
El editorial de La Nueva España sobre el peaje del Huerna —probablemente escrito por Gonzalo M. Peón— llega con mala intención: mucho adjetivo, poca solución. Frente a eso, Asturias Liberal (AL) informa con fechas, marco jurídico y opciones concretas.
El texto de LNE se titula como se titulan estas piezas cuando el argumento flojea: palabras grandes, moralina y un villano de manual. El efecto anhelado: cabreo rápido, memoria corta y solución nula.
Asturias Liberal, en cambio, hizo en los artículos, escritos por Álvarez-Cascos junto con quien hoy firma éste, algo casi subversivo: informar para decidir.
Dos estilos, dos objetivos
LNE escribe para encender emocionalmente: léxico inflamable (“atropello”, “agravio”, “frontera artificial”), culpables a tiro hecho y Bruselas como vara. El peaje es el mal, lo demás, la verdad, sobra.
AL escribe para decidir informadamente: contexto, razones de por qué la prórroga de 2000 tuvo sentido técnico-jurídico, qué cambió después y qué se puede hacer mañana por la mañana sin hundir la caja pública y seguir beneficiando hoy como sí hizo el Gobierno de Aznar en el contexto de hace 25 años.
Diferencia moral: informar para que el ciudadano piense vs. manipular para que el ciudadano arda.
Punto por punto: la prórroga de 2000
1) Legalidad de origen
AL confirma que la prórroga fue sensata y legal entonces (Ley de Concesiones, dictámenes, previsibilidad). Dicho fue en su momento y en los enlaces lo revivimos.
LNE desinforma afirmando que fue ilegal y abusiva (sin licitación, contra competencia y transparencia).
Es decir: AL distingue tiempo jurídico con mirada retrospectiva; LNE borra el calendario.
2) Motivación política
-AL busca la estabilidad del servicio y menor riesgo fiscal/litigioso.
-LNE difama “privatizar y maximizar beneficio”.
Dicho en román paladino: AL analiza incentivos y riesgos; LNE infiere intencionalidad turbia.
3) Efectos para el usuario
AL confirma la verdad: que hubo rebaja del peaje (7%), continuidad de una vía que el PSOE en tiempos del ministro Borrell puso en peligro y que hoy lo grave es no decidir.
LNE: solo habla de agravio comparativo con otras regiones de manera vaga e imprecisa.
O sea: AL mide trade-offs, es decir lo que se pudo ganar y perder tomando la opcion mejor en el año 2000; LNE divaga con intención de agitar haciendo comparaciones selectivas, a la carta. Una carta muy sospechosa.
4) Europa y su peculiar retroactividad
AL tiene cuidado con el anacronismo regulatorio; los pleitos con la UE, muy posteriores a la prórroga.
LN desata un infierno de imprecisiones: “Bruselas ha hablado; a desmantelar”.
Es decir: AL quiere cerrar el caso sin atascos; LNE busca ganar el titular.
5) Qué hacer ahora
AL propuso tres vías —rescate (caro), compra de la concesión (control y fin del peaje) y bonificación total inmediata—; receta: bonificar ya y comprar después.
LNE alardea de firmeza: “eliminar ya” y poco más.
Dicho claramente: AL propone mecanismos; LNE, exigencia sin base.
El ciudadano necesita mecanismos ejecutables, no exigencias vacías.
De dónde sale ese editorial
No brota en un vacío: LNE es el medio escrito más subvencionado por: Gobierno regional, ayuntamientos, Junta General y entes públicos vía publicidad institucional.
Una publicidad pagada con dinero público que compensa la insuficiencia de suscriptores y de publicidad privada.
Unas subvenciones generadoras de dependencia pues si el presupuesto del anunciante político paga la luz, el editorial mira al poder con un ojo de cordero y al disidente, con colmillo.
Súmese a esto la animadversión contra Álvarez-Cascos desde que, con Foro Asturias (el Auténtico), rompió el pernicioso consenso PSOE-PP —el “Pacto del Duernu”—, consenso que LNE apoyó, siendo Ángeles Rivero su directora de entonces.
Así que cuando llega el Huerna, la coreografía es automática: Cascos como tótem negativo, Aznar de comodín y Bruselas de coartada.
Lo que conviene a Asturias como ya hemos dicho
- Bonificar ya el 100% del peaje para usuarios.
- Negociar la compra de la concesión: control del activo y fin del peaje con fundamento jurídico y sin pleitos eternos.
- Transparencia de números: precio objetivo, calendario, impacto presupuestario y plan de transición.
- Cero teatro con Bruselas: cooperación técnica, no hoguera retórica.
Asturias no necesita más teatro; necesita gestión: menos fricción logística, menos coste de transporte y más atractivo para entrar y salir de la región sin pasar por caja.
Epílogo con diente
El editorial de LNE indigna y excita el cerebro primario. La indignación es barata.
Informar cuesta, pero apela a la dignidad racional: leer, comparar normas, sumar costes, restar riesgos, elegir un camino y firmarlo.
Asturias Liberal lo hace; por eso incomoda. LNE prefiere el trazo grueso, que siempre recibe palmaditas.
La pregunta es simple: ¿queremos razones o queremos rabia? Con rabia se llenan páginas; con razones se levantan puentes. En el Huerna necesitamos lo segundo. Y vamos tarde.
Conclusión: bonificar ahora, comprar después y respetar la memoria de una decisión positiva tomada con poco margen objetivo en el 2000. Y así cerrar definitivamente el capítulo del peaje. Lo demás es ruido.
ENLACES DIRECTAMENTE RELACIONADOS:
- AL · La prórroga fue sensata y la farsa empezó después
- AL · El precio de no decidir: prudencia, cálculo y cobardía
- LNE · Mantener el peaje del Huerna, un atropello y un agravio

Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED