Asturias Liberal > Asturias > Duro Felguera: sin cuarta prórroga y a la intemperie

Hecho esencial: el Juzgado Mercantil nº 3 de Gijón deniega la cuarta prórroga del preconcurso a Duro Felguera. Desde hoy, la compañía camina sin paraguas mientras decide si impulsa la homologación de su plan de reestructuración o entra en concurso de acreedores.

La noticia es simple y contundente: el juzgado ha dicho no a una nueva extensión del preconcurso hasta el 20 de octubre. Traducido para el gran público: se acabó la protección temporal que frenaba ejecuciones y daba margen para cerrar el plan. No hay concurso automático; el concurso exige solicitud del deudor o de acreedores y un auto específico que lo declare. Pero el escenario cambia: la empresa queda expuesta a iniciativas individuales de los acreedores mientras decide su siguiente paso.

En Asturias Liberal lo anticipamos en  el artículo “Duro Felguera: cuarta prórroga y un ‘plan’ que confunde oxígeno con pulmones”: lo aprobado como plan compraba semanas, no futuro. Hoy, sin prórroga, ya no hay semanas que comprar. Y pesa, además, el ultimátum previo del juez Rafael Abril en junio: nuevas extensiones solo ante circunstancias extraordinarias.

Qué significa exactamente la denegación

1) Fin del paraguas: los acreedores pueden retomar ejecuciones. La empresa puede intentar igualmente la homologación de su plan, pero ya sin la cobertura preconcursal.
2) No hay “salto automático” al concurso: hace falta que alguien lo pida y que el juzgado lo declare. Entre tanto, puede existir un intervalo sin preconcurso ni concurso.
3) Coherencia judicial: la negativa encaja con el aviso anterior del magistrado; el tiempo de gracia se ha agotado.

Una prórroga añade tiempo; una estrategia añade dirección. Sin lo segundo, lo primero es anestesia.

Qué “plan” había sobre la mesa y por qué no basta

El esquema anunciado por la compañía combinaba: principio de acuerdo con SEPI/FASEE (deuda 2021), 10 millones de socios (Prodi y Mota-Engil México), ERE de 180 salidas con recolocación prevista, y desinversiones (venta de El Tallerón, sede y traslado).

Todo eso da oxígeno; no garantiza pulmones. La clave que sigue sin resolverse es de gobernanza: demasiados “generales”, pocos “soldados”, costes de estructura altos y un foco comercial que debe traducirse en márgenes y caja, no solo titulares.

Los escenarios que se abren (claros y sin tecnicismos)

A) Homologación exprés sin paraguas. La empresa presenta su plan de reestructuración para que el juzgado lo valide. Es legalmente posible. Riesgo: mientras se tramita, los acreedores pueden ejecutar. Requiere consenso real y liderazgo operativo.

B) Concurso voluntario. La propia empresa pide concurso. Ventaja: se suspenden ejecuciones y se ordena el proceso (hacia convenio o venta de unidades). Coste: entra la administración concursal y la gestión queda supervisada.

C) Concurso necesario. Algún acreedor lo solicita. Entonces el relato ya no lo lleva la dirección. Si se apreció retraso en pedirlo estando en insolvencia, la futura calificación puede complicarse.

D) Pactos puente “uno a uno”. Moratorias bilaterales que ganan días, pero son frágiles. Solo funcionan si detrás hay plan creíble y calendario cierto.

E) Ventas urgentes de activos. Dan caja, pero empequeñecen la empresa si no se acompañan de una tesis industrial (qué negocio queda, con qué márgenes y en qué mercados).

F) Excepcionalidad judicial. ¿Otra prórroga tras la negativa? Solo con hechos extraordinarios y un auto nuevo muy motivado. A la vista del ultimátum, suena muy improbable.

Sin recorte arriba, cualquier recorte abajo es pan para hoy y déficit para mañana.

Qué mirar ahora (4 señales sencillas)
  1. Movimiento en el juzgado: ¿homologación del plan o concurso? La rapidez será el primer indicador de decisión o parálisis.
  2. Conducta de los acreedores: si reactivan ejecuciones en bloque, la ventana del plan se cierra. Si esperan, hay margen para acuerdos.
  3. Dirección y costes: ¿hay ajuste real de la cúpula y del coste de estructura? Sin eso, no hay credibilidad.
  4. Trabajo de verdad: contratos con margen y caja. Menos fuegos artificiales, más facturas cobradas.
La responsabilidad que importa

Esto no va de ganar una rueda de prensa; va de salvar una empresa. Si Duro Felguera se toma en serio la gobernanza, prioriza líneas con retorno y entrega un plan que pase de la retórica a los hechos medibles, hay salida. Si insiste en pedir tiempo sin pedir responsabilidades, el tiempo decidirá por ella: con concurso, con ventas apresuradas o con una homologación que llegue tarde.

Entre pedir tiempo y asumir responsabilidad, solo una de las dos cosas construye futuro.


  1. Asturias Liberal (30/09/2025): “Cuarta prórroga y un ‘plan’ que confunde oxígeno con pulmones”
  2. RTPA (02/10/2025): El juzgado deniega la cuarta prórroga del preconcurso
  3. El Confidencial (02/10/2025): Denegada la prórroga; impacto bursátil
  4. BOE: Texto Refundido de la Ley Concursal (RDL 1/2020) – marco general
  5. BOE: Ley 16/2022 – reforma de la reestructuración e insolvencia
  6. Iberley: Art. 607 TRLC – prórroga de la comunicación y límites
  7. Cinco Días (25/09/2025): El plan de reestructuración aprobado por DF

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