde eras la copropietaria de una empresa del sector textil para instalarte en territorio hostil, en el corazón de ese “Estado que os roba” del que pretendéis separaros.
Pero… ¿a santo de qué vienes ahora a Madrid a reivindicar no sé qué vestigios de la olvidada Marca Hispánica de hace más de mil años?
Y aún tenéis la cara de venir a provocar al resto de los españoles, precisamente vosotros, los menos recomendables de la mesocracia nacional.
¿No te das cuenta criatura, de que te han mandado al Congreso a jugar con personas mayores que ya se las sabían todas antes de que tu nacieras y que en memoria histórica política te llevan más de mil años de delantera?
No escarmentáis nunca y por esa generosidad tan española que nos caracteriza te hemos acogido en la capital del reino…
…con tu escaño en el Congreso y todas las ventajas de ser madre de la patria, con la del astronómico salario de diputada que cobras del erario español, a pesar de que tu único interés radica en quebrarla a base de destrozar sus instituciones y separar la unidad de este gran país en que vivimos.
Y llegas a Madrid, como “machaca de tu Jefe” para cumplir su encargo, sin ningún respeto: no sólo a pedir sino a exigir y además con las ínfulas de una chica traviesa que se cree la Juana de Arco del S. XXI y que encima se lo pasa muy bien en la capital luciendo palmito y venga a reírte cuando llegas y cuando sales del Congreso como si estuvieras jugando a rayuela.

Pero claro, alguien te necesita desesperadamente, y te engaña con sus ofertas incumplidas, pero tú sigues porque piensas que con la actitud de exigir y amenazar puedes conseguir al menos parte de lo que te gustaría.
Y ese estilo tan tuyo, sin retórica ni cortesía parlamentaria que valga, sino con un objetivo clarito y una mordedura rápida y letal como la de una víbora, poniendo las cartas encima de la mesa con la soltura de un tahúr del Mississippi de forma que cuando impones tus condiciones les tiemblan las canillas a las señorías del banco azul al completo.
Marca Hispánica, Toledo y el centro del poder
Tal vez te perdiste esa clase de historia, pero te recuerdo que tras pocos años de Marca Hispánica los visigodos se establecieron en Toledo, el centro de Hispania, y la erigieron como capital para fundar un gran país, marcando espacio frente a la periferia centrífuga.
Lo que fue hecho en la misma longitud de onda que todas las demás grandes naciones de Europa. ¡Cuidado con que los leones del Congreso no os echen de un zarpazo al mar!
No pretendáis jugar con la Madre España, porque es una madre antigua y terrible, que igual que amamanta destruye.
Así que tú, Miriam, vuélvete a tus labores del textil, que le van mucho mejor a tu gracia y belleza, y deja de inmiscuirte en asuntos que te vienen grandes, por mucho que tu jefe, prófugo errante por Europa, te haya querido embaucar en esta causa perdida y tú te hayas creído que tan sólo se trata de un juego donde se te permite brillar, como antaño en los salones de la buena sociedad, para que te puedas lucir por los pasillos del Congreso y puedas seguir riéndote tanto como hasta ahora.
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Jerusalén 1954. Licenciado en CC Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro del Servicio Exterior del Estado desde 1981. Ha prestado servicios en cuatro consulados generales y cuatro embajadas de Europa y América.
Orden de Isabel la Católica.
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