La legitimidad moral y jurídica de la intervención desde la perspectiva de la oposición
Por Hugo Mena Keymer, PhD Economía
Serie basada en el estudio “Venezuela: un caso inédito en la historia con implicaciones regionales”. Quinta y última entrega.
Descarga el trabajo completo de Hugo Mena:
Cuando el agresor es el propio Estado —convertido en conglomerado criminal—, la sociedad pierde toda vía interna de defensa y adquiere el derecho legítimo a buscar ayuda externa. No es una opción política: es un derecho humano básico.
Las cuatro entregas anteriores han conducido a una conclusión incómoda pero coherente: en Venezuela no existe una salida pacífica viable porque el régimen no es un gobierno autoritario convencional, sino una narco-cleptocracia criminal totalitaria. Llegados a este punto, la pregunta decisiva no es si la intervención es deseable, sino si está legitimada desde el punto de vista del pueblo venezolano.
Hugo Mena Keymer sostiene que la legitimidad no nace de la voluntad de una potencia extranjera, sino de un hecho previo y determinante: el régimen de Nicolás Maduro cerró deliberadamente la vía pacífica y declaró la guerra a su propia población mediante represión, terrorismo de Estado y secuestro sistemático de derechos fundamentales.
1) El quiebre definitivo: el desconocimiento de la soberanía popular
El 28 de julio de 2024 marca un punto de no retorno. La soberanía popular se expresó de forma clara y mayoritaria, y el régimen respondió con un acto de fuerza: desconocer el resultado electoral y aferrarse al poder por medio de las armas. A partir de ese momento, el conflicto deja de ser político y pasa a ser existencial.
Las protestas pacíficas posteriores fueron respondidas con una represión brutal:
- •asesinatos selectivos,
- •detenciones masivas,
- •torturas,
- •desapariciones forzadas
- •y un uso sistemático del miedo como herramienta de control social.
El régimen dejó de presentarse siquiera como árbitro político y se consolidó como agresor directo.
2) Terrorismo de Estado y represión sistemática
El estudio documenta cifras estremecedoras:
- •miles de ejecuciones extrajudiciales en la última década,
- •cientos de presos políticos,
- •desapariciones continuas
- •y el uso de métodos propios de regímenes totalitarios clásicos, como la responsabilidad penal por parentesco, el secuestro o persecución de familiares para castigar la disidencia.
La revisión arbitraria de teléfonos móviles, la vigilancia de redes sociales y la tortura como método de intimidación completan un cuadro en el que el Estado deja de ser garante de derechos y se transforma en su principal violador.
3) El derecho humano a la autodefensa
Desde este escenario, Mena introduce un principio clave: el derecho humano a la autodefensa.
Todo individuo tiene derecho a proteger su vida frente a una agresión ilegítima. Cuando esa agresión proviene del propio Estado, la sociedad como conjunto queda incapacitada para ejercer ese derecho por sí misma.
Es en ese punto donde se activa la posibilidad de solicitar ayuda externa. No se trata de “injerencia” en el sentido clásico, sino de una aplicación del principio de Responsabilidad de Proteger (R2P), reconocido en el marco de Naciones Unidas cuando un Estado falla de manera manifiesta en proteger a su población o se convierte en su agresor.
4) El agresor pierde su protección jurídica
Una afirmación central del autor es que el agresor que inicia una violencia ilegítima pierde el derecho a invocar su propia protección. En términos jurídicos y morales, el régimen “se da a sí mismo la ley” que se le aplica cuando es repelido. No hay simetría entre víctima y victimario.
Por ello, sostiene Mena, no puede exigirse al pueblo venezolano una obediencia pasiva a un poder que ha abandonado toda legalidad material y ejerce violencia sistemática contra su propia población.
5) La legitimidad política de la oposición
La solicitud de ayuda externa no surge de actores marginales, sino de quienes cuentan con legitimidad democrática expresa. El presidente electo Edmundo González Urrutia, vencedor con alrededor del 70 % de los votos, y la líder opositora María Corina Machado, elegida con más del 95 % en las primarias opositoras, han autorizado formalmente la intervención.
Desde esta perspectiva, no se trata de una intervención “contra Venezuela”, sino de una intervención en defensa de Venezuela, solicitada por sus autoridades legítimas y respaldada por una mayoría social abrumadora, incluida la diáspora.
6) Paz, libertad y uso reactivo de la fuerza
El texto insiste en una idea que suele incomodar: la paz social no siempre se alcanza mediante la renuncia al uso de la fuerza. En contextos extremos, el uso reactivo de la fuerza puede ser el único camino para restablecer la libertad, los derechos humanos y la convivencia.
Cuando un régimen criminal secuestra un Estado y utiliza la violencia para perpetuarse, la no intervención no es neutral: equivale a permitir la continuidad del daño.
La responsabilidad ética, sostiene el autor, no está en la inacción, sino en la defensa de la vida y la dignidad humana.
Conclusión: cuando la ayuda externa se convierte en un deber moral
La quinta y última entrega cierra el círculo argumental del estudio:
- •destrucción institucional,
- •régimen criminal,
- •perennidad estructural,
- •intervención por seguridad internacional
- •y, finalmente, legitimidad moral y jurídica de la autodefensa colectiva.
En este marco, la intervención deja de ser una cuestión ideológica o geopolítica y se convierte en una respuesta extrema a una situación extrema. No porque la fuerza sea deseable, sino porque el régimen ha hecho imposible cualquier alternativa.
El dilema no es entre intervención y soberanía, sino entre acción para restaurar la dignidad humana o pasividad frente a un Estado criminal. Y en ese dilema, concluye Mena, el pueblo venezolano ya ha sido obligado a elegir.
ENTREGAS ANTERIORES:
- https://asturiasliberal.es/2025/12/08/venezuela-como-se-destruye-una-democracia-desde-dentro/
- https://asturiasliberal.es/2025/12/10/el-nuevo-regimen-venezolano-una-narco-cleptocracia-criminal-totalitaria/
- https://asturiasliberal.es/2025/12/12/por-que-el-regimen-venezolano-es-estructuralmente-perenne/
- https://asturiasliberal.es/2025/12/14/la-inminente-intervencion-militar-de-estados-unidos-marco-juridico-y-razones-estrategicas/

Sobre el autor: trayectoria profesional de Hugo Mena Keymer.
Hugo Mena Keymer cuenta con cerca de 40 años de actividad profesional. Sus primeros seis años los desarrolló en el Banco Central de Chile, institución que le otorgó la beca con la que obtuvo el Máster y el PhD en Economía. Los siguientes 25 años los ha dedicado a la academia en jornada completa en Chile, Estados Unidos y México. Ha ejercido cargos de alta gestión y administración universitaria, entre ellos: Rector, Vicerrector Académico y Decano de Facultad de Economía y Negocios.Su labor docente se ha centrado en economía y calidad educativa, desarrollando proyectos de mejora basados en su enfoque de “micro pedagogía disciplinar focalizada”, que él considera el método más eficaz para elevar los estándares de aprendizaje.Entre sus áreas de especialización destacan la evaluación de currículums, la gestión de cambio estructural, la formación académica y el diseño de políticas de mejoramiento institucional.Actualmente mantiene una activa trayectoria como consultor y como analista en temas económicos y político-institucionales.