Gonzalo Botas, al socaire de la Herbosa: lucidez en tiempos de crisis del PSOE
Dicen los viejos marineros que, al socaire de la Herbosa, cuando el Cantábrico baja la voz y la bruma se abre un instante, puede verse cómo un pisiapo enamorado corteja a una sirena que nunca se deja atrapar del todo. La isla guarda el secreto.














