Respiraban tranquilos en el PSOE al ver que no perdían un diputado en el Oriente aun sabiendo que el voto exterior generalmente les sale a ganar. Recordado es el diputado que en las elecciones de 2012 arrebataron a Foro Asturias en el Occidente, hecho que a casi nadie sorprendió porque doscientos votos en esa circunscripción son pecata minuta para un partido que tiene muy controlado el voto exterior.
Gimena Llamedo, quizá ridiculizando a Diego Canga en una de sus sonadas ocurrencias, hablaba del “efecto Adrián” como elemento clave de la victoria en Asturias.
Eso del efecto Adrián, para los que ya tenemos cierta edad, suena al resultado que un producto de belleza, ya sea en formato pulverizador, barra húmeda o bolilla rodante impregnada de un elixir casi mágico, transmite a la parte frontal del tronco o a las axilas del galanteador en una suerte de efluvios con los que halagar, envolver y atrapar a su objeto de deseo, no siempre con éxito pero sí con la mejor de las intenciones porque la elegancia es algo que no se debe perder en ningún momento.
En el PSOE asturiano tenemos a varios galanes que enamoran a sus vecinos. Uno es Iván Fernández en Corvera, con muy buenos resultados electorales fruto de una gestión muy bien vendida. Otro es Ángel García “Cepi” en Siero, bien mirado por el presidente a pesar de tener condenas por agredir a un vecino o problemas con la Policía Local a la que amenazó con disolver pero que saca mayorías absolutas y las celebra ante las cámaras de la TPA como si fuera un club de canasta al que le ha tocado una serie del Gordo de Navidad.
Vamos, que si unos pensamos en la gestión de lo público con responsabilidad y temor, otros se lo toman por la vía del “tapar agujeros”, “darme un capricho” y “ayudar a los hijos”.
Y poco más. Poco queda del PSOE. De nada sirve envalentonarse porque han sacado algún voto más que en 2019 cuando ahora tienen menos diputados. Han perdido poder en toda Asturias. En ayuntamientos y en la Junta. En lo municipal y en lo autonómico. Como no pueden decir que ha ganado claramente el PSOE hablan de victoria de la izquierda. Como saben que el mes que viene la derrota en las generales será absoluta, callan. En la victoria hay partidos; en la derrota, bloques.
Asturias pinta poco en el panorama nacional, no es algo nuevo que sus siete diputados apenas importan. Un ejemplo del reparto podría ser: PP (3), PSOE (2), el trampantojo de Sumar (1) y Vox (1). Si añadimos que el actual presidente está a años luz de lo que de Silva, Areces o Fernández fueron, malos augurios se ciernen. Cierto es que el Partido Popular asturiano se caracteriza por su torpeza y que lo de ganar ni se lo plantean por lo que la alternativa no mejora lo que hay.
El advenimiento de Diego Canga no caló en una sociedad que ignora a los mesías y prefiere lo terrenal. ¿Cuántos asturianos ajenos al PP asocian Tenneco con Canga? ¿Cuántos saben qué hacía en la Unión Europea? Su currículum impone pero el común de los mortales responde: ¿Y?¿Y qué?¿Cómo ye el paisano esi del PP, esi que vino de no sé dónde? Y olvidado queda.
¿Qué nos espera si Asturias queda como uno de los pocos territorios del PSOE en un contexto nacional distinto? ¿Qué peso tendrá Adrián Barbón ante el Gobierno central de otro signo político si hoy, con los suyos, apenas tiene relevancia? ¿Qué podemos aportar al Gobierno de España cuando el tejido político asturiano se ha quedado vacío? ¿A quién van a llamar para que defienda a nuestro territorio y a nuestra gente? ¿Qué tontería es esa del efecto Adrián?
¿A quién queréis engañar con argumentarios matutinos ridículos? ¿Vais a empezar a repetir lo del PSOE frente a PPVOX, a teclear hashtags ocurrentes y movilizadores en vuestro Twitter? ¿Os pondréis de perfil en la campaña de las nacionales? Cuando vuestro amado líder caiga, ¿qué haréis, quién os protegerá? Sánchez se irá de España (esperemos que la OTAN no le elija como secretario general) y os dejará a los pies de los caballos, es decir, de los barones a los que habéis afrentado durante años. Si el antiguo PSOE redivivo toma las riendas, ¿qué hará con vosotros?
El efecto Adrián habrá ganado en Asturias pero estáis todavía muy lejos del daño que el efecto Sánchez va a provocar en vosotros. Y, lamentablemente, también en nosotros.
Los hechos son los hechos, independientemente de los sentimientos, deseos, esperanzas o miedos de los hombres.