La masiva e indignada protesta del campo asturiano de ayer no puede dejar indiferente a los asturianos. Y por extensión a los españoles. Los problemas del campo son problemas de la nación, verdad simple y sin paliativos que se olvida muchas veces.
Si bien los agricultores franceses también sufren, la identificación de esa nación con su sector agrario en el más amplio sentido les ha hecho posicionarse ventajosamente ante la UE. ¿En detrimento de nuestro sector agrario? Sin duda, pero no cabe ningún reproche a quien defiende lo suyo y sí a quien lo desdeña.
Los incendios recientes, devastadores para el campo y para todos no son más que una gota más de las que llenan el vaso. Solo distorsionan interesadamente este justificado clamor dos cosas: la inoperancia calculada del gobierno de Adrián Barbón y la mística (igualmente calculada e interesada) de los movimientos ecologistas que hacen decir a la ciencia biológica y a la zoológica lo que no prescriben ni pueden prescribir.
Los medios de comunicación asturianos se hicieron eco en primera página, pero es sin duda Radio Intereconomía de Asturias la que merece más reconocimiento porque no ha estado solamente ayer en la protesta. Sus espacios, Agrogestiona y Mi Asturias, son referentes de conocimiento, información y compromiso con todo el sector. Al César lo que le corresponde y, periodísticamente, ese césar es Rafa González.
Siete son las reivindicaciones inapelables de los ganaderos y los agricultores:
- Control riguroso y exhaustivo de la fauna salvaje que reduzca los daños al ganado acompañado de un sistema ágil para abonar las indemnizaciones.
- La devolución de los montes expropiados por el Principado a los vecinos.
- Un cambio radical en la gestión forestal, con desbroces y quemas controladas, que permita aumentar el ganado menor en el territorio.
- El cumplimiento de la ley de la Cadena Alimentaria para evitar producir a pérdidas.
- Refuerzo de las prestaciones sanitarias y educativas en el medio rural.
- Mejora de las comunicaciones y las conexiones a internet.
- La protección de las razas autóctonas.