Si Castilla y León —ordenada, estable, sin anomalías estadísticas— muestra un 94% de desempleo oculto sobre el declarado, la lectura nacional es inmediata: España no tiene 2,8 millones de parados, sino cerca de cinco millones. La tasa real de paro ronda el 20%.
El plan de reestructuración de Duro Felguera ha evitado el colapso inmediato, pero abre una incógnita mayor: qué puede perder Asturias y qué puede perder el Estado después de haber puesto 120 millones encima de la mesa.
Duro Felguera ya no solo se reestructura: avanza, fase a fase, hacia un escenario probable de exclusión bursátil, con Grupo Prodi consolidando un control casi absoluto del capital y del futuro de la compañía.
Duro Felguera ha cambiado de piel: la empresa sigue siendo asturiana y cotizada sobre el papel, pero el poder real, el capital y la estrategia apuntan cada vez más claro hacia un único centro de decisión.