
(Fotografía de portada: Alfredo Canteli, Adrián Barbón, Margarita Robles y Ángel Escribano)
La fórmula Indra: adjudicar sin licitar, ejecutar sin supervisión
Hay una fórmula que se repite en la maquinaria del Estado español y que, si uno la observa con detenimiento, revela más de lo que parece: se llama Indra, y no es solo una empresa tecnológica. Es, cada vez más, una herramienta de poder. La estrategia de Pedro Sánchez para convertir a España en «la cuarta potencia de defensa en Europa», lejos de estar cimentada en una reconstrucción seria del tejido militar-industrial, parece querer sustentarse sobre ese mismo patrón: entregar sin competir, ejecutar sin fiscalizar y blindar sin transparencia.
No es una especulación. Es un hecho observable. Porque el mismo modus operandi con el que se ha confiado a Indra el control del escrutinio provisional de los votos en 2023 —con contratos millonarios, sin competencia real y con opacidad en la ejecución— será, según todo indica, el mismo patrón con el que se aplicará el nuevo Plan Estratégico de Defensa. No se trata solo de saber quién cobra, sino de entender cómo cobra y por qué no lo hace nadie más.
Cronología de una relación discrecional
En febrero de 2023, el Ministerio del Interior adjudica a Indra un contrato marco para la gestión informática de los procesos electorales por más de 39 millones de euros en cuatro años. Solo se presenta una empresa. La misma de siempre. Indra obtiene así los encargos del 28-M (municipales) y del 23-J (generales) por unos 13 millones de euros cada uno, sin que medie verdadera competencia. Durante las elecciones municipales, la web oficial se cae. Se produce un apagón informativo y se esgrimen excusas técnicas. Pero no se hace público el informe de fallos. Solo tras una resolución del Consejo de Transparencia, se exige que Interior abra la caja negra. Indra sigue al frente.
En paralelo —y esta parte suele pasar más desapercibida— se encadenan contratos sin licitación en sectores tan delicados como defensa y ciberseguridad.
Se trata de adjudicaciones directas con la excusa de la exclusividad técnica:
–Satélite PAZ, mayo de 2021: Indra recibe más de 600.000 euros para mantener subsistemas que ella misma diseñó. Sin licitación.
–Sistema Santiago, septiembre de 2022: contrato de más de 10 millones de euros para sistemas de inteligencia electrónica del Estado Mayor de la Defensa. Sin licitación.
–Defensa aérea nacional, diciembre de 2023: más de 66 millones de euros adjudicados directamente. Argumento: solo Indra puede hacerlo.
–Guerra electrónica en helicópteros, abril de 2025: otros 5 millones de euros entregados sin concurrencia.
Todos los contratos se justifican con un razonamiento idéntico: «solo Indra puede hacer esto«. La ley lo permite, sí, pero a costa de crear una relación de dependencia estructural entre el Estado y una empresa que, cada vez más, actúa como extensión tecnológica del poder político.
Defensa o discrecionalidad: el verdadero Plan
En este contexto llega Pedro Sánchez con su Plan Estratégico de Defensa. Un titular grandilocuente —España será la cuarta potencia europea— que, al rascar, ofrece dos revelaciones inquietantes:
- -Primera, que solo una parte menor del plan está destinada a capacidades puramente militares. Lo demás, en buena medida, se diluirá en digitalizaciones, sistemas administrativos, satélites duales y plataformas electrónicas. Y si uno sigue el rastro, muchas de esas soluciones técnicas acabarán en las manos de quienes ya dominan la interfaz entre el Estado y los datos: Indra y sus entornos.
- -Segunda, que el modelo de aplicación del plan parece calcado del modelo electoral: contratos marco, licitaciones sin rival, argumentos de exclusividad y adjudicaciones en cadena.
La defensa se convierte así en una promesa abstracta, mientras el dinero viaja por rutas muy concretas hacia nodos bien conocidos.
Por eso la pregunta no es si España va a tener más defensa, sino quién va a tener más control. Y si ese control se adjudica sin licitación, sin crítica, sin escrutinio verdadero, entonces el problema no es tecnológico ni militar: es político.
El algoritmo es más político que matemático
Indra no solo suma los votos necesarios para que sobreviva su contratación con el partido que lo contrata.
Suma millones. Suma influencia. Y suma poder. Pero la operación realmente inquietante no está en su software, sino en su relación con el poder ejecutivo. Lo que está en juego no es la solvencia técnica de una empresa, sino el uso sistemático del argumento de la urgencia, la exclusividad o la confianza para derivar recursos públicos sin competencia real.
El Plan Estratégico de Defensa puede ser necesario. Pero sin transparencia, es simplemente otro plan estratégico de gasto. Y si su ejecución se canaliza por la misma fórmula con la que Sánchez controla el escrutinio electoral, entonces más que reforzar nuestra soberanía, reforzará la dependencia entre el poder político y su proveedor de cabecera.
Ya no es que la democracia se apoye en sistemas informáticos. Es que esos sistemas son adjudicados sin que nadie compita, y se ocultan cuando fallan y no se sabe cómo cuentan votos. Y si eso vale para los votos, ¿por qué no iba a valer para los misiles?
Tal vez el verdadero algoritmo no esté en el código fuente de Indra. Tal vez esté en la forma en que el poder decide quién cobra y quién vigila a quien cobra. Eso, más que defensa, tiene nombre de estrategia. Pero no es precisamente militar.
ENLACES RELACIONADOS:
🔹 Contratos sin licitación adjudicados a Indra
1. Sostenimiento sistema “Santiago” (EMAD) – Negociado sin publicidad
Adjudicación por Procedimiento negociado sin publicidad, con solo una oferta (Indra), para sostenimiento de sistemas de captura de señales electromagnéticas del sistema “Santiago”.[BOE‑B‑2022‑31142 – Anuncio formalización: AC. Santiago EMAD (5/9/2022)]
https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-B-2022-31142
2. Contrato 543-Contrato marco helicópteros Ejército de Tierra – Sin licitación pública
Contrato derivado de acuerdo marco negociado sin publicidad, donde Indra será adjudicataria única para soporte de sistemas de guerra electrónica en helicópteros.[Noticia: “Indra se adjudica otro contrato del Ministerio de Defensa”]
https://ejecutivos.es/noticias/indra-se-adjudica-otro-contrato-del-ministerio-de-defensa/
3. Mantenimiento 982- Mantenimiento subsistemas del satélite PAZ – Negociado sin publicidad
Se adjudica directamente a Indra el mantenimiento de subsistemas técnicos del satélite militar PAZ, con la justificación de exclusividad técnica.Información publicada en defensa.com sobre adjudicación negociada sin publicidad.
https://www.defensa.com/espana/indra-adjudica-mantenimiento-elementos-programa-santiago
4. Contrato 1411-Contrato anti‑UAS (sistemas anti‑drones) – Sin concurso público
Adjudicación negociada sin publicidad para el suministro y mantenimiento de 14 sistemas anti‑UAS, certificada por intervención del Ministerio de Defensa.
🔹 Plan Estratégico de Defensa del Gobierno.
Plan 1809-Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa
El anuncio oficial del Consejo de Ministros detalla una inversión de 10.471 M€ en cinco pilares, incluyendo tecnología y ciberseguridad (31 %).

Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED