
ArcelorMittal atraviesa en Asturias su fase más delicada: coste energético alto, burocracia lenta y transición ecológica bloqueada. Mientras otras regiones avanzan hacia el acero verde, aquí la modernización se atasca.
En 2025, la región vive un contraste doloroso: el Alto Horno A de Gijón se apaga, el B acumula paradas y el sínter A cerrará en diciembre de 2025. La gran promesa —el horno eléctrico y la planta DRI de hidrógeno— sigue paralizada, pese a los 1.000 millones de inversión y 450 millones de ayudas públicas. “Si esto sigue así, será muy difícil mantener la configuración industrial actual de Asturias”, advirtió Alberto Carrero, director de Sostenibilidad de ArcelorMittal España.
1) Energía: el gran obstáculo
Asturias soporta la electricidad más cara de la red de Arcelor en España. Su aislamiento y baja interconexión encarecen el MWh frente a Sestao o Sagunto, con puertos gasistas y mejores compensaciones. El sobrecoste energético supera el 25%, agravado por el precio de los derechos de CO₂, que en 2025 se duplicaron. Resultado: el acero asturiano es el más costoso y contaminante de Europa occidental.
Sin energía barata y estable, la descarbonización no es transición: es desindustrialización.
2) Política e instituciones: administrar la lentitud
Mientras el País Vasco y la Comunidad Valenciana aplican tramitaciones exprés y políticas industriales activas, Asturias gestiona la modernización con ritmo burocrático. El proyecto DRI lleva más de un año bloqueado entre informes ambientales y ajustes urbanísticos. El Principado no ha usado la figura de “proyecto estratégico” para acelerar procesos, y las ayudas europeas corren riesgo de caducar. Lo que Bilbao aprueba en seis meses, Oviedo revisa en doce.
Bruselas autoriza; Oviedo revisa. La diferencia entre hacer industria y esperar papeles.
3) Mapa de riesgo: cierres y cancelaciones
- Gijón (Asturias): riesgo alto de cierre del sínter y paradas de hornos; inversión verde en el aire.
- Legasa (Navarra) y Agurain (Álava): reconversión con pérdida de empleo.
- Etxebarri (Bizkaia) y Sagunto (Valencia): ERTE y ajustes productivos.
- Sestao (Bizkaia): ampliación a 1,6 Mt/a en 2026, dependiente del nodo asturiano.

4) Europa y el efecto dominó
Incluso Alemania tropieza: ArcelorMittal rechazó 1.300 M€ en ayudas para reconvertir Bremen y Eisenhüttenstadt. Si ni Berlín logra sostener su acero verde, Asturias —con peor energía y trámites más lentos— encara una tormenta industrial mayor.
5) El acero que no nace
La falta de decisión sobre el horno eléctrico y la planta DRI pone en riesgo las ayudas y el calendario logístico entre Asturias y Sestao. Si el proyecto se aplaza más allá de 2026, la región perderá su papel en la transición verde.

Conclusión: la fragua inmóvil
Asturias reúne todas las desventajas: energía cara, burocracia densa y debilidad institucional. Mientras otras regiones avanzan hacia productos más limpios y rentables, la región sigue atrapada en el hierro del pasado. Si no actúa con decisión —rebajando costes, simplificando trámites y alineando estrategia con Madrid y Bruselas—, corre el riesgo de perder tanto el acero viejo como el acero verde.
La fragua que forjó a Asturias puede renacer, pero no con discursos: con energía competitiva, permisos rápidos y decisiones industriales firmes.
- La Nueva España – Cobertura industrial
- El Comercio – Industria asturiana
- Cinco Días – Economía verde
- Expansión – Energía y empresas

Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED