La Feria de Muestras de Asturias
La Feria de Muestras es un gran termómetro del estado de la economía asturiana, de la economía empresarial, de las transaciones comerciales y del consumo directo.
Sobre la primera entrevista tras la enésima confirmación de que será candidato en 2027
Leer másEn esa radiografía que traza Cascos, el sistema fiscal aparece como uno de los venenos lentos que carcomen la iniciativa económica. Y no le falta razón
Leer másVemos que durante estos cuarenta años que prácticamente gobernó el PSOE con el apoyo de IU y Podemos, lo único que han conseguido es hundir más si cabe a esta preciosa y verde región.
Leer másPorque el presidente de Indra, Ángel Escribano, ha comprobado en carne propia que el plan de convertirse en el nuevo patrón del blindaje español no termina de blindarle… de sí mismo.
Leer másLa Feria de Muestras es un gran termómetro del estado de la economía asturiana, de la economía empresarial, de las transaciones comerciales y del consumo directo.
El 31 de julio expira la segunda prórroga judicial concedida a Duro Felguera para resolver su preconcurso de acreedores y hay un hilo delgado —y decisivo— que se sostiene: la empresa llegará a esa cita con un acuerdo en curso con la SEPI
Tanto María Corina Machado como Edmundo González, en sus recorridos por los pueblos de Venezuela, le hablaron con la mayor franqueza a los ciudadanos que venciendo todo tipo de dificultades, acudían a los actos de calle a escuchar sus discursos
Pero los datos, leídos con calma, no anuncian una transformación económica: confirman una trampa. Porque lo que crece es lo de siempre: el empleo en hostelería, comercio, transporte. Sectores estacionales, de sueldos bajos, alta rotación y escasa proyección
Más de cuatro siglos después, la política española asiste a una reedición de aquel fenómeno: biografías de cartón piedra, currículums inflados, títulos que se inician pero no se terminan, másteres que no lo son, doctorados que no existen… y la misma falta de pudor con que Avellaneda usurpó a don Quijote.
Los partidos políticos, todos, nuevos y viejos, tienden de forma inevitable a convertirse en organizaciones oligárquicas
Parieron los montes y nació un ratón. La vieja fábula de Esopo –rescatada luego por Horacio para reírse de los discursos huecos– sirve como envoltorio perfecto del doble pleno que celebró la Junta General del Principado para clamar, con todo el aparato institucional, contra el “cupo catalán”.
Hoy hablaré de un tema muy en boga y que nos toca a todos en algún momento de nuestra vida: La Gestión del Tiempo.
En la maquinaria del Estado, algunos engranajes no solo giran: crujen. Y entre 2011 y 2018, uno de los que más chirriaba —con ritmo marcial y una eficacia casi lírica— era el de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda por gracia de Rajoy y voluntad propia
Quienes hoy intentan presentar aquella prórroga como un acto oscuro o jurídicamente dudoso, deberían informarse sobre cómo funcionaban los procedimientos internos del Gobierno de España. Nosotros no improvisábamos normas ni sorteábamos filtros.
Hoy desteñida por el tiempo y la lluvia pertinaz de la sospecha y la traición. Devorada por la política de navaja, barro, clavel y espada que atesora la amnistía, la financiación singular o las transferencias de la seguridad social. La perfidia de una sonrisa fría.
Esperanza Aguirre y Cayetana Álvarez de Toledo —tan distintas y, sin embargo, tan complementarias— no representan una facción, sino una posibilidad: la de reconciliar el mejor PP del pasado con el único PP que puede tener futuro.
Millones de venezolanos, dentro y fuera del país, resisten frente a un régimen que ha “institucionalizado” el terrorismo de Estado como arma para perpetuarse en el poder.
Hubo un tiempo en que gobernar significaba prever y hacerlo con el coraje de asumir decisiones que implicaban costes, beneficios y una explicación honesta ante la ciudadanía
En la medida que uno se interesa por la felicidad y el bienestar de los demás, en esa misma medida, uno va a ser feliz, y por el contrario, cuando nos obsesionamos con cubrir nuestras necesidades y no pensamos en los demás, en esa misma medida vamos a ser miserables e infelices.”
¿Dónde recortará el Estado para sostener ese esfuerzo? La respuesta es tan obvia que asusta: el Corredor Atlántico ferroviario será una de las víctimas silenciosas del pacto. Asturias, Galicia y Castilla y León llevan años reclamando las inversiones prometidas para conectar el norte peninsular con Europa