Pedro Sánchez ha anticipado las elecciones para el día 23 de julio y lo ha hecho guiado por una estrategia interesante para su partido, en la línea de frenar el ascenso del Partido Popular y de Vox, que ayer recibieron un apoyo muy importante.

Estrategia de Sánchez antes del 28-M

Hasta ahora dejó que no se considerara la posibilidad de un adelanto de las elecciones generales. La cita clave fue la de ayer y el peor de los escenarios para el PSOE se cumplió. De no haber sido así, de haber resistido suficientemente la caída, Sánchez habría mantenido un calendario que le era favorable.

Con imagen de indestructible habría paseado por España a jefes de Estado y primeros ministros europeos y mundiales ofreciendo esa imagen que tanto le agrada y que tan grande le viene: Pedro Sánchez, líder global. Y lo haría aprovechando la presidencia de la Unión Europea que le corresponde a España por turno rotatorio durante el segundo semestre de este 2023. Pero no pudo ser. La primera premisa, la de la resistencia al fracaso en la cita municipal y autonómica no se ha cumplido.

Estrategia nueva adaptada al nuevo escenario

Tras la victoria del Partido Popular y el ascenso, también victorioso, de Vox, Pedro Sánchez necesita convertir en anormal lo que es perfectamente normal en términos democráticos, a saber, el hecho de que la derecha alterna con la izquierda en el gobierno, urnas mediante. Anormalizar los resultados del 28-M significa que es necesario alertar del peligro del fascismo personificado en Vox y, también, en la triunfante Isabel Ayuso.

Nada mejor que acelerar esa urgencia y presentarse como bastión antifascista que adelantando elecciones. Desangrarse hasta final de año no es, además, una opción muy pragmática. Su mensaje es acción y urgencia. Si, además puede impedir que los gobiernos autonómicos y municipales empiecen a dejar sentir el cambio a mejor con su gestión, el escenario es mejor.

A lo largo del mes de junio se constituirán ayuntamientos y comunidades autónomas con colores azul y verde. Eso le será dado. Pero el día 23 de julio éstos nada habrán podido demostrar aún en términos de buena gestión y constitucionalismo máximo, obviamente.

En verano y el voto por correo

La fecha elegida por Pedro Sánchez le encaja también por una razón operativa. El voto movilizado el día 28 de mayo fue contrario a él. En plenas fechas veraniegas con los planes de descanso y de desplazamientos ya programados por los españoles, la única manera que hay de votar, para los que se desplacen, es el voto por correo. Voto éste de más difícil control y, por tanto, el preferido del presidente.

@alsanmol

Pedro Sánchez: «Soliciten desde ya el voto por correo, es muy sencillo, es seguro. En EEUU ha sido la palaca del cambio y estoy convencido de que puede serlo también en España». #política #economía #derecho #liberalismo #alsanmol

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¿Y qué hacer con Europa?

El presidente Sánchez no lo tiene fácil. Los 22 días previos a las elecciones será presidente de turno de la UE y solamente podrá intentar presentarse como lo antes dicho: el freno a la ultraderecha. Si algunas declaraciones europeas le ayudan, tanto mejor. Y no duden de que intentará arrancar esas declaraciones.

No le será fácil porque las voces europeas que critican la presencia de la extrema izquierda y de ex-terroristas en el gobierno también pesan. La neutralidad de la UE ante las elecciones en España también estará influida por dos tipos de acción. A saber:

  • La acción del Partido Popular Europeo que no puede permitir que la UE incline la balanza en contra de un posible gobierno de su color.
  • La acción comedida en los gestos, pero sin ceder en el programa, por parte de Vox. El comportamiento de Vox en este sentido será de mucha ayuda, así como la línea de no agresión mutua que ambos partidos han llevado.

Meses interesantes y muy importantes para todos. Si llega el cambio, no será un gran paso para la humanidad, pero sí uno decisivo para España.