Por qué gastar en defensa sin comprar armas es todo un arte, y cómo Pedro Sánchez lo ha perfeccionado
La carta de Rutte… según Pedro
A veces las cartas no se leen, se inventan. Pedro Sánchez, en su ya habitual número de prestidigitación verbal ante Feijóo, agitó una misiva del Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, como quien blande una navaja pandillera. Aseguró que el neerlandés le respaldaba en su defensa… de no tomarse en serio la defensa. Dijo que la carta admitía que con gastar el 2% del PIB ya se podía dormir tranquilo.
Pero hete aquí que Rutte, probablemente menos dado a los juegos de trilero, salió a puntualizar: lo que había dicho no era que se conformaba con menos, sino que se podía tardar un poco más en llegar al 5%; eso sí, con lenguaje diplomático para que Pedro no monte un pollo que le desmonte al neerlandés su cumbre.
Qué diferencia, ¿eh? No es lo mismo llegar tarde a la cita, que no tener intención de ir. Y más interesante aún: en esa misma carta, Rutte le recuerda que la proporción pactada por los aliados es del 3,5% en gasto de defensa central y 1,5% en seguridad relacionada. Es decir, 5% sí, pero con una estructura clara: para lo militar de verdad, la mayor cantidad, más del triple que para «lo demás».
Mientras tanto, cree Sánchez que engaña a Rutte camuflándole sus planes reales de gasto militar donde prevalece «lo demás».
Un plan de defensa que no defiende (pero reparte mucho)
En el teatro presupuestario español, el gobierno despliega su Plan Industrial y Tecnológico de Defensa 2025.
Atención, porque este plan es una joya estratégica: más de 10.400 millones de euros de gasto… sin apenas gasto militar directo.Sí, han leído bien. Apenas un 19% se destina a “instrumentos de defensa”, lo que en otro país significaría tanques, misiles, armamento; aquí, probablemente, se refiera a algún PowerPoint con forma de dron.
El grueso del presupuesto se lo llevan mejoras para las Fuerzas Armadas (35%) —no en forma de misiles, sino de sueldos y simuladores— y un formidable 31% para ciberseguridad, telecomunicaciones, y tecnología dual.
Es decir: no solo no se llega al 5%, sino que el 2% que se gasta se distribuye de un modo completamente incompatible con el reparto exigido por la OTAN. Aquí lo militar es el margen, no el centro. Sánchez, fiel a su estilo, ha decidido que la defensa no se mide en tanques, sino en intangibles, en centros tecnológicos y en simuladores. Algo así como defender a la patria… desde la nube.
Los que sí ganan: Indra, Navantia y EM&E
Es decir: Indra y su nuevo brazo biónico, los Escribano, frotándose las manos con esa sonrisa que sólo se pone cuando sabes que el dinero está a punto de llover y tú llevas paraguas de oro.
Navantia, por su parte, también tiene billete de primera clase en este tren de inversión. Fragatas, modernización naval, centros de operaciones: la industria pública de defensa renace… en los papeles.
Y la tercera en la terna ganadora es EM&E, que como buen escudero del nuevo modelo nacional de adjudicación silenciosa, aguarda su turno mientras recalienta la maquinaria. El movimiento de Indra para comprar Tess Defence y tantear la división de Iveco militar, no es casual. Saben lo que viene. Saben cómo se reparte. Y sobre todo: saben quién firma.
OTAN necesita armas. Sánchez no tiene Presupuestos
El problema —y aquí es donde empieza la comedia— es que la OTAN no se conforma con satélites ni con planes de innovación. La OTAN quiere gasto militar real, armamento tangible, disuasión efectiva. Lo quiere con cifras en la mano y con carácter presupuestario.
Y es aquí donde Sánchez se encuentra con su verdadero enemigo: los Presupuestos Generales del Estado. Que no tiene. Ni tendrá. Porque uno puede gobernar sin dormir, sin escrúpulos y sin apoyos reales. Pero gobernar sin Presupuestos es otra historia. Es como prometer un blindaje sin tener ni chaleco.
Pactos imposibles, gastos invisibles
Con una coalición que no se sostiene ni con superglue y unos socios que al oír «2% en defensa» imaginan campos de batalla y votantes huyendo, la probabilidad de sacar adelante unas cuentas dignas antes de 2026 es más baja que la tasa de crecimiento del CIS de Tezanos en veracidad.
Y así seguimos. España firma compromisos, inventa cartas, aprueba planes, crea comités de Seguridad y Soberanía Tecnológica, pero todo con un toque propio: sin dinero real asignado y sin intención de molestar a quien manda de verdad, ya sea Puigdemont o Pablo Iglesias desde la sombra.
Epílogo: El ilusionismo estratégico español
Quizá sea eso lo que Rutte no dijo pero pensó: que España es maestra en parecer que gasta sin gastar, en decir que cumple sin cumplir. Que mientras los demás compran tanques, el Gobierno diseña presentaciones.
Y lo hace con tanta elegancia presupuestaria, que hasta parece innovación.
ENLACES Y DOCUMENTOS RELACIONADOS:
1.Carta de Rutte: copia de la misma y texto en español:
SECRETARIO GENERAL
Mark Rutte – OTAN SG (2025) 0124 – 22 de junio de 2025
Estimado Presidente del Gobierno,Gracias por su carta fechada el 19 de junio.Entiendo que España está convencida de que puede cumplir con los nuevos Objetivos de Capacidades acordados siguiendo una trayectoria de gasto inferior al 5% del PIB (3,5% en defensa central y 1,5% en gasto relacionado con seguridad). A la luz de su carta, puedo confirmar por la presente que el acuerdo en la próxima Cumbre de la OTAN otorgará a España la flexibilidad para determinar su propio camino soberano hacia el cumplimiento del Objetivo de Capacidades y los recursos anuales necesarios como porcentaje del PIB, así como para presentar sus propios planes anuales. Además, la trayectoria y el equilibrio del gasto bajo este plan serán revisados en 2029, teniendo en cuenta el entorno estratégico y los Objetivos de Capacidades actualizados de la OTAN.
Le saluda atentamente,Mark Rutte a Sr. Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Presidente del Gobierno del Reino de España, Madrid, España.
OTAN – Bruselas
2. Palabras de Sánchez a Feijóo sobre la carta. Sánchez publicó en X: “Toma, Alberto. Que alguien te la traduzca. A ver si eso aclara tus dudas”.
3. Rectificación de Rutte a la interpretación de Sánchez. Rutte aclaró que otorgó a España “flexibilidad para determinar su propia trayectoria… para alcanzar el objetivo” del 2 % al 5 %, sin admitir que España pueda negarse a llegar al 5 % .
4. Plan de Defensa (Industrial y Tecnológico 2025).
Documento oficial del Gobierno: Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa (Ejercicio 2025), con 10.471 M € en partidas para fuerzas armadas, ciberseguridad, emergencias, etc.
Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED