Fotografía de portada: Ángel Escribano, Presidente de Indra, sobre una imagen de DFCP, El Tallerón.
Hay decisiones que alivian, pero no curan. Operaciones que maquillan, pero no regeneran. Y discursos que, con la bandera de lo social, acaban saboteando la posibilidad misma de tener futuro.
El caso de Duro Felguera, empresa histórica, simbólica y decadente, ha entrado justo en esa categoría. La venta de El Tallerón a Indra por 3,6 millones de euros se presentó como un logro.
Y sí, desde un punto de vista contable, alivia momentáneamente la respiración financiera de la compañía. Pero, como suele ocurrir con las empresas en terapia intensiva, el alivio no implica recuperación, y mucho menos autonomía.
Lo que Duro ha vendido no es solo un inmueble; ha entregado su activo más valioso, certificado ASME incluido, por un precio que en otro contexto sería motivo de investigación interna.
Con ello ha perdido la posibilidad de reposicionarse en sectores de alto valor y a cambio, recibe liquidez inmediata. ¿Qué hará con ella? ¿Pagar parte de nóminas? ¿Reducir deuda de forma simbólica? ¿Mejorar la oferta del ERE que la CSI ya ha anunciado que va a rechazar de plano?
La operación, en el fondo, parece más cosmética que decisiva: más bien parece diseñada para ganar tiempo que para cambiar el rumbo.
Además, conviene no olvidar un matiz clave: Indra no compitió por El Tallerón en igualdad de condiciones, sino con la ventaja añadida de contar con el beneplácito de la SEPI, que no solo está en su accionariado, sino que además figura como uno de los principales acreedores de Duro Felguera.
Es decir, quien avala, compra y cobra pertenece al mismo entramado. Todo legal, sin duda, pero muy difícil de calificar como libre mercado.
¿Un Lexaudit a medio gas?
La entrada de Lexaudit Concursal debería suponer una oportunidad para resetear. Su historial es claro: recortes estructurales, planes viables, y la valentía de llamar a las cosas por su nombre.
Pero en Asturias, ese estilo puede no sobrevivir intacto. Entre un Gobierno del Principado que dice estar “vigilante” (pero no parece dispuesto a respaldar decisiones duras) y una sindicalización radical que confunde empleo con inmunidad estructural, Lexaudit podría verse empujado a diseñar un plan de compromiso. Uno homologable, sí, pero también insuficiente.
Y cuando un plan es técnico pero no estratégico, adaptado pero no competitivo, lo que queda es una empresa mantenida por respiración asistida de la SEPI, sin músculo para competir con Idesa o cualquier rival en mercados reales.
Lo social, entendido al revés
Se insiste mucho en “lo social”. Pero lo social no es preservar lo inviable, ni prolongar el desequilibrio con fondos públicos. Lo social es garantizar que haya futuro. Y ese futuro exige reordenar convenios laborales inflados, realinear salarios y funciones con la realidad productiva, y fomentar un nuevo pacto laboral no basado en la resistencia, sino en la readaptación.
Mientras tanto, los discursos se mantienen.
- -CSI prepara su “rotundo rechazo” al ERE, como si no fuera precisamente la ausencia de ajuste lo que ha llevado a la empresa al borde del abismo.
- -El Gobierno regional se muestra “comprometido”, pero no impulsa una reestructuración creíble.
- -Y la SEPI, como de costumbre, hará de colchón presupuestario con cargo al contribuyente para evitar la implosión pública del sistema.
Una Duro sin Tallerón ni horizonte
A estas alturas, Duro Felguera se parece a una empresa zombi: conserva el nombre, la memoria y algunos órganos, pero ha perdido la capacidad de decidir su destino.
Sin El Tallerón, sus líneas productivas son difusas, sus ventajas competitivas casi nulas, y su atractivo para socios privados muy bajo.
Queda, eso sí, la política. El relato. La apelación al símbolo. Pero de símbolos no vive una empresa. Vive de pedidos, de márgenes, de talento técnico, de estructura ajustada y de visión de largo plazo.
Y en ese terreno, la política asturiana y la dirección sindical están eligiendo una vía que parece más cómoda en el presente, pero letal a medio plazo: convertir Duro en una empresa asistida y decorativa, sin dolor, sin conflicto… y sin pulso.
ENLACES RELACIONADOS:
🛡️ 1. Duro Felguera comunica a los sindicatos un ERE para evitar el concurso de acreedores
Duro Felguera ha informado a los sindicatos de su intención de presentar un ERE que afectará a casi todas las sociedades del grupo, salvo El Tallerón y Mompresa en Gijón. La medida podría impactar a hasta 699 trabajadores. El plan de consultas comenzará el 7 de julio y se prolongará hasta el 7 de agosto. Esta decisión llega en medio de una prórroga del preconcurso hasta el 31 de julio, acordada con SEPI y otros acreedores, y precede al memorando con Sonelgaz por 413 millones de euros.
🏭 2. Indra cierra con Duro Felguera la compra de El Tallerón por 3,6 millones de euros.
Indra ha alcanzado un acuerdo preliminar para adquirir la planta de calderería pesada El Tallerón en Gijón por 3,6 M€, incluyendo la incorporación de los 156 empleados. La fábrica pasará a formar parte de Indra Land Vehicles, con destino a la fabricación de vehículos blindados. Se espera que el contrato se firme en los próximos días.
📉 3. Indra, Duro y el Tallerón: por qué salvar la calderería pesada vale más que venderla por dos duros (Asturias Liberal)
Artículo que defiende a El Tallerón como una unidad rentable y diferencial gracias a su certificación ASME. Subraya que el problema no es la demanda, sino la gestión ineficiente y la presión sindical. Afirma que su venta a Indra responde más a una mutación política que a una reestructuración genuina, cuestionando si tiene sentido sustituir una fábrica con demanda continua por una orientada exclusivamente a la defensa pública.
Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED