Lo habíamos dejado en el relato de la matanza y destrucción de la ciudad de Jericó. Tal masacre podríamos pensar que se debió a un descontrol de los soldados judíos ocasionado por el fragor de la batalla, pero no es así.
Dios le tenía una antipatía feroz al pueblo Cananeo. Y está claro que cuando a alguien le tiene ojeriza, que se ponga a temblar. Consecuencia: da una orden clara y concisa al ejército de su amado pueblo Hebreo: “ matad a todos los hombres, mujeres, niños incluso los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos” ¿Qué mal no?
Todos recordamos, incluso tenemos muy presente, el decálogo de mandamientos fundamentales que Dios dejó claramente impresos en una láminas de piedra y que se las entregó a su amado y servicial Moisés.
Para su custodia, se construye un arca, “Arca de la Alianza”, con características tan especiales, que aún el día de hoy, no se consigue tener idea de como funcionaba. Lo que estaba claro, es que solo lo podían tocar personas muy seleccionadas. Orden clara y concisa de Dios. Era tan rigurosa la cosa, que unos curiosos quisieron mirar lo que contenía y Dios mató en un pis-pas, a nada menos que cincuenta mil setenta hombres, o personas…yo que se.
En un traslado, va el arca transportado por una pareja de bueyes. Ocurre que en un defecto del terreno, el carro se inclina peligrosamente y un pobre diablo, custodio habitual del arca, pero sin permiso para tocarlo, con un movimiento reflejo, que todo ser humano tiene, intenta evitar el desastre.
Resultado, que Dios fulmina al pobre hombre, sin tener en cuenta su buena voluntad!!??!!Dos hijos de Aarón, nada menos que hermano de Moisés, tienen la mala ocurrencia de poner incienso en el fuego de la tienda de reunión y eso le molestó a Dios de tal manera, que hace que el fuego queme a los dos y se mueran. No se como le pudo molestar tanto un simple ambientador….pero es lo que hay….
La verdad es que algunos de los del “pueblo elegido” no hacían ni puñetero caso, ni a las tablas de la ley, ni a los profetas, ni a ninguna otra norma racional, Es el caso de Sodoma y Gomorra. Todos los desmadres, vicios y golferías, era el estilo de vida que allí se practicaba.
Lógicamente, eso no le gustaba nada al Señor y decide hacerlos desaparecer. Intentó , un tal Lot, el único decente que allí habitaba, interceder por su pueblo, pero no hubo manera. Total, que tras la salida de el buen siervo y su familia de la ciudad, Dios masacra a los dos pueblos con fuego y azufre y no se que más. Bueno, ya se ha hecho otra limpieza a lo bruto, cosa muy evidente para ejemplo de los demás…pero no se yo…
Al bueno de Lot, se le ocurre ir a vivir, con sus dos hijas, a un sitio nada habitado. Las chicas, deseosas de tener descendencia y no tener quien las cubriera, deciden emborrachar a su padre, acostarse con él y así poder quedar embarazadas. Así lo hicieron y con total éxito, porque tuvieron un hijo cada una. Los muchachos, ya crecidos, organizan una tribu cada unos. Y qué sucedió? Pregunta tonta, pues que se liaron a ostias!!.
Tranquilos que no voy a repasar la biblia entera. Voy directo a intentar entender el motivo fundamental del por que Dios elige a un pueblo. Todo apunta, a que su idea es intentar elegir una estirpe de donde se encarnará su amado hijo Jesús, que enviará a redimirnos a todos nosotros del pecado original. (La metedura de pata del listillo de Adán. Recordáis??)
Bueno, pues la estirpe va a provenir de la Casa de David. Y quien era David? Todos conocemos la historia de David y Goliat. Su puntería con la onda le soluciona a David la difícil pelea con el bruto de Goliat y consigue que su pueblo lo considere un héroe y ser muy querido.
El rey Saúl tenía una hija que se enamora de David, pero su padre no ve claro el casorio y le exige a David, nada menos, que le traiga cien prepucios. (puede parecer rara la petición, pero tiene el sentido que solo los hombres del pueblo de Israel se hacían la circuncisión, por tanto los prepucios pertenecerían a sus enemigos) David, no solo se presenta con el pedido, sino que lo duplica. Total que con sus artimañas consigue llegar a ser rey de Israel.
Pues aunque es para todo ayudado por el buen Dios, su comportamiento deja bastante que desear. Yo incluso diría que era un hijo de su madre. Custodiaba el famoso arca donde se guardaban las tablas de la ley. Unos de los mandamientos decía bien claro “no desearás la mujer de tu prójimo” Pero se enamora de la esposa de uno de sus mejores soldados.
La seduce y la deja preñada. Tener un hijo y que no pueda decir que era suyo, pues no le hacía ninguna gracia al ínclito rey. Total que consigue que a su fiel capitán, esposo de la susodicha, lo manden a primera fila, donde las posibilidades de sobrevivir eran casi nulas y sucede que lo matan, como estaba previsto y así, él no solo se queda con su hijo, si no que también con la mujer. Manda huevos con el pollo!!
La cosa de la estirpe la mejora su famoso hijo Salomón. Muy conocido y respetado por su envidiable sabiduría. Como buen discípulo de su Dios, le construye un gran templo. En la majestuosa construcción, se destina un lugar preferente para albergar el dichoso Arca de la Alianza. Se supone que un hombre tan sabio y temeroso de Dios respetaría los mandamientos rigurosamente.
Pues no. No sé de los otros nueve, pero el de no fornicarás se lo pasó por el forro. Superó con creces a Julio Iglesias. Se le supone que entre esposas, concubinas y amantes, anduvo la cosa por unas mil. Tan aficionado al sexo y como Rey, es de suponer que muchas fueron forzadas a rendirse a sus caprichos. El inocente beso del Rubiales, consentido o no, curiosamente tuvo más repercusión que los desmanes del concupiscente monarca a lo largo de la historia.
Parece ser que el Nota, tenía una cierta debilidad por las mujeres extranjeras. Algunas tenían otras creencias religiosas y consiguieron introducir ideas paganas entre el pueblo Hebreo. En esa época Dios debía de estar muy relajado, porque ya hemos visto como se las gastaba cuando se tonteaba con las idolatrías.
Total, que varios siglos de tira y afloja con el pueblo elegido, para escoger un linaje digno para San José y María Virgen.
Pues a mi me gustaría ser descendiente de Platón y mucho mas de Sócrates. También de Juan Ramón Jiménez, o de Ramón y Cajal, de Machado o de Goya…yo que se… pero tengo muy claro que con ese par de golfos y violadores, o Putin, no me gustaría tener nada que ver.
Ya ves, y al bueno de Jehová le parecieron bien…. Son cosas!! Y lo de la violencia sin resolver, claro..
Somos dueños de nuestra vida y somos, por consiguiente, libres, cuando nuestra razón impone su dictado a nuestra voluntad.