
Carmen Moriyón y Adrián Pumares no sólo han fracasado como políticos: han sido condenados como gestores públicos. Y sin embargo, ahí siguen. Atrapados en el cargo como si el poder fuese su salvavidas. Como si el desprecio al juicio moral pudiera neutralizar el juicio legal.
Lo que han hecho —y lo que siguen haciendo— tiene nombre: corrupción. Y quien no lo diga claro, lo tolera. En una democracia madura, bastaría una sola condena para forzar una dimisión.
Aquí hacen falta dos, tres o más… y ni así. Porque no sólo delinquen: también se atrincheran. No sólo violan la ley: la desafían. Y en el camino, arrastran consigo a una ciudad, a un partido y —por extensión— a la poca credibilidad que le queda a la política asturiana.
Malversación con bata blanca y silencio parlamentario

Carmen Moriyón no es solo alcaldesa por la gracieta del PP. Es médica. Ha sido presidenta de Foro. Y ha tenido tiempo y recursos para formarse un juicio ético. Pero eligió el atajo. Usó dinero público —del grupo municipal de Foro— para fines personales.
El Tribunal de Cuentas, en resolución fechada el 7 de junio de 2023, la obliga a devolver 1.210 euros indebidamente utilizados para “temas particulares”. No es una cifra simbólica: es una señal de alarma. Y no es un caso aislado.
Un año más tarde, el 13 de junio de 2024, otro golpe. Una nueva sentencia la condena al pago de 31.314,29 euros más intereses legales, alcanzando un total cercano a los 35.000 euros, por malversación contable en beneficio propio y de una persona vinculada a ella. Es decir: uso desviado de fondos, sin justificación pública, para ventajas privadas.
¿Y cuál ha sido su respuesta? El silencio. La negación. La fuga hacia adelante.A Moriyón no la persigue una opinión: la condena un tribunal. No es un error administrativo: es una forma de gobernar. Y cada día que permanece en el cargo, convierte al Ayuntamiento de Gijón en una estructura manchada por la deslealtad institucional.
No hay excusa, ni trinchera, ni bandera que tape eso. No es una política acosada. Es una gestora condenada.
En paralelo, Adrián Pumares fue condenado por incumplir la Ley de Protección de Datos. Una sentencia de 2022 de la Audiencia Provincial de Oviedo lo señaló directamente. No fue un fallo menor ni un tecnicismo legal. Vulneró un principio básico de la convivencia democrática: el respeto a la información privada.
Y en 2023, la Agencia Española de Protección de Datos sancionó a Foro Asturias con una multa de 20.000 euros por hechos atribuibles a su dirección. Es decir: a él.
¿Qué hizo entonces Pumares? Exactamente lo mismo que Moriyón: mirar hacia otro lado. Dejar que el partido pague la factura, mientras él mantiene su escaño, su sueldo y su discurso indignado.
Difamar para encubrir: el escarnio contra Cascos

Ambos sabían que estaban bajo el radar judicial. Sabían que sus espaldas no estaban limpias. Y sin embargo, decidieron ir a la guerra. ¿Cómo desviar la atención de sus propios pecados? Atacando al fundador. Fabricaron un relato contra Francisco Álvarez-Cascos, al político más brillante que ha tenido Asturias en su historia reciente. Un relato inventado plagado de querellas vacías, acusaciones recicladas y una dosis de odio solo explicable desde la necesidad de encubrir la propia impostura.
Lo arrastraron por los juzgados. Lo difamaron públicamente. Lo presentaron como símbolo de lo que ellos mismos ya eran. Pero perdieron. Y lo hicieron por la vía dura. Cascos ha sido absuelto con rotundidad, primero por la Audiencia Provincial y luego por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
Ni apropiación indebida, ni manejo fraudulento. Nada. Solo una campaña infame sostenida por la insidia y la cobardía. Queda claro que no querían justicia: querían revancha, la habitual en los mediocres. No buscaban verdad: buscaban humo para tapar sus propios incendios.
Y el resultado no pudo ser más grotesco: pretendieron manchar a un hombre al que no pudieron acusar de nada… mientras ellos ya estaban condenados por todo.
Sólo ciudadanos condicionados psíquicamente —y uso el eufemismo por respeto— pudieron dar crédito a semejante inversión de la realidad.
La ruina política de Foro y el daño colateral al PP

El problema no es solo moral. Es institucional. Porque un partido con este historial no puede representar con legitimidad a los gijoneses ante el Principado ni ante el Gobierno central. Y así se ve en los hechos:
- -El vial de Jove sigue empantanado
- -El futuro del puerto se discute sin voz propia
- -Los proyectos estratégicos se negocian sin autoridad moral.
¿Cómo pretenden defender los intereses de Gijón quienes no pueden defender ni su propia honorabilidad? Foro no es hoy un interlocutor. Es una caricatura de sí mismo. Y ese descrédito arrastra consigo a quien lo ampara.
El PP de Álvaro Queipo, al cerrar los ojos ante este deterioro, se contamina. La alianza tácita con una estructura degradada no suma: resta. Porque todo lo que no se corta a tiempo, se gangrena. Y eso, en política, siempre termina pasando factura.
Con dimisiones que no llegan una democracia se degrada
Moriyón y Pumares deberían haber dimitido ayer. Y como no lo hicieron, deberían hacerlo hoy. No por estrategia, ni por cálculo electoral. Por dignidad. Por respeto a las instituciones. Por no convertir la desvergüenza en política habitual.
Cada día que se aferran al cargo, ensanchan el abismo entre la ciudadanía y la política. Cada discurso que pronuncian suena hueco, porque ya nadie cree en su moral. Han perdido el bien más valioso de todo dirigente público: la confianza. Y cuando se pierde eso, ya no hay programa ni promesa que valga.
Francisco Álvarez-Cascos, mientras tanto, ha sido reivindicado por los hechos. Ellos, en cambio, han quedado encajonados en su propia farsa. La historia es tozuda.
La justicia ha hablado. Ahora sólo falta que hablen las urnas. O que hablen ellos… con una renuncia. No lo harán porque no les alcanza para saber que su caída será peor cuanto más se retrase.
ENLACES RELACIONADOS:
1. Carmen Moriyón condenada por pagos indebidos con fondos públicos
El Tribunal de Cuentas condenó a la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, a reintegrar 31.314,29 euros más intereses a las arcas municipales por el uso indebido de fondos del Grupo Municipal de Foro Asturias entre 2017 y 2019. Los pagos incluían dietas no justificadas y gastos personales. La sentencia destaca la falta de justificación y la naturaleza privada de los gastos realizados. Enlace:
2. Carmen Moriyón deberá devolver 1.210 euros por asesoramiento jurídico
El Tribunal de Cuentas también condenó a Carmen Moriyón a devolver 1.210 euros por el pago de una factura de asesoramiento jurídico con fondos del Grupo Municipal de Foro Asturias, al considerar que se trataba de un gasto particular y no relacionado con la actividad del grupo municipal. Enlace: https://www.lne.es/gijon/2023/06/09/moriyon-debera-devolver-1-210-88494748.html
3. Adrián Pumares condenado por divulgar datos personales de Álvarez-Cascos
La Audiencia Provincial de Asturias responsabilizó a Adrián Pumares, secretario general de Foro Asturias, por divulgar datos personales del expresidente del partido, Francisco Álvarez-Cascos, vulnerando el deber de custodia y protección de datos. La sentencia establece que Pumares deberá indemnizar a Álvarez-Cascos por los daños y perjuicios causados.
Estos casos reflejan la gravedad de las actuaciones de ambos dirigentes y el impacto en la gestión política y la confianza pública.

Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED