El plan de reestructuración de Duro Felguera ha evitado el colapso inmediato, pero abre una incógnita mayor: qué puede perder Asturias y qué puede perder el Estado después de haber puesto 120 millones encima de la mesa.
La reestructuración de Duro Felguera se ha presentado como un salvavidas financiero tras una década de crisis, pérdidas y rescates.
Pero bajo la superficie del acuerdo —aprobado en junta casi por unanimidad— emergen riesgos profundos y duraderos que afectan a dos actores decisivos: Asturias, como territorio industrial que sostiene parte del alma de la empresa, y la SEPI, como garante pública de un rescate de 120 millones de euros.
Lo que está en juego no es solo el futuro de una compañía emblemática, sino la credibilidad de la política industrial y la estabilidad de un ecosistema regional.
1. Los riesgos para Asturias: una empresa que puede quedarse sin centro de gravedad regional
1.1. Vaciamiento progresivo del centro de decisión
Aunque el mensaje oficial insiste en preservar la sede en Asturias, la realidad del capital manda: Grupo Prodi controla la mayoría absoluta y orienta la estrategia desde México y Madrid. La sede puede quedarse, sí, pero vaciada de contenido:
- •los contratos relevantes pueden negociarse fuera,
- •las decisiones estratégicas se centralizarán en la matriz,
- •la ingeniería de alto nivel puede desplazarse hacia polos más rentables.
Asturias corre el riesgo de quedarse con la fachada corporativa, pero no con el poder real.
Impacto: alto — Probabilidad: media-alta.
1.2. Erosión del empleo cualificado y de la cadena industrial
El plan de reestructuración contempla la venta de unidades no estratégicas, el cierre de proyectos propios y la prioridad absoluta de la liquidez. Eso implica, con toda probabilidad:
- •salida de personal técnico senior,
- •reducción de equipos de ingeniería,
- •debilitamiento de subcontratas locales,
- •menor capacidad de arrastre sobre talleres y pymes industriales.
Duro Felguera ha sido durante décadas un polo tecnocientífico en Asturias. Si la ingeniería migra o se reduce, la región pierde capital humano, know-how y prestigio técnico.
Impacto: alto — Probabilidad: alta.
1.3. Riesgo de “desanclaje fiscal”: la actividad se queda, la tributación se va
Con el control en manos de un inversor multinacional, la ingeniería fiscal habitual puede conducir a:
- •centralizar beneficios en sociedades fuera de Asturias,
- •concentrar compras o financiación en filiales del grupo,
- •aplicar precios de transferencia favorables a la matriz.
Asturias podría mantener parte del empleo directo, pero perder la contribución fiscal más valiosa: la que proviene del margen y la rentabilidad.
Impacto: medio-alto — Probabilidad: media.
1.4. Pérdida del papel de “tractor industrial regional”
Durante años, Duro Felguera fue:
- •centro de formación de ingenieros,
- •impulsor de proyectos energéticos,
- •referente tecnológico,
- •símbolo industrial asturiano.
Si la compañía se reduce a ejecutora de EPCs internacionales con decisiones externas, Asturias pasa de actor a mero observador, perdiendo liderazgo regional en ingeniería de proyectos.
Impacto: alto — Probabilidad: alta.
1.5. El riesgo político: la percepción de que Asturias “perdió” su empresa
El relato público puede volverse contra el Principado con un mensaje demoledor:
«El Estado puso 120 millones y la empresa acabó controlada por un grupo extranjero sin obligación real de permanencia».
Ese relato —cierto o no en todos sus matices, pero políticamente poderoso— erosiona:
- •la confianza ciudadana en los rescates públicos,
- •la credibilidad del Gobierno regional,
- •la legitimidad de las políticas industriales futuras.
Impacto: alto — Probabilidad: alta.
2. Los riesgos para la SEPI y el Estado: dinero público en la cuerda floja
2.1. Riesgo financiero: perder buena parte de los 120 millones del rescate
El Estado, a través del FASEE, inyectó en Duro Felguera:
- •100 millones en un préstamo participativo,
- •20 millones en un préstamo ordinario.
Pese a ello, la compañía llegó al borde del preconcurso con pérdidas muy abultadas. Hoy, con la reestructuración aprobada, es evidente que:
- •habrá quitas duras sobre parte de la deuda,
- •habrá refinanciaciones en condiciones más suaves,
- •la probabilidad de recuperar la totalidad del rescate es baja.
La SEPI puede acabar con una recuperación puramente simbólica o con participaciones residuales de poco valor si la deuda se convierte en capital en una empresa ya muy diluida.
Impacto: muy alto — Probabilidad: media-alta.
2.2. Riesgo reputacional: el precedente del “rescate sin retorno”
El caso Duro Felguera se suma a una lista creciente de rescates complejos donde el Estado:
- •pone dinero,
- •asume el riesgo,
- •pero no retiene control ni recupera valor.
Si finalmente DF queda completamente bajo control privado y el Estado apenas recupera una fracción del esfuerzo, la narrativa será clara:
«La SEPI pagó la factura para que un tercero se quedara con la empresa saneada».
Ese mensaje dañaría la imagen del FASEE y haría políticamente tóxicos futuros rescates necesarios para otras empresas estratégicas.
Impacto: muy alto — Probabilidad: alta.
2.3. Riesgo jurídico-regulatorio: la condición de cotizada puede volverse en contra
La SEPI exige que Duro Felguera siga cotizada para cumplir las condiciones del FASEE. Pero, una vez terminado el horizonte del rescate:
- •Prodi podría lanzar una OPA de exclusión,
- •los minoritarios podrían litigar por valoraciones o trato desigual,
- •parte de la responsabilidad política y jurídica recaería sobre la SEPI.
Además, Bruselas podría examinar el caso como posible ayuda de Estado mal orientada si el beneficiario final es un grupo multinacional que consolida el control tras las quitas.
Impacto: medio — Probabilidad: media.
2.4. Riesgo de precedente sistémico: el “manual de privatización silenciosa
El caso Duro Felguera puede convertirse en un precedente incómodo:
- empresa en crisis,
- dinero público para evitar el concurso,
- reestructuración dura,
- entrada de un inversor extranjero dominante,
- salida del Estado sin apenas retorno,
- exclusión bursátil en manos del socio privado.
Ese patrón sería un golpe a la legitimidad del FASEE y convertiría la política industrial española en un terreno de desconfianza: rescatar para que otros se queden con el control.
Impacto: alto — Probabilidad: media-alta.
Conclusión: dos riesgos distintos, una misma amenaza silenciosa
Para Asturias, el riesgo es la pérdida del alma industrial de una de sus empresas emblemáticas. Para la SEPI y el Estado, el riesgo es la pérdida del dinero y de la legitimidad.
El rescate evita el colapso inmediato, pero abre la puerta a un escenario donde Duro Felguera puede convertirse en una pieza más del conglomerado inversor, con poca obligación real de mantener empleo, inversión o fiscalidad en la región. La operación ha estabilizado la empresa, sí, pero no ha estabilizado la posición de quienes la financiaron.
La gran pregunta ya no es si Duro Felguera sobrevivirá, sino a qué precio para Asturias y para el Estado.
Enlaces recomendados
- Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)
- Información sobre el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE)
- Información corporativa de Duro Felguera
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Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED