
(Foto de portada gentileza de OkDiario: Pedro Sánchez y Carmen Pérez. Con ocasión de la reunión del G20 en Indonesia, Carmen Pérez estalló contra los periodistas acreditados por no poder controlar sus preguntas)
El fichaje de Carmen Pérez como nueva directora de Comunicación de Indra no es solo un movimiento técnico dentro del engranaje empresarial del Estado.
Es una maniobra quirúrgica, precisa y simbólica: una periodista formada en el ecosistema PRISA, luego reciclada en Moncloa como voz internacional de Pedro Sánchez, aterriza ahora en el corazón tecnológico del Estado. Nada de casualidades.
Este nombramiento representa la más reciente jugada en el tablero donde el presidente despliega su verdadero poder: el que no pasa por el Parlamento, pero sí por los consejos de administración.
El peón que juega como reina
Carmen Pérez fue, entre 2018 y enero de 2025, la directora de Información Internacional en la Secretaría de Estado de Comunicación.
Traducción: control de relato, gestión de crisis, coordinación con corresponsales extranjeros y blindaje de imagen para el Gobierno de Pedro Sánchez.
Antes, su carrera había transcurrido por los pasillos de CNN+, Canal+ y Cuatro: todos medios nacidos bajo el padrinazgo de PRISA, el viejo brazo mediático del socialismo español, empresarialmente desastroso y rescatado luego por la colonizada Telefonica y por Mediaset.
Es decir, no solo tiene experiencia: tiene red, filiación y lealtad. Su aterrizaje en Indra, empresa participada por la SEPI y piedra angular de la defensa, la ciberseguridad y los sistemas electorales, se produce en medio de una reconfiguración estratégica.
En apariencia sustituye a Jesús Presa, un ejecutivo con pasado en Renault. En la práctica, es la coronación de un plan más amplio: reforzar el control narrativo del Gobierno en una empresa que maneja contratos vitales y sensibilidad institucional.
Escribano, SEPI y el triángulo del poder
Detrás del fichaje está el ascenso de Ángel Escribano como presidente de Indra. No es un nombre cualquiera: los hermanos Escribano —a través de su empresa Escribano Mechanical & Engineering— han recibido millones en contratos públicos y han sido colocados estratégicamente en posiciones clave del sector defensa. En apenas una década, pasaron de ser una pyme discreta a uno de los epicentros del poder industrial español.
¿La clave? Un cóctel de relaciones con Defensa, buena sintonía con Moncloa y una habilidad notable para alinearse con el relato gubernamental.
Carmen Pérez, en ese contexto, no es un añadido: es el blindaje narrativo de ese conglomerado emergente que combina músculo industrial, favores cruzados y ambición política.
Ejes de poder: política, empresa y relato
El poder que orbita en torno a Indra se articula en tres ejes interconectados:
1. Eje político (Moncloa-SEPI): Pedro Sánchez necesita sostenerse en algo más que una aritmética parlamentaria menguante.
SEPI, con su participación cercana al 30% en Indra, actúa como el brazo ejecutivo que coloca, nombra, financia y protege. El fichaje de Pérez se decide ahí: no por méritos corporativos, sino por fidelidad estratégica.
2. Eje institucional (Defensa): El Ministerio de Margarita Robles no escatima en contratos para Indra ni en puertas abiertas para Escribano M&E. La empresa es tratada como un socio de confianza del Estado, un privilegio reservado para muy pocos.
3. Eje narrativo (medios, comunicación, relato): Carmen Pérez representa la convergencia perfecta entre lo mediático y lo gubernamental. Habla el lenguaje del periodista, entiende el tempo del político, y conoce los códigos de los ejecutivos.
Su misión es mantener el relato firme, pulido y blindado, incluso cuando el fondo esté en llamas.
Un poder empresarial inversamente proporcional a la democracia
Pedro Sánchez gobierna en minoría, cada vez más precaria, atrapado en pactos contradictorios y con un Congreso convertido en campo de minas.
Pero donde pierde escaños, gana en consejos de administración. Su influencia se ha trasladado a sectores estratégicos donde no se vota, pero sí se decide: tecnología, defensa, energía.
El caso de Indra no es una anomalía, es un modelo. Un Estado paralelo, donde el BOE y la SEPI trazan una arquitectura de poder discreta, sin debates ni votaciones. Un modelo donde los directores de comunicación no se eligen por concursos públicos, sino por el grado de integración en el circuito Moncloa-PRISA-Consejo de Ministros.
Consecuencia 1: Alineación total
El primer efecto de este nombramiento ya se deja ver: Indra se alinea con el discurso del Gobierno. Habrá comunicación estratégica conjunta, relato unificado sobre digitalización, soberanía tecnológica y «modernización de la defensa».
Carmen Pérez será la emisaria de ese mensaje, hábil con los medios, cuidadosa con las palabras, sorda a la disidencia democrática.
El relato será claro: Indra es un emblema del nuevo Estado moderno. Todo lo que huela a crítica, amiguismo o autonomía corporativa será difuminado en titulares cuidadosamente redactados.
Consecuencia 2: Blindaje judicial
Pero el verdadero poder de Pérez se desplegará cuando arrecien las tormentas. Indra ya ha sido mencionada en la investigación por el caso Begoña Gómez, la esposa del presidente.
Se ha citado a representantes de la empresa por su relación con software presuntamente apropiado indebidamente en la Universidad Complutense.
Aquí es donde Carmen Pérez brilla: su papel no es solo comunicar, sino neutralizar escándalos, filtrar convenientemente, ganar tiempo en los medios. Conoce el sistema, ha sobrevivido a campañas internacionales en Moncloa, y ahora está allí para que la palabra «crisis» nunca llegue al titular.
Conclusión: el relato por encima del control
Mientras la oposición grita en el Parlamento, el verdadero control se ejerce en despachos sin micrófonos.
Carmen Pérez es la pieza elegante y eficaz de un ajedrez más grande, donde Pedro Sánchez ha aprendido que gobernar no es solo legislar: es narrar, ocupar y blindar.
Y en ese tablero, Indra ya no es solo una tecnológica. Es una herramienta narrativa, un bastión industrial, y un símbolo del poder que no se discute porque ya se ha decidido.
¿Quién necesita una mayoría absoluta cuando tienes el relato absoluto?
ENLACES DE REFERENCIA:
El Confidencial – Nombramiento de Carmen Pérez en Indra y su trayectoria en Moncloa
Este artículo detalla el fichaje de Carmen Pérez como directora de Comunicación de Indra, destacando su paso por la Secretaría de Estado de Comunicación con Pedro Sánchez y su experiencia previa en medios del entorno PRISA.
Enlace:
https://www.elconfidencial.com/empresas/2025-05-07/indra-ficha-como-dircom-a-la-exdirectora-de-comunicacion-internacional-de-pedro-sanchez_4123674/
El Debate – Fichaje de Carmen Pérez por Indra
Noticia centrada en el anuncio oficial del nombramiento de Pérez, donde se menciona expresamente su rol en Moncloa entre 2018 y 2025, subrayando el relevo institucional y su perfil ligado a la comunicación gubernamental.
Enlace:
https://www.eldebate.com/economia/20250507/indra-ficha-como-directora-comunicacion-carmen-perez-viene-moncloa_294694.html
El Confidencial – Ficha personal y red de relaciones dentro del Gobierno
El artículo ahonda en los vínculos personales y profesionales de Pérez dentro del equipo de comunicación de Pedro Sánchez, especialmente con Miguel Ángel Oliver, también ex-Cuatro, mostrando cómo su red profesional se construyó en torno a ese entorno mediático y político.
Enlace:
https://www.elconfidencial.com/espana/2018-07-04/pedro-sanchez-comunicacion-miguel-angel-oliver-carmen-perez-pozas_1588991/
El País – Investigación sobre el caso Begoña Gómez y relación de Indra con el Gobierno
Aunque no implica directamente a Carmen Pérez, este artículo es clave para contextualizar la sensibilidad del rol de comunicación en Indra, ya que la empresa aparece en investigaciones judiciales donde se analiza su cercanía con el entorno de Moncloa.
Enlace:
https://elpais.com/espana/2024-12-23/el-juez-que-investiga-a-begona-gomez-cita-como-testigos-a-representantes-de-google-indra-y-telefonica.html

Español e hispanófilo. Comprometido con el renacer de España y con la máxima del pensamiento para la acción y con la acción para repensar. Católico no creyente, seguidor del materialismo filosófico de Gustavo Bueno y de todas las aportaciones de economistas, politólogos y otros estudiosos de la realidad. Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la UNED