“That thing you do!” es una película de 1996 que supuso el debut como guionista y director de Tom Hanks. Ambientada en el verano de 1964, cuenta la historia de un grupo musical de Pensilvania que consigue llegar a la cima del éxito, aunque sea de una manera efímera.
Con esta historia podríamos reflexionar sobre el talento y sobre el producto: el talento de cada uno, el producto que ese talento nos permite ofrecer, pero –sobre todo- el producto que el mercado quiere comprar.
La modesta banda local “The Wonders” (así se tituló en España también a la película) está liderada por Jimmy que es el vocalista y compositor talentoso. Mientras preparan un tema para un concurso local, su batería tiene un pequeño accidente y se les ocurre llamar a un viejo conocido: Guy Patterson, un chico que trabaja en el negocio de electrodomésticos de su padre pero cuya verdadera pasión es el jazz, a la que dedica las noches tocando en el sótano de la tienda.
La canción que preparan es una balada romántica titulada “That thing you do”:
El día del concurso ocurre algo inesperado: el batería se transforma en el escenario y aumenta el tempo de la música, convirtiendo la balada romántica en un tema un poco más roquero:
No sabemos qué habría pasado si hubieran interpretado la canción con el tempo original, pero lo que sí sabemos es que la canción con ese ritmo conectó de inmediato con el público, era el producto que el mercado estaba esperando.
A partir de ese momento llegan los contratos, la grabación del primer disco, el primer concierto grande y la firma por una multinacional que catapulta a ese tema en la lista de los discos más vendidos y les hace llegar al olimpo de las estrellas. Tranquilos, no les voy a destripar más la película, aunque supongo que la mayoría la habrá visto en algún momento desde 1996 hasta hoy.
Pero quedémonos en el talento:
- Jimmy, el compositor y líder de la banda, es un tipo con talento para hacer canciones, muy seguro de sí mismo y obsesivo con su música y su carrera musical: todo tiene que ir como él tiene concebido, sus planes se anteponen a cualquier cosa (incluidas las relaciones personales)
- Guy, el batería, es un apasionado, un virtuoso que en un entorno de cierta libertad deja que sea la inspiración quien domine la melodía
El primero tiene el talento de componer una canción de éxito, pero es el talento del segundo el que hace posible que esa canción tenga el ritmo que la gente estaba esperando.
Si miramos a nuestro alrededor, en empresas y en la sociedad, seguro que todos nosotros conocemos equipos de trabajo que funcionan porque las ideas son llevadas a cabo por profesionales que saben marcar el tempo adecuado para que las cosas salgan bien (a pesar del líder).
De la misma manera hay empresas donde las ideas (o los mecanismos, o las pautas) se anteponen a todo lo demás y tienen una rigidez que no deja lugar a salirse del guion establecido, aunque eso sea muchas veces contraproducente o un hándicap para los intereses de la propia empresa.
En nuestra sociedad hay “productos” (entiéndase desde cualquier tipo de moderno dispositivo tecnológico hasta cambios sociológicos, nuevas normas y/o costumbres, estrategias, etc) que son ideados o dispuestos por terceros y que en unas ocasiones sólo se nos ofrecen, pero que otras ocasiones se nos imponen sin remedio suponiendo para nosotros un impacto a veces inevitable, y que no siempre son el tema roquero que estábamos esperando para cantar y bailar.
Para terminar por hoy, les dejo con la última actuación del grupo para que aprecien el cambio y la evolución entre el ensayo en el garaje, la primera actuación y la final
Licenciado en Filología Española (Literatura)
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