I. El arte de financiar el derrumbe
El nombre de Duro Felguera ya no resuena por sus contratos, sino por su inminente concurso de acreedores. Si este 12 de junio no se concede una nueva prórroga, la ingeniería asturiana —una de las más veteranas del parqué— entrará formalmente en insolvencia.
Pero la noticia relevante no es solo la posible caída, sino el modo en que se ha llegado hasta aquí: con directivos blindados, una dirección actual sin señales visibles de austeridad, y una SEPI que colocó sin asumir, y financió sin exigir.
Lo que se hunde no es únicamente una empresa. Es un modelo de rescate sin control y sin estrategia.
II. Consejo nuevo, sí. Pero sin señales
El Consejo actual, con Eduardo Espinosa Bustamante al frente, asumió funciones entre mayo y septiembre de 2024, en el contexto de entrada definitiva del capital mexicano (Prodi y Mota-Engil). Podría alegarse que llegaron con todo ya deteriorado. Pero en casi un año no han enviado una sola señal clara de recorte, reforma o contención interna.
Mientras se exige a los acreedores una quita del 98 %, el Comité de Dirección mantiene intacta una retribución anual superior a los 1,6 millones de euros, y la masa salarial general de la empresa está entre un 20 % y un 40 % por encima del promedio del sector industrial. Una anomalía difícil de justificar cuando el próximo mes deben afrontar nóminas que suman casi 10 millones… sin liquidez.
La dirección ha optado por gestionar en silencio. Pero el silencio, cuando el suelo tiembla, también es una forma de decisión.
III. Argüelles: un blindaje bendecido por la SEPI
Uno de los principales ejemplos de esta cultura empresarial fue Jaime Argüelles, consejero delegado hasta noviembre de 2024. Y no es un secreto: fue colocado por la SEPI. No por cuota formal, sino como resultado de un pacto dentro del rescate de marzo de 2021, cuando el Estado inyectó 120 millones de euros a Duro Felguera.
Su elección se pactó con la participación directa de los responsables del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. Y su contrato reflejó esa falta de rigor: 370.000 euros anuales de salario y un blindaje de hasta 27 mensualidades. Ni una sola cláusula de penalización. Ninguna condición de rendimiento. Ningún límite salarial preventivo.
La SEPI, con dinero público, amparó un contrato blindado a prueba de resultados
IV. Los anteriores y el privilegio por defecto
Antes de Argüelles, José María Orihuela siguió el mismo guion. Salario de 435.000 €, y una indemnización pactada de 652.000 € al dejar el cargo. Ambos gestionaron bajo supervisión del Estado. Y ambos preservaron sus condiciones sin aplicar ninguna transformación estructural.
No hubo ajuste laboral, ni reordenación de unidades, ni decisiones estratégicas de fondo. Y es fácil entender por qué: no tenían incentivo alguno para hacerlo.
Su protección contractual les permitía cobrar igual aunque la empresa cayera. Y eso es exactamente lo que ocurre.
V. La SEPI: vigilar sin exigir
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no asumió una representación formal en el Consejo de Administración. Pero sí ejerció control indirecto sobre decisiones clave: validó planes, aprobó financiación por tramos, y participó en la elección de la cúpula ejecutiva.
Sin embargo, en lo esencial, se mantuvo ausente de toda exigencia reformista:
- -No impuso limitaciones salariales.
- -No exigió ajustes estructurales como condición para la ayuda.
- –No colocó ni una sola cláusula anti-blindaje.
- –No participó en una auditoría laboral para corregir la desproporción salarial que asfixiaba la competitividad de la empresa.
La SEPI vigiló, pero nunca gobernó. Administró fondos sin administrar soluciones.
VI. Una estructura salarial sin control
Lo que resulta inaceptable, incluso desde el punto de vista ético, es que Duro Felguera siga manteniendo una masa salarial inflada respecto al mercado, según denuncian varias entidades financieras implicadas en las negociaciones.
Mientras el personal de dirección mantiene sueldos desproporcionados, los trabajadores de base temen por sus nóminas, y los proveedores ya descuentan que cobrarán solo las migajas. No hay plan laboral serio, ni ERE planteado, ni ajuste de estructura visible.
El Estado ha permitido que se rescate sin reformar, y que se gestione sin corregir.
VII. La factura moral de este concurso
Cuando el concurso se active, el relato oficial dirá que se hizo lo que se pudo. Pero la verdad es más incómoda. Se pudo hacer mucho más, y no se hizo.
-La SEPI colocó sin exigir. Y como ente público bajo dirección institucional, los Gobiernos de Pedro Sánchez en España, por activa, y de Adrián Barbón en Asturias, por pasiva, son responsables de su actuación.
-Los directivos anteriores blindaron su salida sin rendir cuentas.
-La dirección actual ha gestionado sin recortar.
-Y los trabajadores, los acreedores y Asturias serán los únicos que lo pagarán todo.
Duro Felguera es, hoy, el resultado de una cadena de renuncias: a liderar, a corregir, a exigir.
Y cuando el silencio y la pasividad se vuelven norma, la quiebra no es un accidente: es una consecuencia programada.
ENLACES RELACIONADOS:
📌 1. “Informe anual sobre remuneraciones de los consejeros… 2024” – CNMV
Indica que Jaime Argüelles, como consejero ejecutivo hasta noviembre de 2024, cobró una retribución fija de 370.000 €, y que Eduardo Espinosa percibió 60.000 €.
📌 2. “Duro Felguera blinda a Jaime Argüelles con 27 meses de salario…” – El País (Cinco Días)
Explica que Argüelles percibió en torno a 501.000 € en 2022 (435.000 € de sueldo fijo + 40.000 € variable) y tenía un blindaje de hasta 27 mensualidades por despido/no competencia.
📌 3. “Estos son los sueldos de los directivos de Duro Felguera” – COPE Asturias
Informe de 2022 que detalla retribuciones: Argüelles cobró 321.000 €, Orihuela 126.000 €, y otros consejeros entre 55.000 € y 102.000 €, confirmando las magnitudes salariales.
📌 4. “La banca desbloquea el rescate de Duro Felguera y nombra CEO a Jaime Argüelles – El Confidencial
Explica que la SEPI impuso el nombramiento de Jaime Argüelles como nuevo consejero delegado en 2021 como condición para el plan de rescate, vinculando directamente la inyección de fondos con su elección.
Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED