Sin el trabajo silencioso de la Asociación para la Defensa de Personas con Autismo (ADPA), de AutismoAstur, así como de todas las familias que las apoyan ni la PNL sobre autismo en la Junta ni los artículos publicados en Asturias Liberal habrían sido posibles.
Hay batallas que solo se entienden cuando uno acompaña a quienes las libran cada día.
La defensa de los derechos de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) en Asturias es una de ellas.
No es un debate abstracto ni una pugna parlamentaria más: es una lucha frente a un monstruo burocrático que combina inercias, protocolos vacíos y un laberinto administrativo que deja a demasiadas familias a la intemperie.
En ese terreno duro, donde tantos se cansan, dos mujeres y muchas familias que tienen en su seno a personas con autismo, han sostenido una causa con una dignidad que merece reconocimiento público:
Anabella Gutiérrez, presidenta de la Asociación para la Defensa de Personas con Autismo (ADPA), y Noemí González, presidenta de AutismoAstur.
Cada una desde su ámbito, centradas en la atención sanitaria y hospitalaria, en la atención temprana, en el modelo educativo y en los recursos específicos— han demostrado que la ciudadanía organizada puede ir muy por delante de la política institucional.
1. Dos presidentas frente al monstruo burocrático
Mientras el Principado presume de “avance con paso firme” en sanidad, Anabella y Noemí han tenido que pelear cada cita, cada sedación, cada radiografía y cada recurso.
Conocen los pasillos del HUCA, de Atención Temprana y de Salud Mental mejor que la mayoría de los cargos que firman comunicados optimistas.
Han visto de cerca lo que significa que no exista un protocolo TEA real, que una sedación obligatoria no se ofrezca, que una radiografía se retrase hasta el absurdo o que la única respuesta oficial sea remitir a un documento que explica cómo cepillarse los dientes.
Desde ADPA, Anabella ha convertido una experiencia personal de sufrimiento en una exigencia política clara: un protocolo específico en la sanidad asturiana, la garantía de sedación y diagnóstico completo en bucodental y el cumplimiento de la cartera común del Sistema Nacional de Salud.
Desde AutismoAstur, Noemí ha impulsado proyectos tan concretos como el primer CAI específico para personas con autismo y la propuesta de Unidad TEA hospitalaria, que señalan sin rodeos las carencias estructurales del Principado.
Mientras la administración habla de “sensibilización”, ellas hablan de derechos, plazos, protocolos y nombres propios.
2. Sin ellas, ni la PNL ni los artículos existirían
La Proposición No de Ley (PNL) presentada en la Junta General del Principado de Asturias por el Partido Popular,
y apoyada con firmeza por Vox, no nació en un despacho de partido.
Nació de la documentación, del análisis y de la experiencia aportada por ADPA y AutismoAstur.
Fueron estas asociaciones quienes pusieron sobre la mesa los datos, los documentos, los casos reales y las propuestas técnicas que dieron contenido a la iniciativa.
Lo mismo ocurrió con los artículos publicados estos días en Asturias Liberal sobre autismo y sanidad: sin el relato detallado de las familias, sin los informes elaborados, sin el proyecto de Unidad TEA y sin la tenacidad de Anabella y Noemí, el análisis habría sido mucho más pobre y la crítica, menos precisa.
Ellas han aportado la materia prima que la política debería haber escuchado, no despreciado.
La PNL planteaba algo tan razonable como alinear a Asturias con las comunidades más avanzadas: Atención Temprana especializada y una Unidad TEA hospitalaria de referencia.
Dos pilares que otras autonomías ya han desplegado y que aquí siguen siendo, de momento, una exigencia pendiente.
3. El bloqueo político de la izquierda asturiana
Frente a ese trabajo riguroso, la respuesta parlamentaria de la izquierda fue tan clara como decepcionante.
El PSOE, la coalición Iniciativa por Asturias–Izquierda Unida (IxA–IU) y la diputada Covadonga Tomé optaron por rechazar la PNL. No porque el contenido fuera técnicamente inviable o socialmente injusto, sino por una mezcla de empecinamiento político y desprecio práctico al servicio público.
Los argumentos se movieron entre lo inexacto y lo insincero: que “lo pedido ya existe”, que “no hace falta una unidad específica”, que “Asturias ya está alineada con otras comunidades”.
Las familias saben que no es verdad. Los profesionales que trabajan a pie de consulta también lo saben.
Se votó contra un diagnóstico certero porque lo apoyó la oposición, no porque estuviera equivocado.
El voto en contra no cayó sobre un texto, cayó sobre quienes llevan años luchando para que la sanidad asturiana deje de darles la espalda.
4. Lo que demuestran Anabella y Noemí
Lo que ambas presidentas han demostrado es algo que conviene recordar: no hace falta un escaño para exigir una política seria.
Su trabajo desde ADPA y AutismoAstur ha sido más riguroso, más pegado a la realidad y más centrado en el interés general que muchas intervenciones de la propia Cámara.
Han elaborado proyectos, han documentado casos, han pedido reuniones, han soportado silencios y han seguido insistiendo.
- •No se han quedado en la queja.
- •Han presentado propuestas operativas, con memoria económica, estructura organizativa y resultados esperados.
- •Han ofrecido al Principado una hoja de ruta que permite pasar de la retórica a la solución.
Lo único que no han podido aportar, porque no depende de ellas, es la voluntad política que falta al otro lado de la mesa.
5. Compromiso de Asturias Liberal y llamada a la ciudadanía
Desde Asturias Liberal asumimos un compromiso expreso: seguir apoyando esta causa y, con ella, la causa más amplia de una sanidad asturiana digna, accesible y responsable.
No vamos a soltar este tema ni a dejar que se diluya entre titulares efímeros. Seguiremos dando voz a ADPA, a AutismoAstur y a todas las familias que se niegan a aceptar que la discriminación sanitaria sea el precio de vivir en Asturias.
A quienes nos leen les pedimos algo muy sencillo y, al mismo tiempo, decisivo: difundir, apoyar, no mirar hacia otro lado.
•Seguir a las asociaciones,
•Compartir su trabajo,
•Acompañarlas en sus reivindicaciones,
•Exigir a los responsables políticos que rectifiquen.
La presión social, bien informada y bien articulada, es hoy la palanca más poderosa para que el Principado abandone la complacencia y se ponga a la altura de su obligación.
Anabella y Noemí han demostrado que la dignidad también es una forma de hacer política.
Este artículo es para ellas. Lo que venga después, también.
PS: Hacemos extensivo el agradecimiento a dos buenas amistades, Camino e Ignacio, que nos han puesto sobre la pista de este problema. Ellos demuestran que la colaboración con este proyecto periodístico y analítico es necesario. Que cunda su ejemplo.
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Enlaces y documentos relacionados
- ADPA – Asociación por los derechos de personas con Autismo (información, objetivos y actividad en Asturias)
- AutismoAstur – Plataforma de familias con grandes necesidades de apoyo (perfil y contacto
- ADPA reclama un protocolo específico en la sanidad asturiana
- AutismoAstur y el primer CAI específico para personas con autismo en Asturias
- Artículos en Asturias Liberal sobre este tema:
El autismo como señal: del triunfalismo de Saavedra al deber de reformar la sanidad

Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED