Pero los datos, leídos con calma, no anuncian una transformación económica: confirman una trampa. Porque lo que crece es lo de siempre: el empleo en hostelería, comercio, transporte. Sectores estacionales, de sueldos bajos, alta rotación y escasa proyección
Parieron los montes y nació un ratón. La vieja fábula de Esopo –rescatada luego por Horacio para reírse de los discursos huecos– sirve como envoltorio perfecto del doble pleno que celebró la Junta General del Principado para clamar, con todo el aparato institucional, contra el “cupo catalán”.
En la maquinaria del Estado, algunos engranajes no solo giran: crujen. Y entre 2011 y 2018, uno de los que más chirriaba —con ritmo marcial y una eficacia casi lírica— era el de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda por gracia de Rajoy y voluntad propia
Hoy desteñida por el tiempo y la lluvia pertinaz de la sospecha y la traición. Devorada por la política de navaja, barro, clavel y espada que atesora la amnistía, la financiación singular o las transferencias de la seguridad social. La perfidia de una sonrisa fría.