Indudablemente, la historia es algo apasionante, ilustrativa, didáctica, misteriosa y muchas cosas más. Asomarse a cualquier época, es como manejar una máquina del tiempo, que te pasea por estadios plenos de acontecimientos que nunca consigues asimilar,

El tema da para entretener a un amplísimo sector de público, puesto que hay todo tipo de atractivos: misterios, romances, religión, heroísmo, cultura, arquitectura, descubrimientos, fantasías y leyendas y sobre todo, constantes y terribles guerras. Precisamente, a este último apartado quiero dedicar mi artículo.

Tratar de contabilizar las veces en que los seres humanos se enfrentaron a muerte, no vienen al caso los motivos, es casi imposible. Calcular el número de personas que en esas contiendas salieron mutiladas, huérfanas, viudas empobrecidas y muertas, es tarea inane.

La mayor parte de las naciones que suscitan más interés histórico, fueron en un tiempo grandes imperios, dominaron extensos territorios y consiguieron espectaculares hitos en arquitectura, obra civil, arte etc. etc. El constituirse en imperio, generalmente lo consiguieron con la fuerza bruta y la fuerza bruta, fue la que los relegó a lo que actualmente son.      

El gran escritor Fiódor Dostoiesvski, en su obra Crimen y Castigo, nos  cuenta que su protagonista vivía atormentado porque consideraba que había dos clases de personas: las que están predestinadas a dirigir el mundo y las que tan solo son seres vulgares. Su obsesión era llegar a saber a cual de los dos pertenecía.

Quién está destinado a realizar grandes proyectos sociales, no debe tener escrúpulos, ni la más mínima consideración. Si para llevar a cabo una gran reestructuración social deben morir miles de personas, no tiene que sentir ninguna duda, piedad o cualquier otro síntoma de debilidad  humana. Julio Cesar, Napoleón, Hitler, son claros ejemplos de este planteamiento.

Muerte, destrucción, abusos, sacrificios, torturas, violaciones, genocidios y todo tipo de indescriptibles atrocidades, se fueron cometiendo a lo largo de toda nuestra historia conocida.

Con toda esta lamentable experiencia histórica, y a pesar de haber sobresalido personajes que nos hablaban de fraternidad, hermandad, filosofías múltiples, religiones con apuestas hacia el bien común, altruistas que entregan su vida a mejorar su entorno, psicólogos que nos  aconsejan moderar nuestras pasiones, escritores que nos regalan relatos ejemplarizantes, y la clara prueba de que en los tiempos de paz conseguimos avanzar en nuestra evolución personal y cultural, seguimos a pesar de eso basando el sistema de equilibrio mundial en la amenaza de la capacidad y eficacia del arsenal armamentístico propio.

Disponemos del nivel cultural suficiente para organizar un NUEVO ORDEN MUNDIAL, en el que todas las naciones se comprometan a respetarlo sin subterfugios ni ambages.

Disponemos de la declaración de los derechos humanos. El respeto a la integridad territorial, así como la concreción de las fronteras. El rechazo a todo tipo de totalitarismos. El conjunto de leyes que ayudan a la justicia en sus dictámenes. El equilibrio de los bienes de producción.

El profundo conocimiento de las necesidades humanas en concordancia con el respeto a la naturaleza…En fin, habría que encargar a las personas mas sabias de nuestras sociedades, para que elaboraran con gran minuciosidad, un compendio de normas inapelables a cumplir por todos los países.

Supongo que todos los que lean este artículo, coincidirán en lo mismo: menuda utopía que nos acabas de presentar. Así es, soy plenamente consciente. ¿Y por qué algo tan razonable y necesario se admite como algo imposible?

El caso es que se trata de algo muy simple, pero muy largo y profundo: todo se concentra en el egoísmo, el control sobre los demás, la acumulación de las riquezas, el derroche y los caprichos, el menosprecio a las minorías. el acaparamiento y la explotación de los recursos, la garantía del bienestar a sabiendas del sufrimiento de los demás, la total ausencia de empatía con nadie que no les suponga beneficios del tipo que sea. No hay religión, doctrina ni sistema político que no sea manipulable o corruptible…

Supongo que ante la invasión de Rusia a Ucrania, algunos lo consideraron un tanto legítimo, puesto que no era asumible el que Ucrania formara parte de la OTAN. Para evitarlo, se enzarzan una contienda en la que morirán miles de personas inocentes y jóvenes soldados de ambos bandos. Y lo que les queda.

Y a mi se me ocurre pensar: no sería mas razonable y pragmático por parte de Rusia, solicitar la entrada de su nación en la Alianza de países de Europa y Norteamérica??? Parece algo tonto, pero se terminaría el temor a la inseguridad de sus fronteras. Los lobbies de la industria armamentística, serían los primeros en intentar evitar ningún acto pacífico, claro.

Es realmente vergonzoso, que con miles de años de historia, medio mundo esté, o en guerra, o sufriendo carencias tan elementales como la falta de  alimentos , agua o medicinas. Y de remate, una amenaza de destrucción total del planeta, con la liberación de todo el arsenal nuclear que se expone como eminente amenaza.

Realmente, debo reconocer que me veo un poco desorientado. Culpo a los grandes magnates de impedir un razonable ORDEN MUNDIAL, pero el otro día me entero por la tele, que dos grupos de forofos de grandes equipos de fútbol, se citaron para pelearse en un descampado…¡¡??!!

Lo sé, lo se. En vez de Eduardo debería llamarme Simplicio…Pues nada, a lo mío…